Sean Penn vuelve al 'corredor de la muerte'
Dead Man Walking!, grita el carcelero del corredor de la muerte ante el lento avance del reo que va a ser ejecutado. Quien est¨¢ esposado de manos y pies y viste un mono naranja es Sean Penn interpretando al asesino y violador convicto Matthew Poncelet en la pel¨ªcula del mismo nombre que el siniestro grito (en Espa?a se estren¨® bajo el t¨ªtulo de Pena de muerte). Era el a?o 1995 y, bajo la direcci¨®n de Tim Robbins, Sean Penn sufr¨ªa la m¨¢xima pena en la ficci¨®n. En la realidad, el actor californiano es un f¨¦rreo activista contrario a la pena de muerte. En la madrugada del martes, las c¨¢maras de los fot¨®grafos captaban entre cientos de personas a un an¨®nimo Sean Penn que miraba angustiado hacia las ventanas del edificio dentro del cual el Estado de California quitaba la vida al preso de 51 a?os Stanley Tookie Williams. Durante 35 largos y crueles minutos se perpetr¨® un "homicidio legal", seg¨²n define las ejecuciones en "nombre de los Estados" Amnist¨ªa Internacional.
El hombre que coincidi¨® con Schwarzenegger practicando la halterofilia en Los ?ngeles proclam¨® su inocencia hasta el ¨²ltimo momento
No era la primera noche que Penn se un¨ªa a una vigilia en protesta por una ejecuci¨®n. No ser¨¢ la ¨²ltima. El Estado de California prev¨¦ quitar la vida a Clarence Ray Allen, de 76 a?os -ciego, en silla de ruedas y el preso de m¨¢s edad que va a ser ejecutado en Estados Unidos desde que en 1976 se reinstaur¨® la pena de muerte-, con una inyecci¨®n letal el pr¨®ximo 16 de enero. A la misma hora y en el mismo lugar: pasado un minuto de la medianoche en el penal de San Quint¨ªn. All¨ª estuvo tambi¨¦n la hermana Helen Prejean, vida en la que se inspira la pel¨ªcula Pena de muerte. "T¨² matas y nosotros matamos. Desgraciadamente, eso es lo que Estados Unidos est¨¢ haciendo", declar¨® la religiosa.
Como la pel¨ªcula Pena de muerte, la ejecuci¨®n de Stanley Tookie Williams ha resultado controvertida. ?Se trata de un dram¨¢tico paso m¨¢s hacia la abolici¨®n de la pena de muerte por la oposici¨®n que ha levantado? ?O se est¨¢ ante un sistema de justicia que funciona como una m¨¢quina bien engrasada y ha librado a la sociedad de un brutal criminal? Defienden lo primero quienes consideran la pena de muerte un castigo "cruel, inhumano y degradante". Necesitan lo segundo algunas familias de las v¨ªctimas y otros ciudadanos porque consideran que tiene un poder curativo, el de poder "pasar p¨¢gina".
Ambas preguntas se plantearon el d¨ªa despu¨¦s de la ejecuci¨®n m¨¢s publicitada de una pena capital en a?os. Actores de Hollywood tildando a un antiguo compa?ero de "asesino de sangre fr¨ªa". Terminator convertido en Ejecutator. El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, desestimaba el pasado lunes cualquier posibilidad de perd¨®n para Williams porque ¨¦ste no hab¨ªa mostrado "arrepentimiento". Hasta el ¨²ltimo momento, el hombre que coincidi¨® practicando la halterofilia con Schwarzenegger en el gimnasio Muscle Beach de Los ?ngeles proclam¨® su inocencia. No pod¨ªa arrepentirse de unos asesinatos que, seg¨²n ¨¦l, no hab¨ªa cometido. Williams mantuvo ser inocente a pesar de que haberse declarado culpable le pod¨ªa haber salvado la vida. "Sin disculpas ni arrepentimiento por esos asesinatos absurdos y brutales no puede haber redenci¨®n", declaraba el gobernador. "Ha tenido un castigo justo", dijo Laura Owens, hermana de Albert Owens, la primera v¨ªctima de Williams. Owens contempl¨® desde la primera fila con los labios fruncidos y el rostro impenetrable la ejecuci¨®n del asesino de su hermano. Manifest¨® "descansar" tras haber comprobado con sus "propios ojos" la agon¨ªa de Williams a trav¨¦s del cristal que separaba al p¨²blico de la c¨¢mara de la muerte de San Quint¨ªn.
