Las sospechas persiguen a Hwang, el pionero coreano de la clonaci¨®n

Como una bola de nieve, sigue aumentando la desconfianza hacia el cient¨ªfico coreano que hace s¨®lo dos meses era considerado el autor de los mayores logros de los ¨²ltimos a?os en clonaci¨®n. Tras haberse visto forzado a reconocer hace 20 d¨ªas que en su trabajo se produjeron tropezones ¨¦ticos, seg¨²n los criterios internacionales, Woo-suk Hwang, de 52 a?os, tuvo que ser internado la semana pasada en el mismo hospital universitario donde trabaja. Sigue siendo un h¨¦roe en Corea del Sur, pero incluso all¨ª est¨¢ siendo objeto de una investigaci¨®n que se extender¨¢ hasta la base misma de sus logros: la clonaci¨®n de embriones humanos y la derivaci¨®n de ellos de c¨¦lulas madre para fines terap¨¦uticos, as¨ª como la primera clonaci¨®n de un perro, considerada por la revista Time el invento del a?o.

El cient¨ªfico coreano fue hospitalizado la pasada semana por agotamiento

Incluso la revista cient¨ªfica Science, que public¨® la mayor parte de estos resultados en 2004 y 2005, ha tenido que matizar que, por ahora, no hay indicios de que se haya producido fraude, aunque reconoce que la situaci¨®n es "complicada". Science s¨ª acepta lo que considera un error sin m¨¢s consecuencias en las fotograf¨ªas que acompa?aban al art¨ªculo de 2005 en el que Hwang comunic¨® la producci¨®n de 11 l¨ªneas de c¨¦lulas madre embrionarias derivadas de pacientes con diversas enfermedades, lo que abrir¨ªa la puerta a tratamientos sin riesgo de rechazo. Algunas im¨¢genes est¨¢n repetidas.

Hwang se reincorpor¨® el pasado lunes a su laboratorio, tras permanecer hospitalizado desde el mi¨¦rcoles anterior por agotamiento, informa Reuters. Ese mismo d¨ªa la Universidad Nacional de Se¨²l anunci¨® el inicio de una investigaci¨®n, pedida por el mismo Hwang, para aclarar definitivamente las dudas sobre si son ciertos los espectaculares resultados publicados.

El cient¨ªfico ha sido atacado tambi¨¦n en medios de comunicaci¨®n de su pa¨ªs, que han puesto en duda los resultados bas¨¢ndose en testimonios de antiguos colaboradores. Entre ellos no est¨¢n las dos becarias de su laboratorio que donaron sus ¨®vulos para la primera clonaci¨®n de embriones humanos, publicada en 2004, algo considerado ¨¦ticamente inaceptable. Hwang reconoci¨® el pasado 24 de noviembre que se hab¨ªan producido estas donaciones, pero sin su conocimiento, y que, cuando lo supo, tiempo despu¨¦s, no lo revel¨® por miedo a las consecuencias.

Science ha decidido ya rectificar la frase del art¨ªculo de 2004 seg¨²n la cual las donaciones de los casi 250 ¨®vulos fueron desinteresadas. De hecho, algunas de las mujeres donantes recibieron unos 1.200 euros cada una de manos de un estrecho colaborador de Hwang. Este reclutamiento interesado, entonces no regulado en Corea del Sur, fue reconocido el mes pasado por este colaborador, quien afirm¨® que, una vez m¨¢s, Hwang no ten¨ªa conocimiento de lo que pasaba a su alrededor.

Por su parte, Gerd Schatten, el ¨²nico colaborador estadounidense de Hwang, que fue el que desat¨® el actual esc¨¢ndalo al anunciar su ruptura con el cient¨ªfico coreano el 12 de noviembre, aduciendo motivos ¨¦ticos, est¨¢ siendo investigado tambi¨¦n por la Universidad de Pittsburgh, a la que pertenece. Se trata de aclarar el tema de las fotograf¨ªas repetidas en el art¨ªculo de 2005, del que fue coautor.

La reputaci¨®n de Hwang es considerado un tema de inter¨¦s nacional en Corea del Sur, cuyo Gobierno se ha implicado fuertemente en facilitar su trabajo, estableciendo, entre otras cosas, el correspondiente marco ¨¦tico. El pasado jueves, el ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Myung Oh, visit¨® a Hwang en el hospital y coment¨® despu¨¦s que ¨¦ste se encontraba muy desalentado y no quer¨ªa seguir trabajando en clonaci¨®n, inform¨® The Korea Times. Ese mismo d¨ªa se inaugur¨® un centro de investigaci¨®n que lleva el nombre de Hwang para trasplantes de ¨®rganos de cerdos a humanos, un tema en el que tambi¨¦n ha trabajado. Por su parte, 43 diputados surcoreanos, de diversos partidos, han establecido una organizaci¨®n de apoyo a Hwang y dos diputadas se han unido tambi¨¦n a otro grupo formado para canalizar las donaciones desinteresadas de ¨®vulos para investigaci¨®n.

Sin embargo, no todo son parabienes sobre la forma de trabajo de Hwang. Es posible que haya dado en el clavo un comentario de prensa publicado la pasada semana, que inclu¨ªa la siguiente frase: "Los problemas [de Hwang] provienen de la tendencia, prevalente en la sociedad coreana, a ignorar o minusvalorar el proceso por el cual obtenemos nuestros objetivos".