"Encontr¨¦ otra forma de expresarme distinta de la agresividad"
Abril de 2005, telonero de Nancy Sinatra en un teatro madrile?o: derroche de clase. Meses despu¨¦s, Festival de Benic¨¤ssim: emboba con su banda a un centenar mientras se agolpan multitudes ante Keane. Mediados de octubre, tercera visita, Barcelona y Madrid, salas rockeras: silencio absoluto cuando habla y salida por la puerta grande. Surgen dos interrogantes: ?qui¨¦n demonios es Richard Hawley, el guitarrista de la voz de crooner (entre Scott Walker y Elvis Presley) y las melod¨ªas atemporales? ?Y por qu¨¦ ha tardado tanto en grabar sus composiciones y decidirse a cantarlas? El primero resulta sencillo: as ingl¨¦s (Sheffield, 1967) de las seis cuerdas que, tras militar en un tormentoso grupo pop-rock (Longpigs), trabajar de sesionero y ejercer como m¨²sico de directo para sus paisanos Pulp, opta por dar el salto, animado por ¨¦stos. La respuesta al segundo asombra: "Siempre he escrito canciones, pero pensaba que la gente se reir¨ªa de mi voz grave y que no gustar¨ªa algo tan ajeno a los tiempos que corren. Mis amigos de Pulp me salvaron la vida: me hicieron ver que pod¨ªa ir por el mundo disfrutando. Encontr¨¦ otra forma de expresarme distinta de la agresividad", explica un Hawley exhausto tras su extensa gira europea. Tras un mini¨¢lbum y dos largos, ha grabado el tercero, Cole's corner, con el sello Mute, filial de EMI. Hawley posee un target muy amplio: desde los indies al p¨²blico, digamos, m¨¢s cl¨¢sico. "Si eres un ser humano, eres mi audiencia", apunta enf¨¢tico, para proseguir con una loa a su nueva casa ("muy distinta de las multinacionales que he conocido"). Ni siquiera su rechazo a un productor c¨¦lebre propuesto por la compa?¨ªa empa?¨® ese matrimonio.
Hay quien define lo que hace Richard Hawley como countrypolitan. "No s¨¦ qu¨¦ es eso, aunque el country desde luego supone una de mis mayores influencias, adem¨¢s de los discos de la Sun, John Lee Hooker, Link Wray o la steel guitar de Santo & Johnny", refunfu?a el hombre cuya obra parece un tributo eterno a Sheffield, urbe metal¨²rgica. Los t¨ªtulos de sus discos lo corroboran: Cole's corner alude a una esquina de la ciudad, tradicional punto de encuentro para amigos y parejas; Lowedges (2003) es un suburbio de la misma y Late night final (2001), el grito de los repartidores de un diario. "Mi familia lleva 250 a?os en Sheffield. Por cierto, casi todos m¨²sicos. Y yo estoy criando all¨ª a mis tres hijos. Lo que no puedo es fingir algo distinto. En mi m¨²sica trato de aceptarme a m¨ª mismo". Individuo tan sesudo posee tambi¨¦n un perfil de genio chaveta a lo "eureka, lo encontr¨¦": "Cole's corner, el corte que da nombre al disco, me vino mientras columpiaba a mis hijos en el parque. Tuve que salir corriendo con ellos a casa para grabar la melod¨ªa y luego, ante sus llantos, volver a los columpios". El nuevo ¨¢lbum, al que Richard concede cierto poder curativo ("y no ya porque cuando lo acab¨¦ mi padre, enfermo de c¨¢ncer, mejorara sorprendentemente, sino porque para m¨ª ha sido algo necesario tras esos momentos duros"), est¨¢ lleno de inspiraciones imprevistas: navegando junto a un amigo en la costa de Cornualles (The ocean) o en un taxi camino del estudio de grabaci¨®n habitual, en Sheffield, propiedad de su coproductor y bajista, Colin Elliot. Incluso all¨ª mismo: "Est¨¢bamos con los monos y las gafas protectoras acondicionando las paredes de una nueva habitaci¨®n y se me encendi¨® la bombilla. Llenos de polvo, corrimos hacia arriba y registramos The waters of my time en una sola toma. No pod¨ªa mirarles: con la marca de las gafas parec¨ªan osos panda". Hawley ha invitado al legendario Hank Marvin, guitarra de The Shadows, a tocar en su nuevo single e, hiperactivo, tambi¨¦n brilla produciendo a novatos (Hoggboy) o a la hija de Sinatra. "Nancy es genial. Por Navidad mand¨® un paquete enorme con cajas para sombreros llenas de caramelos. Juntas formaban un mu?eco de nieve. No sab¨ªa si darle las gracias o enviarle la cuenta del dentista", concluye.
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