Una agon¨ªa de 13 minutos
Fundador de la banda callejera Crips en la d¨¦cada de los setenta, Williams fue acusado de cuatro asesinatos ocurridos entre febrero y marzo de 1979 -cuando murieron a tiros el dependiente de una tienda y una pareja de inmigrantes y una hija de ambos en el asalto a un motel- y condenado a muerte en 1981. Desde entonces vivi¨® encerrado en el corredor de la muerte de la prisi¨®n de San Quint¨ªn, a la espera de que el Estado le quitase la vida. A los 51 a?os, Williams mor¨ªa el pasado martes tras una agon¨ªa de 13 minutos en un proceso de 35, de los cuales llev¨® 12 encontrarle una vena en la que inyectarle la dosis mortal de productos qu¨ªmicos, sin especificar, que le fue aplicada. Muchos famosos y actores de Hollywood se han implicado a fondo en el caso y reclamaban que se conmutara la condena por la de cadena perpetua argumentando que Stanley Williams, a quien se propuso para el Nobel de la Paz, se hab¨ªa redimido despu¨¦s de haber escrito cuentos infantiles y libros donde ofrec¨ªa las claves a los j¨®venes para estar alejados de las calles.
Hollywood contra Schwarzenegger
EL "FACTOR CELEBRIDAD" ha sido determinante en la amplia repercusi¨®n medi¨¢tica dada al caso Williams no s¨®lo en Estados Unidos, sino m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Porque no s¨®lo es que quienes apoyaban a Williams y se opon¨ªan a que se aplicara su sentencia fueran renombrados y oscarizados actores de Hollywood -Penn; Jamie Foxx, que protagoniz¨® la pel¨ªcula para televisi¨®n Redemption, basada en la vida de Williams-, Mike Farrel -coprotagonista de la serie MASH- o famosos raperos como Snoop Dogg -ex miembro de los Crip- y cantantes m¨ªticas como Joan Baez. Es que el hombre que neg¨® el perd¨®n atrae las c¨¢maras por s¨ª solo. En su momento de m¨¢s baja aceptaci¨®n por los votantes -por debajo incluso que el presidente George W. Bush-, el Partido Republicano mirando de reojo sus movimientos ante la reelecci¨®n para el cargo en menos de un a?o, y tras haber perdido todos los referendos planteados hace un mes, el gobernador Schwarzenegger opt¨® por mantener la tradici¨®n y no tuvo clemencia: Williams se convert¨ªa as¨ª en el reo n¨²mero 12 ejecutado en California tras la reinstauraci¨®n de la pena de muerte en el pa¨ªs y el n¨²mero 1.003 de la naci¨®n.
N¨²meros en un pa¨ªs que arroja cada d¨ªa m¨¢s cifras negativas para la pena de muerte. En 1994, la pena de muerte era respaldada por el 80% de la poblaci¨®n, seg¨²n el ¨²ltimo sondeo Gallup. Esa cifra es ahora del 64%. Y si se plantea la alternativa de que los criminales culpables sean condenados a cadena perpetua sin posibilidad de salir de la c¨¢rcel, el apoyo a la pena de muerte se reduce al 50%. Un 40% de la poblaci¨®n cree que el m¨¢ximo castigo se aplica de manera injusta. Los negros s¨®lo conforman un 12% de la poblaci¨®n, y, sin embargo, alcanzan el 42% de los condenados, seg¨²n la NAACP. En los 38 Estados que aplican la pena de muerte, el 98% de los fiscales son blancos y s¨®lo un 2% negros o latinos. Como le dice Matthew Poncelet -Sean Penn- a la hermana Helen Prejean -Susan Sarandon- en la pel¨ªcula Pena de muerte: "No hay nadie con dinero en el corredor de la muerte".
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