El arquitecto Shigeru Ban defiende la resistencia de sus edificios con papel
El trabajo con nuevos materiales centr¨® su intervenci¨®n en el foro internacional de Vitori a
De la fragilidad de los edificios entienden mucho los responsables de la restauraci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa de Vitoria; tambi¨¦n de la voluntad de servicio de la arquitectura. Quiz¨¢s por ello no extra?ase ayer la presencia de Shigeru Ban en la primera edici¨®n del Foro Internacional sobre Arquitectura y Sociedad, que la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa organiz¨® en la capital alavesa. El arquitecto japon¨¦s, autor del premiado pabell¨®n de su pa¨ªs en la Expo de Hannover, es conocido por sus trabajos con nuevos materiales, econ¨®micos y supuestamente fr¨¢giles, como los tubos de cart¨®n reciclado, con los que ha construido edificios que nacieron con voluntad temporal, pero que sobreviven con ¨¦xito al paso de los a?os.
Shigeru Ban ha proyectado obras monumentales casi sin pretenderlo, aunque era consciente de la singularidad de sus investigaciones sobre distintos materiales en principio fr¨¢giles como el papel reciclado o el bamb¨², en el siglo del hormig¨®n y el acero. Corr¨ªa 1985, cuando comenz¨® a investigar las posibilidades de las estructuras de cart¨®n. Diez a?os m¨¢s tarde, ofreci¨® a los fieles de Kobe (Jap¨®n) una iglesia que reemplazase la que hab¨ªan perdido con el terremoto. La mejor met¨¢fora para explicar la fragilidad de las construcciones humanas y la futilidad de la vida.
Pero, "la resistencia y la durabilidad de un edificio no tiene nada que ver con la resistencia de sus materiales", explic¨® ayer Shigeru Ban. Es m¨¢s, "podemos ver c¨®mo edificios de hormig¨®n caen con un terremoto, que no podr¨¢ destruir mi edificio construido con papel", a?adi¨®. De momento, Kobe no ha sufrido otro terremoto de importancia, pero la iglesia de Ban s¨ª se ha convertido en una de las referencias de otra forma de entender la arquitectura, quiz¨¢s m¨¢s humilde y humana.
Atender a las minor¨ªas
"Antes de la revoluci¨®n industrial, los arquitectos s¨®lo trabajaban para las clases pudientes; con la revoluci¨®n industrial, atendieron a las clases medias y a los obreros; ahora, tambi¨¦n atendemos a las minor¨ªas". El arquitecto japon¨¦s se refiere a su labor en el dise?o de campamentos de refugiados para la ONU. Son conocidas sus tiendas de campa?a de papel para las v¨ªctimas de la guerra civil de Ruanda, y ahora colabora en la atenci¨®n a los afectados por el terremoto de Pakist¨¢n.
Es una obligaci¨®n moral como arquitecto, en opini¨®n de Ban. "Detr¨¢s de las cat¨¢strofes, cada vez hay m¨¢s una responsabilidad del hombre. Y hay arquitectos que tambi¨¦n son culpables", dijo en una mesa redonda en la que estuvo acompa?ado por el premio nacional de Arquitectura de 2001, Carlos Ferrater, y el premio FAD de Arquitectura 2004, Patxi Mangado. ?ste ¨²ltimo, responsable del proyecto del futuro Museo de Arqueolog¨ªa de ?lava, llam¨® la atenci¨®n ante la creciente imposici¨®n de una arquitectura del parecer sobre otra del ser. "Creo que hay que apostar menos por el espect¨¢culo y m¨¢s por una arquitectura de servicio, transgresora, que ofrezca m¨¢s a la sociedad de lo que ella propone, que es el mercado", apunt¨®.
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