Crisis en la prensa francesa
El cors¨¦ de una ley de 1947 ahoga a los diarios de difusi¨®n nacional y amenaza con la desaparici¨®n de los quioscos
La prensa diaria francesa de difusi¨®n nacional ha visto caer sus ventas un 40% desde 1975. Lib¨¦ration ha sufrido un descenso del 20% desde 1990; L'Humanit¨¦, un 65% desde 1981; France Soir, que acaba de presentar suspensi¨®n de pagos, ha perdido un 62% en cinco a?os. Incluso los especializados como el deportivo L'Equipe o el econ¨®mico Les Echos caen, respectivamente, un 18% y un 10%. Tambi¨¦n Le Monde y Le Figaro, los dos buques insignia, sufren una erosi¨®n continuada desde principios de la d¨¦cada de 1990. Todos tienen graves problemas financieros. S¨®lo el diario cat¨®lico La Croix registra una peque?a subida.
Seg¨²n de la OJD del pasado septiembre, Le Monde -participado por PRISA, la empresa editora de EL PA?S- manten¨ªa su hegemon¨ªa entre la prensa nacional, con una difusi¨®n de 363.999 ejemplares, un 2,1% menos que en 2004. Le Figaro bajaba de 341.083 a 338.199. En el ¨²ltimo a?o, ambos rotativos han realizado un cambio a fondo de su formato, han abierto su capital a nuevos socios e incluso se han mudado de sede, abandonando viejos edificios por nuevas instalaciones.
La difusi¨®n de algunos peri¨®dicos regionales supera con creces la de los diarios parisienses
Decir que la prensa escrita, por un sinf¨ªn de razones, pasa por una crisis, es una obviedad, pero el caso de la prensa nacional francesa es especial. A la competencia de los diarios gratuitos, de Internet, al descenso de la publicidad, se le a?aden problemas espec¨ªficos de orden industrial, como lo prueba el que, mientras las ventas de los peri¨®dicos nacionales han ca¨ªdo un 40% en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, los peri¨®dicos regionales s¨®lo han sufrido un descenso del 10%, y la difusi¨®n de peri¨®dicos como France Ouest o Midi Libre est¨¢ muy por encima de la de cualquiera de los rotativos parisienses.
Los expertos coinciden en que el principal problema de la difusi¨®n hay que buscarlo en el cors¨¦ que sobre la distribuci¨®n impone la vieja ley Bichet, de 1947, que establece la mutualizaci¨®n de los costes y crea las Nouvelles Messageries de la Presse Parisienne (NMPP), participada en casi un 50% por Hachette, y la obliga a distribuir todos los t¨ªtulos que se le propongan, los que se venden y los que no. En palabras del soci¨®logo Bernard Girard, es "como si se obligara a los supermercados a disponer de todas las marcas de yogur".
Lo que originalmente se aplicaba s¨®lo a los peri¨®dicos, se extendi¨® m¨¢s tarde a todas las publicaciones, incluidas las revistas, lo que si bien les permite estar presentes en todo el pa¨ªs encarece enormemente la distribuci¨®n. La emergencia de estos semanarios durante la d¨¦cada de los ochenta tambi¨¦n ha sido decisiva para el declive de la prensa diaria parisiense. Los mejores periodistas, los mejores dise?adores e ilustradores, pero tambi¨¦n la mayor parte del pastel publicitario ha ido a parar a Le Nouvel Observateur, Le Point, L'Express, as¨ª como a Paris-Match, entre otros.
Otra de las particularidades de la ley Bichet es que convierte a las NMPP en una especie de banco de los peri¨®dicos. Pagan la totalidad de los ejemplares que se llevan y luego se hacen reembolsar las devoluciones. A cambio, aplican este mismo sistema a los quiosqueros, que tienen que pagar por adelantado lo que les da el distribuidor, que les entrega lo que quiere, no necesariamente lo que piden. No es de extra?ar as¨ª que el n¨²mero de quioscos se vaya reduciendo de una manera alarmante.
Muchos expertos atribuyen buena parte del descenso de la difusi¨®n de los peri¨®dicos parisienses a que a menudo es imposible encontrarlos en la calle. Entre 1995 y 2003 se perdieron casi 4.600 puntos de venta en Francia. En 2004 hab¨ªa 29.200 seg¨²n las cifras de las NMPP, mientras que en Alemania hay 90.000. En Par¨ªs la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s desesperante, ya que el n¨²mero de quioscos se ha reducido de 355 en 2000 a menos de 300. Cada semana cierra un quiosco. No es extra?o, porque, adem¨¢s de tener que gestionar los entre 1.000 y 3.000 productos que les da el distribuidor y pagarlos por adelantado, su comisi¨®n es del 13%, comparada con el 20% en Alemania o el 25% en Reino Unido y EE UU.
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