Las verbenas de la Paloma
Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad", le suelta al frutero una cliente, tras leer la etiqueta de la bolsa de c¨ªtricos: "Tratados con ortofenilfenol, ceras, tiabendazol e imazalil" (?tiene Sanidad presente que las c¨¢scaras se usan en reposter¨ªa?). La fortuna de esta frase, viva 111 a?os despu¨¦s, ilustra la de La verbena de la Paloma, donde la calz¨® el libretista Ricardo de la Vega. ?Es suya o circulaba ya por La Latina? Este barrio madrile?o era un revoltijo de calles y de corralas: muchas desaparecieron al abrirse la Gran V¨ªa de San Francisco, como desapareci¨® la iglesia donde se veneraba a la virgen de la Paloma. La que se alza en su lugar es de 1911. De la Vega escribi¨® La verbena... para el Apolo, templo del teatro por horas. Ofrec¨ªa cada noche cuatro espect¨¢culos diferentes. Ten¨ªa el Apolo una compa?¨ªa con 19 figuras y 50 coristas, y una orquesta de 50 profesores. En la pr¨¢ctica, era un teatro de repertorio, como no existen hoy en Espa?a. Las obras de ¨¦xito permanec¨ªan a?os en cartel. La verbena de la Paloma arras¨®. Ten¨ªa todas las bazas. La m¨²sica de Tom¨¢s Bret¨®n es inspirada, chispeante. Los personajes, de un solo trazo, pero exacto, hablan un lenguaje popular, vivo y directo. Su asunto es de todos los d¨ªas, de diario: la pasi¨®n, los celos.
De la Vega tom¨® el t¨ªtulo de un follet¨®n de Manuel Fern¨¢ndez (completado por un negro: Julio Nombela). Ah¨ª acaba su deuda. Dice que el asunto se lo inspir¨® un mozo de imprenta, cuya novia se dejaba obsequiar por un viejo. Al mes del estreno, La verbena de la Paloma o El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos se mont¨® en Eldorado, de Barcelona, con parecida fortuna. Los empresarios del Teatro Moderno, de Madrid, quisieron coger la estela: emplazaron a cinco autores para que compusieran en tres d¨ªas una obra con el mismo tema. V¨¦ase la simetr¨ªa en el t¨ªtulo: La romer¨ªa del Halc¨®n o El alquimista y las villanas y desdenes mal fingidos. Libretistas y m¨²sicos estaban habituados a escribir sobre la marcha para el teatro por horas. La mayor parte de lo que produjeron cay¨® en el olvido. De la Vega y Bret¨®n se tomaron m¨¢s tiempo. Su obra ha quedado como modelo y cumbre del sainete l¨ªrico. Combina partes de sabor aut¨®ctono, como las siguiriyas Por ser la virgen de la Paloma y la habanera D¨®nde vas con mant¨®n de Manila, con otras deudoras de la ¨®pera c¨®mica francesa e italiana.
Nunca ha dejado de ponerse en escena. Ni en el Madrid sitiado: en 1937 se mont¨® en el Teatro Fuencarral, dirigido por un comit¨¦ obrero (?acaba de ser derribar!). Se llev¨® al cine mudo, con orquestaciones diferentes: para sesenta profesores, para sexteto y para piano. Benito Perojo y Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia la llevaron al sonoro. Buenos Aires tiene un r¨¦cord: en sus teatros hubo cuatro montajes de La verbena... a la vez. Peter Brook proyect¨® ponerla en escena despu¨¦s de Carmen, pero dej¨® el testigo a colaboradores cercanos: Jean-Claude Carri¨¨re hizo la dramaturgia, con direcci¨®n memorable de Alain Maratrat y Alita Baldi, (Festival de Avi?¨®n, 1992). El equipo franc¨¦s entendi¨® el sainete como un tranche de vie, y lo redonde¨® con arias y d¨²os de zarzuela (dura una hora: de ah¨ª lo de teatro por horas), interpretados en la verbena, en castellano. Jos¨¦ Luis Sagi y el Teatro de la Zarzuela optaron por ponerla en programa doble, en 1994. Sergio Ren¨¢n, que estrena esta noche un montaje nuevo en el mismo teatro, vio el de Sagi en Buenos Aires: "Hemos trasladado la acci¨®n a los a?os treinta, para enriquecerla con proyecciones cinematogr¨¢ficas". Comienza en plena calle, con pregones de aguadoras, de vendedoras de anises, yemas y regalices, y de floristas. Bernardo S¨¢nchez ha escrito un pr¨®logo, para completar la duraci¨®n. "T¨ªtulos como ¨¦ste forman parte de la memoria colectiva argentina: en Buenos Aires hay un teatro, el Avenida, dedicado a la zarzuela", dice el director, que cuando estuvo al frente del Col¨®n program¨® Do?a Francisquita, con Mar¨ªa Bayo. El montaje de Calixto Bieito (Festival de Edimburgo, 1996), proletario, barojiano, dio que hablar. Marina Bolla¨ªn hizo el suyo en 2002, en el Hebbel Theater, de Berl¨ªn: respet¨® los cantables en castellano y pas¨® los di¨¢logos a las cinco lenguas de sus int¨¦rpretes. Existe una versi¨®n en ingl¨¦s, The Great Lady of La Paloma, grabada por la Ohio Light Opera.
La verbena de la Paloma. Hasta el 22 de enero. Madrid. Teatro de la Zarzuela.
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