La inc¨®gnita de Evo Morales
El eventual triunfo del dirigente cocalero despierta entre los bolivianos tanta esperanza como miedo
Llegan cada ma?ana, a eso de las siete, y colocan en la acera sus maletines desgastados con los r¨®tulos de colores "Alba?il", "Plomero", "Pintor". Y luego se sientan a esperar a que alguien venga a contratarlos. Javier, Bernardo y Santos llevan muchos a?os acudiendo a la plaza Von Humboldt, al sur de La Paz, la capital administrativa de Bolivia. "Hay d¨ªas en que no nos movemos de aqu¨ª. Y a veces nos contratan seis meses o un a?o para construir casas", explica Santos. "?Qu¨¦ lindo fuera que otro trabajo nos esperase! Con la crisis estamos muy justos, apenas para sobrevivir".
Hoy est¨¢n molestos porque la gente del Poder Democr¨¢tico y Social (Podemos), del centroderechista Jorge Quiroga, les ha colocado encima una pancarta. Ellos prefieren a Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), favorito en las elecciones generales que se celebran hoy, aunque sin la mayor¨ªa absoluta requerida para formar gobierno. "Se necesita un presidente con mano dura. Aqu¨ª cada quien vela por su inter¨¦s", sentencia Bernardo, el fontanero. "En Estados Unidos hay dos partidos, y en este pa¨ªs tan chiquito tenemos 18, sin proyectos, s¨®lo para medrar. Por eso no adelantamos. Bolivia tiene trigo, papa, pa'hacer fierro, p¨®lvora, mineral... Pero desde Melgarejo todos los presidentes robaron de lo lindo". "La mucha ignorancia nos lleva a elegir mal", interviene Javier, el alba?il. "Ahora apostamos a un gobierno de nuestra salsa..., pero nunca se sabe. De repente, El Evo nos da la espalda y estamos jodidos".
El 70% de los 8,2 millones de bolivianos es pobre, pese a la riqueza del pa¨ªs
Su idea de liquidar el "neoliberalismo de un sopapo" hace temer la fuga de inversiones
Bolivia, pa¨ªs de 8,2 millones de habitantes y enorme riqueza agr¨ªcola y mineral (es la segunda reserva de gas de Suram¨¦rica), apenas ha crecido un 1% anual como media en los ¨²ltimos 50 a?os. Un 70% de la poblaci¨®n vive en la pobreza. La desastrosa pol¨ªtica estatista impulsada en 1952, que acab¨® en una hiperinflaci¨®n, dio paso, hace 20 a?os, a un proceso de liberalizaci¨®n econ¨®mica y privatizaciones que atrajo inversi¨®n extranjera, pero que tampoco mejor¨® las condiciones de vida. La frustraci¨®n social es inmensa y Evo Morales la ha sabido capitalizar.
Para muchos bolivianos, hartos de los esclerotizados y corruptos partidos tradicionales, este aimara de 46 a?os, dirigente de los sindicatos cocaleros y diputado desde 1997, se ha convertido en la gran esperanza. Sus promesas de redimir a los "vilipendiados" de Bolivia, los campesinos ind¨ªgenas, han calado, seg¨²n las encuestas, en un tercio de los votantes. "Evo encarna la revancha hist¨®rica, ideol¨®gica, ¨¦tnica, de clases...", se?ala la periodista Mery Vaca.
Los mismos sondeos reflejan, sin embargo, que Morales es tambi¨¦n el dirigente m¨¢s rechazado por otro tercio de los votantes, que ven en ¨¦l a un "peque?o tirano" tan hambriento de poder como para derrocar a dos presidentes sacando a las turbas a la calle. Las amenazas de movilizaciones si el Congreso, encargado de dirimir la segunda vuelta, no ratifica su victoria han agudizado esa percepci¨®n. Adem¨¢s, su intenci¨®n de liquidar "el neoliberalismo de un sopapo" hace temer la fuga de la cada vez m¨¢s reducida inversi¨®n extranjera y el hundimiento econ¨®mico.
