Macondo estar¨¢ en el mapa
El alcalde propone rebautizar la localidad natal de Garc¨ªa M¨¢rquez
Aracataca, el pueblo de calles polvorientas donde naci¨® y creci¨® el Nobel de literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, est¨¢ alborotado. La culpa es del alcalde, Pedro S¨¢nchez. Este hombre de 39 a?os est¨¢ empe?ado en agregarle a Aracataca, y s¨®lo separada por un gui¨®n, la palabra Macondo, que inmortaliz¨® Gabo en Cien a?os de soledad.
Las razones las explica de manera atropellada, como hablan las personas del Caribe colombiano: "La materia prima de la obra de Gabo est¨¢ aqu¨ª"; "el ¨²nico Nobel del pa¨ªs fue parido aqu¨ª"; "el coraz¨®n de Macondo est¨¢ aqu¨ª"; "¨¦sta es la cuna del realismo m¨¢gico...". Y sin modestia asegura que su pueblo es el m¨¢s emblem¨¢tico de Colombia entera. Aunque hacen falta varios tr¨¢mites burocr¨¢ticos para hacer realidad esta idea, el alcalde habla como si fuera un hecho.
Los vecinos decidir¨¢n si a Aracataca se le agrega el nombre de 'Cien a?os de soledad'
Desde que manifest¨® p¨²blicamente su idea, el pueblo se llen¨® de comentarios. Unos aprueban el cambio, otros lo rechazan. "No estoy de acuerdo; siempre se ha llamado Aracataca -desde 1915- y, as¨ª, de la noche a la ma?ana, a alguien se le ocurre decir que se llama de otro modo. Aracataca-Macondo se oye como feo", opina Kathy, una mujer que trabaja en la parroquia.
Rafael Dar¨ªo Jim¨¦nez, coordinador de cultura y director de la Casa Museo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez -funciona en la casa donde naci¨® el escritor y, a decir del alcalde, "se la est¨¢ comiendo el comej¨¦n"-, se encarg¨® de escrutar archivos para buscar argumentos a favor del cambio. "Si existe Illier-Combray por el libro de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, ?por qu¨¦ no Aracataca-Macondo?".
Pero lo cierto es que la idea ya est¨¢ tomando forma. Hoy le pondr¨¢n fecha a la consulta popular en la que los 53.000 habitantes -la mitad de ellos, en el casco urbano- podr¨¢n decir s¨ª o no a la propuesta. Ya est¨¢ abierto un concurso -en el que participan todos los artistas locales- para dise?ar el cartel emblema de la campa?a, y a la entrada del pueblo hay una valla inmensa donde se lee: "Bienvenido a Aracataca-Macondo, tierra del realismo m¨¢gico". En un extremo se ve la foto de Gabo, y en el opuesto, la de otro de los hijos ilustres de esta poblaci¨®n del departamento del Magdalena: Leo M¨¢tiz, fot¨®grafo conocido a escala mundial.
El inter¨¦s por modificar el nombre le naci¨® al alcalde hace a?os, pero, como ¨¦l mismo dice, "no hab¨ªa podido ser alcalde para hacerlo". Hace tres meses, en un viaje que hizo a Europa junto a funcionarios de todo el pa¨ªs, se dio cuenta de lo conocido que era su pueblo; tuvo la certeza, entonces, de que su sue?o no era descabellado. Con Gabo no ha hablado a¨²n de su plan; aunque s¨ª estuvo con el escritor el a?o pasado en M¨¦xico. Poco tiempo despu¨¦s, ese pa¨ªs le aprob¨® un proyecto para recuperar el Camell¨®n de los Almendros -sitio nombrado tantas veces en Cien a?os de soledad-. "Ojal¨¢ se realizara una cruzada internacional para recuperar nuestro patrimonio", dice, en tono de lamento. Sabe que el municipio, con una nueva cara, atraer¨¢ m¨¢s turismo -el a?o pasado 3.000 personas lo visitaron, la mayor¨ªa extranjeras- y generar¨¢ otra fuente de empleo para salir de la pobreza. Los cataqueros consumen agua no potable y las finanzas del municipio est¨¢n en rojo. "Tenemos que utilizar a Gabo, en el buen sentido de la palabra, para generar recursos", asegura. Dentro de sus planes est¨¢ tambi¨¦n darle el nombre de Luisa Santiaga M¨¢rquez Iguar¨¢n -madre del Nobel- al hospital de la localidad.
La ¨²ltima palabra la dir¨¢ la asamblea departamental. El alcalde invit¨® a los diputados a Aracataca la semana pasada y les expuso sus razones. S¨®lo en febrero ellos dir¨¢n si Aracataca se convertir¨¢, o no, en Aracataca-Macondo.
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