La promesa electoral de Esperanza Aguirre
El autor sostiene que, mientras la Consejer¨ªa asegura que ha disminuido la lista de espera quir¨²rgica, se ha retrasado el diagn¨®stico precoz de enfermedades graves
Cuando en oto?o de 2003 la candidata a presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre lanz¨® en un debate televisivo, en plena campa?a electoral, la promesa de reducir la lista de espera quir¨²rgica a 30 d¨ªas, no pod¨ªa sospechar ni ella ni, por supuesto, los ciudadanos/as de esta comunidad el desgaste que iba a provocar en la medicina hospitalaria.
Desde el principio fue una promesa dif¨ªcil de cumplir sin modificar los criterios de inclusi¨®n en la lista de espera, y que obligaba a utilizar la mayor¨ªa de los esfuerzos econ¨®micos y administrativos a gestionar e intentar resolver la famosa "promesa" en detrimento de otras listas de espera menos espectaculares pero de gran trascendencia cl¨ªnica, como son las esperas para consultas de m¨¦dicos especialistas y para la realizaci¨®n de pruebas diagn¨®sticas.
La famosa promesa oblig¨® a usar la mayor¨ªa de los recursos, en detrimento de otras listas de espera
La promesa electoral, probablemente poco meditada, incidi¨® en el precario equilibrio de los hospitales p¨²blicos madrile?os que viv¨ªan en su conjunto una ¨¦poca de crisis, con un sistema remunerativo escaso, lineal, la situaci¨®n cr¨®nica de la atenci¨®n continuada -guardias que complementan el sueldo pero obligan a un n¨²mero de horas semanales excesivo...-. En fin, una estructura funcionarial sin incentivos y con la promesa de una carrera profesional sin concretar.
En este contexto profesional, la promesa electoral provoca una discriminaci¨®n positiva de los servicios quir¨²rgicos, en detrimento del resto de la actividad m¨¦dica, las famosas peonadas quir¨²rgicas se apoderan de las tardes hospitalarias y la rentabilidad por hora trabajada se multiplica por cuatro o cinco. Con ello se instaura un sistema perverso: si aplicas recursos para la cirug¨ªa, aumentan las indicaciones y generas una sociedad de consumo quir¨²rgico. Debemos en este punto recordar que la cirug¨ªa es una forma de tratar, pero que habitualmente, ante una indicaci¨®n quir¨²rgica concreta, existen otros enfoques terap¨¦uticos tan v¨¢lidos como la cirug¨ªa en la mayor¨ªa de las especialidades consideradas quir¨²rgicas.
Un mioma sintom¨¢tico se puede tratar de varias maneras, en ocasiones responde a tratamiento m¨¦dico, a veces una embolizaci¨®n de las arterias uterinas que disminuye el riego sangu¨ªneo y el tama?o del mioma es una buena opci¨®n y, en otras, la cirug¨ªa es la terap¨¦utica indicada. Una obesidad importante m¨®rbida se puede enfocar con un cambio en los h¨¢bitos de vida y alimentaci¨®n bajo la supervisi¨®n del especialista en nutrici¨®n, o abordar el problema con cirug¨ªa de la obesidad.
Estas consideraciones pretenden abundar sobre las diferentes formas que hay de abordar una situaci¨®n cl¨ªnica. Pero si los recursos y los beneficios se dirigen hacia la actividad quir¨²rgica, realizaremos una discriminaci¨®n positiva y perversa de esta forma de tratar y perjudicaremos a los m¨¦dicos especialistas que no utilizan la cirug¨ªa en el d¨ªa a d¨ªa de su actividad cl¨ªnica.
El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, conocido por el manejo del conflicto del hospital Severo Ochoa, que ha supuesto durante este a?o la crisis m¨¢s grave en la historia de la sanidad p¨²blica, ha detectado y recibido puntualmente el aumento de la espera en consultas y pruebas diagn¨®sticas, pero no tocaba incrementar recursos para mejorarlas porque estrat¨¦gicamente no le beneficiaba: aumentar las consultas y las pruebas diagn¨®sticas incrementa la lista de espera quir¨²rgica de manera directa. Esta actitud de la Consejer¨ªa de Sanidad vac¨ªa de contenido la promesa electoral de Esperanza Aguirre en relaci¨®n con las ventajas en salud p¨²blica.