Las consignas sobre el imperialismo y las an¨¦cdotas de su infancia pobre, dicen los analistas, son ¨²tiles en campa?a, pero no le van a servir de mucho si Evo asume la jefatura del Estado. Voluntarioso y consciente de sus limitaciones, el l¨ªder cocalero ha recurrido a un grupo de intelectuales de izquierda que han articulado el programa de gobierno.
El candidato a la vicepresidencia ?lvaro Garc¨ªa Linera es un brillante soci¨®logo que se jacta de haber le¨ªdo a los 15 a?os los tres tomos de El capital. En 1990 se uni¨® al indigenista Ej¨¦rcito Guerrillero T¨²pak Katari, particip¨® en algunos atentados y fue a la c¨¢rcel. "Garc¨ªa Linera se presenta como la cara conciliadora, el intelectual equilibrado frente al cocalero primario e irresponsable, pero creo que es al rev¨¦s", se?ala un observador que desea el anonimato. "La lucha de Evo ha sido social, mientras que el otro grupo lleva toda la vida en el juego pol¨ªtico. De ser unos fracasados se ven ahora en el poder, y van a tratar de mover los hilos. Ah¨ª van a surgir roces".
Los ide¨®logos del MAS han dise?ado un programa poco concreto que, seg¨²n Fernando Molina, director del semanario Pulso, "reproduce el esquema de la revoluci¨®n de 1952: nacionalizar los hidrocarburos y capturar el excedente petrolero para industrializar el pa¨ªs, siguiendo el modelo estalinista de la revoluci¨®n por etapas, con el capitalismo de Estado, la sustituci¨®n de importaciones...; en fin, todo lo que fracas¨® en los a?os setenta". Con esto, Evo tendr¨ªa que hacer frente a unas petroleras que han invertido en Bolivia 3.500 millones de d¨®lares, y a los levantiscos y pr¨®speros departamentos orientales, encabezados por Santa Cruz, poco dispuestos a los experimentos con sus industrias exportadoras.
En el terreno internacional, Estados Unidos va a estar muy pendiente de que se mantenga el control de la producci¨®n de hoja de coca, y m¨¢s ahora que Bolivia se ha convertido, junto con Per¨², en pa¨ªs fabricante de coca¨ªna. Mientras, los cocaleros esperan que su l¨ªder despenalice el cultivo de la planta, tal y como ha prometido.
En medios diplom¨¢ticos se dice que Evo, que ha moderado ostensiblemente su discurso en los ¨²ltimos d¨ªas, es consciente de que no puede aislar a Bolivia ni romper los equilibrios internos. M¨¢s que a Hugo Ch¨¢vez o a Fidel Castro, tendr¨ªa que mirar al brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva. "Dudo mucho de que Evo vaya a ser como Lula", se?ala Rub¨¦n Costas, candidato a gobernador de Santa Cruz y adalid de la cruzada autonomista. "A esos grupos fundamentalistas no les interesa un pa¨ªs viable, porque se nutren del descontento. Prefieren que las riquezas se queden bajo tierra. Si Evo no le da a las bases lo que les ha prometido, lo va a tener muy dif¨ªcil".
De llegar al poder, pocos apuestan por que el dirigente cocalero vaya a durar m¨¢s de un a?o. M¨¢s optimista, el analista Fernando Mayorga ve factible una convergencia entre los dos partidos mayoritarios, el MAS y el Podemos, de Jorge Quiroga. "En los hidrocarburos, en las autonom¨ªas y en la Asamblea Constituyente prevista para el a?o pr¨®ximo hay coincidencias que podr¨ªan explorarse cuando pase la ret¨®rica electoral". Un escenario muy distinto vislumbra Fernando Molina: "Anticipo un gobierno ca¨®tico. Hay quien dice que m¨¢s vale que Evo llegue a la presidencia de una vez para que se estrelle. S¨ª, pero ?a qu¨¦ precio? Puede que nos cueste la democracia".
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