Desconfianzas
La desconfianza mutua entre Europa y EE UU puede acabar repercutiendo negativamente en la propia Uni¨®n Europea. La UE est¨¢ atravesando una crisis de liderazgo y de identidad, que empeorar¨ªa si esta semana, o a m¨¢s tardar en marzo, el Consejo Europeo no llegase a un acuerdo sobre su marco presupuestario para 2007-2013. No hay verdadera reflexi¨®n sobre qu¨¦ hacer con la no nata Constituci¨®n Europea, a la espera de las elecciones en Francia en 2007. Europa est¨¢ en un proceso de renovaci¨®n de sus dirigentes que durar¨¢ dos a?os m¨¢s como poco. Empez¨® inesperadamente con Zapatero en Espa?a, luego con Merkel -forzando una gran coalici¨®n-, Polonia con un Gobierno que no cree en esto, y est¨¢ por ver qu¨¦ pasa en Italia mientras que Blair ceder¨¢ la batuta pr¨®ximamente.
En cuanto a la relaci¨®n transatl¨¢ntica, cuando se estaba recuperando de la crisis provocada por la guerra de Irak, llega un nuevo golpe a la confianza mutua con las revelaciones sobre los vuelos secretos de la CIA para la "entrega extraordinaria" de prisioneros en la guerra contra el terrorismo. En su viaje a Europa, en el que esta cuesti¨®n ha tapado las dem¨¢s, Condoleezza Rice poco ha desvelado, y, sin prop¨®sito de enmienda, ha venido a decir que Estados Unidos lo hace por nuestro bien. En general, sus aliados europeos han preferido no presionar excesivamente, aunque el tema est¨¢ ahora en manos de los jueces en diversos pa¨ªses, con lo que no desaparecer¨¢. Revela una distancia transatl¨¢ntica sobre el valor y contenidos del derecho internacional. Estos hechos, junto a la torturada definici¨®n de lo que se considera tortura -y que ha provocado un nuevo enfrentamiento de EE UU con la ONU-, socavan a¨²n m¨¢s la legitimidad exterior de la superpotencia, que ¨¦sta necesita aunque no lo reconozca.
Estos casos afectan no s¨®lo a las relaciones con EE UU, sino, sobre todo, a las internas entre unos europeos en proceso tambi¨¦n de reajuste de sus ejes internos y externos. Est¨¢ por ver qu¨¦ sab¨ªan realmente algunos Gobiernos de estos vuelos de la CIA. Alemania, al menos, estaba al tanto del caso del ciudadano alem¨¢n de origen liban¨¦s, Al Masri. Si se confirman las revelaciones de c¨¢rceles secretas de EE UU en varios lugares de Europa -Human Rights Watch mencion¨® Polonia y Rumania, que lo han negado- entonces la desconfianza entre algunos europeos se ahondar¨¢, con graves consecuencias. Los Tratados de la Uni¨®n Europea y de Niza permiten abrir un procedimiento de suspensi¨®n de derechos de voto y otros al Estado miembro infractor en estos valores b¨¢sicos si es miembro de la UE. Y si no ha ingresado, su incorporaci¨®n podr¨ªa retrasarse.
Por su parte, la Administraci¨®n Bush est¨¢ pol¨ªtica, militar y financieramente paralizada por la guerra de Irak y algunos esc¨¢ndalos internos o de los republicanos, aunque haya recuperado el control del debate tras conseguir desplazar el que ped¨ªa un calendario de retirada. Pero la matanza, entre otras, esta semana de 35 oficiales del nuevo Ej¨¦rcito iraqu¨ª es un ejemplo de lo dif¨ªcil que lo tendr¨¢ EE UU para iraquizar la seguridad y reducir sus tropas. El calendario obliga: los republicanos saben que si en las elecciones de noviembre pr¨®ximo pierden el control de cualquiera de las dos partes del Congreso, los dem¨®cratas pondr¨ªan en marcha comisiones de investigaci¨®n para desvelar todo lo que ha rodeado a la guerra de Irak y otras cosas. A la vez, reactivadas con la mala marcha de la invasi¨®n de Irak, empiezan a volver a despertarse las tendencias aislacionistas en la opini¨®n publica estadounidense. Y perdurar¨¢n.
Incluso en este enredo de la UE y transatl¨¢ntico pueden darse avances en el papel en las negociaciones con Ir¨¢n, la presencia en Rafah, la misi¨®n de la OTAN en Afganist¨¢n, e incluso una nueva "transformaci¨®n" de la Alianza en 2006, si es que es necesaria. No estamos ya en la Guerra Fr¨ªa ni en un sistema de equilibrio de poderes. El eje transatl¨¢ntico, muy diferente de lo que fue, es una de las estructuras b¨¢sicas del mundo. No va mal, pero si se agarrotase, su vac¨ªo no lo llenar¨ªa ning¨²n pa¨ªs; si acaso, movimientos transnacionales perversos. Habr¨ªa, eso, un vac¨ªo estrat¨¦gico. aortega@elpais.es
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