P¨¦rez Herrero estrena con dos a?os de retraso su pel¨ªcula m¨¢s personal

En el verano de 2003, Vicente P¨¦rez Herrero rodaba entre Sagunto y Valencia Cien maneras de acabar con el amor, su cuarto largometraje. Un elenco formado por lo m¨¢s granado de la escena valenciana, un equipo y una productora aut¨®ctona, Indigomedia, hac¨ªan presagiar que aquel filme iba a significar el punto de inflexi¨®n de la cinematograf¨ªa valenciana. Dos a?os despu¨¦s, ayer se estren¨® en Valencia.

La pel¨ªcula ha recorrido un exitoso periplo por diversos festivales (M¨¢laga, Pe?¨ªscola, Bogot¨¢) y ha recolectado premios cuyo principal bot¨ªn son los cinco galardones en los Premis Tirant y los cuatro del apartado de producciones valencianas de la Mostra de Val¨¨ncia.

Pero han tenido que pasar m¨¢s de dos a?os para que Cien maneras de acabar con el amor se estrenara comercialmente. Hoy comienza su distribuci¨®n con cuatro copias, que se ver¨¢n en Valencia, Madrid, Barcelona y Valladolid, y ayer tuvo lugar la presentaci¨®n oficial del filme en los cines Babel de la capital valenciana. "Es casi m¨¢s dif¨ªcil estrenar una pel¨ªcula que hacerla", dice el productor Emilio Oviedo, quien reconoce que, pese al reconocimiento que ha tenido el filme en los diversos cert¨¢menes en los que se ha proyectado, "desgraciadamente los premios cada vez sirven para menos". Para Vicente P¨¦rez, la tardanza tiene otras razones: "El cine est¨¢ estructurado sobre ciertos gustos y eso hace que las distribuidoras busquen un tipo de pel¨ªculas que, si haces cine independiente, no tiene cabida en sus planes".

Y es que Cien maneras de acabar con el amor no es una pel¨ªcula al uso. Cuenta, en clave de filme coral, los amores y desamores de un grupo de personajes que quedan en una gran ciudad durante un largo puente estival. "Trata sobre la imposibilidad de amar, sobre esa realidad que vivimos hoy en d¨ªa, cuando todo sucede tan r¨¢pido que hasta el amor se convierte en algo vol¨¢til", explica el director madrile?o de origen valenciano, quien confiesa que en el gui¨®n, "que reescrib¨ªa casi cada d¨ªa mientras estaba rodando la pel¨ªcula", hay mucho de autobiogr¨¢fico. Protagonizada por Sergi Calleja y Rosanna Pastor, la cinta recuerda en su estructura a Vidas cruzadas, de Robert Altman, pues en ella "se entrecruzan los personajes, lo que me sirve para obtener m¨¢s matices de cada uno de ellos", afirma. Es, sin duda, la pel¨ªcula m¨¢s personal de este at¨ªpico director, acostumbrado a contar historias corrientes y lejos de los c¨¢nones del cine comercial. Quiz¨¢ por eso, Cien maneras de acabar con el amor ha visto la luz m¨¢s tarde que su quinto filme, el documental La piel vendida, estrenado el pasado mes de julio.