Carles Margarit, cirujano

El repentino fallecimiento en un desgraciado accidente del doctor Carles Margarit, cuando se encontraba en un momento de plenitud profesional, docente e investigadora, ha dejado consternados a los cirujanos de nuestro pa¨ªs, especialmente a los que nos dedicamos al trasplante de ¨®rganos. Jefe del equipo de cirug¨ªa hep¨¢tica y trasplantes del hospital Vall d'Hebron y profesor titular de cirug¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Carles Margarit gozaba de un gran prestigio profesional y personal y contaba con el aprecio incondicional de sus pacientes.

Carles acab¨® la carrera en 1973, con notas muy brillantes y despu¨¦s de ejercer un a?o como m¨¦dico interno en el Hospital Universitario de Bellvitge y tres como residente en el de Vall d'Hebron, se incorpor¨® como m¨¦dico adjunto de cirug¨ªa en Bellvitge. El verano de 1983, despu¨¦s de su regreso de Pittsburg y del m¨ªo de Hanover, donde estuvimos aprendiendo cirug¨ªa hep¨¢tica y sobre todo trasplante hep¨¢tico, decidimos asociarnos a pesar de trabajar en dos servicios de cirug¨ªa diferentes para realizar el primer trasplante de h¨ªgado que se practicaba en nuestro pa¨ªs. El trasplante parec¨ªa una quimera en aquella ¨¦poca, pues s¨®lo hab¨ªa cuatro grupos activos en el mundo y alguno de ellos con resultados regulares. Con la colaboraci¨®n de la mayor¨ªa de los servicios del hospital y de la direcci¨®n m¨¦dica, el trasplante se pudo realizar en febrero de 1984. Los dos ¨¦ramos m¨¦dicos adjuntos y Carles ten¨ªa 34 a?os. En agosto hab¨ªamos hecho diez trasplantes y siete de los pacientes se encontraban ya en casa.

Como hab¨ªa dicho Starzl, pionero mundial en trasplante hep¨¢tico, maestro y amigo de Carles Margarit, la quimera del pasado puede ser realidad en el presente y rutina en el futuro. Aquel trasplante, con su repercusi¨®n medi¨¢tica, aument¨® las donaciones, contribuy¨® a concienciar a la poblaci¨®n y abri¨® una nueva puerta de esperanza para muchos pacientes. Ahora se hacen m¨¢s de mil trasplantes de h¨ªgado al a?o en Espa?a. Hemos pasado de la quimera a la rutina y Carles Margarit ha tenido mucho que ver en este ¨¦xito que todos reconocen.

A finales de los a?os 80 Carles se incorpor¨® al Hospital de Vall d'Hebron, donde inici¨® un nuevo programa de trasplante que en el momento de su muerte hab¨ªa realizado 679 en adultos y 199 en ni?os. En los ¨²ltimos a?os hab¨ªa potenciando los trasplantes de un fragmento de h¨ªgado, y la partici¨®n en dos del ¨®rgano para poder beneficiar con una sola donaci¨®n a dos receptores. Estas t¨¦cnicas entra?an una dificultad t¨¦cnica a?adida muy importante, pero Carles Margarit siempre ha sabido unir el riesgo con la exigencia y la prudencia y ello explica los excelentes resultados que ha obtenido. Ha sido uno de los cirujanos m¨¢s completos que he conocido; dominaba no s¨®lo la cirug¨ªa del h¨ªgado, sino tambi¨¦n la digestiva y tor¨¢cica.

No era solamente un gran t¨¦cnico, era un excelente cl¨ªnico, un gran estudioso y un innovador. Estaba especialmente motivado en estudiar y mejorar la inmunosupresi¨®n, como su maestro Starlz. Su perfil cient¨ªfico viene avalado por 115 publicaciones cient¨ªficas en revistas reconocidas internacionalmente. Detr¨¢s de cierta timidez se escond¨ªa una voluntad de hierro, una gran tenacidad y una capacidad de trabajo admirable. Su actitud y su trayectoria son un ejemplo a seguir por las nuevas generaciones de cirujanos generales y digestivos, especialidad que ahora no est¨¢ entre las preferidas de los MIR por su largo tiempo de aprendizaje, entre otras razones.

Formarse con Carles Margarit ha sido, pese a ello, un privilegio para muchos profesionales. Carles ha pasado a la historia de la medicina de nuestro pa¨ªs y hay muchos que no le olvidaremos nunca. Yo recordar¨¦ siempre el tiempo que trabajamos juntos tan intensamente; recordar¨¦ los sinsabores de una profesi¨®n de alto riesgo emocional, pero tambi¨¦n las inmensas alegr¨ªas que compartimos.

Eduardo Jaurrieta es catedr¨¢tico de Cirug¨ªa y director del Hospital Universitario de Bellvirtge.