Memoria y deseo

El recital hab¨ªa ya agotado su programa oficial e incluso se hab¨ªa prolongado con unas seguidillas. Fue entonces el momento que Mar¨ªa Bayo eligi¨® para enfrentarse al aria Lascia ch'¨ªo pianga del personaje de Almirena en la ¨®pera Rinaldo, de H?ndel. La memoria salt¨® de inmediato al teatro de La Zarzuela en abril de 1991. Estaba revalidando la fascinaci¨®n que hab¨ªa causado en Madrid un a?o antes con su Susana de Las bodas de F¨ªgaro. Volv¨ªa a resucitar aquel aria de inolvidable recuerdo en su voz, con parsimonia, con delectaci¨®n, con una intensidad expresiva escalofriante, y el p¨²blico reaccion¨® con una explosi¨®n de bravos tan atronadora que la cantante dio un paso atr¨¢s como arrastrada por la fuerza de un hurac¨¢n. Necesitaba Mar¨ªa Bayo este triunfo en Madrid. El recital hab¨ªa discurrido con gran correcci¨®n y se hab¨ªa cerrado con esas gotas de memoria y pasi¨®n. L¨®pez Banzo y Al Ayre Espa?ol demostraron su alt¨ªsimo nivel de calidad con sus acompa?amientos a H?ndel, su deslumbrante lectura de la sinfon¨ªa La casa del Diavolo, de Boccherini, y la admiraci¨®n con la que puntualizaron la m¨²sica de Nebra. El recital se inscribe en una gira que ha recalado ya en Hamburgo, Zaragoza y San Sebasti¨¢n, y esta tarde lo har¨¢ en Bilbao.