Medio Ambiente inicia la reforestaci¨®n de la zona incendiada en Cazorla en 2001

Han pasado ya m¨¢s de cuatro a?os desde el incendio que afect¨® a uno de los puntos m¨¢s sensibles del parque natural de Cazorla (Ja¨¦n): su puerta de entrada, en el puerto de Las Palomas. Oficialmente resultaron calcinadas 836 hect¨¢reas -muy por debajo de las casi 6.000 quemadas este verano en el otro extremo del parque, en las sierras de Las Villas y Segura-, pero su trascendencia fue enorme por el grave impacto visual que el fuego provoc¨®.

Despu¨¦s de varios intentos infructuosos por la regeneraci¨®n natural de esta zona, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente ha decidido finalmente iniciar los trabajos de reforestaci¨®n con el fin de restaurar uno de los montes m¨¢s emblem¨¢ticos del parque.

Los intentos por conseguir la regeneraci¨®n natural del paraje, tal y como aconsejaron los expertos de la Universidad de Ja¨¦n, "han sido infructuosos", reconoce la delegada provincial de Medio Ambiente, Amparo Ram¨ªrez. Esto ha llevado a Medio Ambiente a iniciar las tareas de reforestaci¨®n, trabajos de gran complejidad por la orograf¨ªa del terreno y el tama?o de los ¨¢rboles que hay que cortar, as¨ª como por el riesgo para los operarios que trabajen en ellas. La masa forestal de la zona es de casi 10 metros de altura y unos 30 cent¨ªmetros de di¨¢metro por ¨¢rbol afectado, en su mayor parte en un avanzado estado de podredumbre.

La imposibilidad por lo escarpado de utilizar maquinaria pesada para cortar y arrastrar los troncos obliga a que sean operarios los que directamente tengan que efectuar los trabajos, "una situaci¨®n para la que se extremar¨¢n las precauciones, debido a que la direcci¨®n del derribo es dif¨ªcil de predecir", apunta la delegada de Medio Ambiente.

Los trabajos se llevar¨¢n a cabo con tractores-oruga que cuentan con sistemas de arrastre de troncos, y con los que se proceder¨¢ a la retirada de una buena parte de los ¨¢rboles afectados por el incendio. La complejidad de los trabajos obliga a poner en marcha planes de prevenci¨®n de riesgos y medidas de seguridad. En este sentido, la empresa p¨²blica Egmasa acotar¨¢ el per¨ªmetro que ser¨¢ tratado mediante una malla met¨¢lica que impida que haya desprendimientos de madera o piedras que puedan llegar a la carretera cercana o afectar a zonas del cercano t¨¦rmino municipal del Burunchel, en La Iruela.

"Era una vieja reivindicaci¨®n de los hosteleros y vecinos de la zona, y agradecemos que por fin se lleve a efecto", se?ala Jos¨¦ Ayala, vicepresidente de la Federaci¨®n de Hosteler¨ªa y due?o de un establecimiento en el parque, muy cerca de la zona calcinada en 2001. Ayala pone como ejemplo del impacto visual del fuego en el puerto de Las Palomas que este verano hubo alguna televisi¨®n de ¨¢mbito nacional que difundi¨® im¨¢genes de este paraje para informar sobre el incendio de Las Villas, a m¨¢s de 40 kil¨®metros de distancia. "El da?o para el turismo ha sido tremendo", admite el empresario.

La Consejer¨ªa de Medio Ambiente inici¨® en diciembre de 2001 la primera fase de los trabajos de recuperaci¨®n de las 836 hect¨¢reas calcinadas, todo ello con un presupuesto de m¨¢s de tres millones de euros y con el fin de garantizar la regeneraci¨®n natural de toda la superficie incendiada, frenar la erosi¨®n y evitar la aparici¨®n de plagas. Ya entonces se admit¨ªa que deb¨ªan transcurrir al menos 30 a?os para la restauraci¨®n total del enclave.

Las primeras actuaciones consistieron en la eliminaci¨®n de 2.054 ¨¢rboles afectados por el fuego, alineados a lo largo de unos dos kil¨®metros de la carretera A-319 que transita por el interior del espacio natural. Asimismo, se construyeron una serie de albarradas (diques de contenci¨®n) encaminadas a restaurar el r¨¦gimen hidrol¨®gico de los terrenos siniestrados. Esas tareas reforzaron los arroyos, reteniendo los sedimentos acumulados en su interior y evitando la erosi¨®n del terreno con motivo de las crecidas de los cursos.

El plan inclu¨ªa la instalaci¨®n de un cercado mediante el trazado de una malla cineg¨¦tica de 16 kil¨®metros con postes de madera y zapatas de hormig¨®n, todo ello con la finalidad de ayudar m¨¢s eficazmente a la regeneraci¨®n natural de la cubierta vegetal y protegi¨¦ndola tanto del ganado itinerante como de la fauna silvestre.

El director del parque natural, Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, explica que la reforestaci¨®n de la zona incendiada incidir¨¢ en especies t¨ªpicas del sotobosque Mediterr¨¢neo, entre ellas el romero. Destaca tambi¨¦n el aprovechamiento de las oquedades del monte para la plantaci¨®n de flora aut¨®ctona. S¨¢nchez a?ade que buena parte de los ¨¢rboles quemados se incorporar¨¢n al suelo previa trituraci¨®n, para as¨ª evitar cualquier especulaci¨®n.