El sistema ofrece con manipulaciones contables una mejora en la espera quir¨²rgica de cirug¨ªas en patolog¨ªa benigna, pero retrasa el diagn¨®stico y tratamiento de todas las enfermedades como consecuencia del incremento en la lista de espera en consultas y pruebas diagn¨®sticas. Por ello, su famosa promesa electoral ha puesto a los profesionales de los hospitales madrile?os en una situaci¨®n dif¨ªcil, y probablemente ha tenido en el concepto global del diagn¨®stico precoz de una enfermedad sintom¨¢tica grave un efecto negativo sobre la salud de la poblaci¨®n.
A modo de ejemplo, el beneficio que supone operar una ligadura de trompas o un hallux valgus (juanete) en menos de 30 d¨ªas no es comparable con el perjuicio provocado en el retraso del diagn¨®stico de enfermedades con entidad cl¨ªnica, que necesariamente se producen cuando las consultas del m¨¦dico especialista se demoran varios meses.
Algunos datos del hospital Severo Ochoa (HSO) en los servicios de rehabilitaci¨®n, cardiolog¨ªa, neumolog¨ªa, oftalmolog¨ªa, traumatolog¨ªa y ginecolog¨ªa:
De manera global para ellos, en octubre de 2003 exist¨ªa una lista de espera para primera consulta de 4.210 pacientes; en los mismos servicios, en octubre de 2005 encontramos 5.712 pacientes, lo que supone un 35% de incremento. Existe una circunstancia favorable en relaci¨®n con HSO: en mayo de 2004 se produce la apertura del hospital de Fuenlabrada, que descarga al HSO de la mitad de su poblaci¨®n asistencial y deber¨ªa haber descongestionado las consultas externas del hospital. Estos datos son una peque?a muestra de lo que ha pasado durante estos dos a?os en Madrid.
Los responsables pol¨ªticos deben plantear pol¨ªticas sanitarias razonables en un sistema de recursos limitados, deben asumir que, si ofrecen asistencia universal, deben priorizar las prestaciones en funci¨®n del beneficio global de la salud p¨²blica. En este sentido, el compromiso de la Consejer¨ªa de Sanidad de Castilla-La Mancha, que limita la espera a 90 d¨ªas en procesos quir¨²rgicos, 15 d¨ªas en consultas y 7 d¨ªas en pruebas diagn¨®sticas, es razonablemente ambicioso, y por ello es un reto dif¨ªcil, pero quiz¨¢ es un enfoque que las autoridades sanitarias de Madrid deber¨ªan estudiar con atenci¨®n para el futuro. Estoy convencido de que en esta l¨ªnea de trabajo de Castilla-La Mancha los trabajadores sanitarios de Madrid se encontrar¨ªan m¨¢s c¨®modos, porque las coincidencias de fondo permiten desarrollar proyectos comunes en sanidad p¨²blica.
Hace unas semanas la se?ora Aguirre prometi¨® la realizaci¨®n de mamograf¨ªas en un tiempo m¨¢ximo de 45 d¨ªas. Me gustar¨ªa recordarle que la realizaci¨®n de mamograf¨ªas est¨¢ protocolizada como ocurre en el hospital Severo Ochoa, con el consenso de los servicios implicados: ginecolog¨ªa, cirug¨ªa, anatom¨ªa patol¨®gica, oncolog¨ªa y radiodiagn¨®stico, y que existen varias indicaciones de mamograf¨ªa: la de indicaci¨®n m¨¦dica por sintomatolog¨ªa, que se resuelve con car¨¢cter urgente en menos de siete d¨ªas; las mamograf¨ªas de control, donde los tiempos est¨¢n prefijados por radiodiagn¨®stico y citados en las fechas determinadas, y las mamograf¨ªas que se realizan en las campa?as de detecci¨®n precoz del c¨¢ncer de mama, que abarca de los 50 a los 65 a?os y que se realizan con una periodicidad de dos a?os.
Las mamograf¨ªas de indicaci¨®n m¨¦dica por sintomatolog¨ªa se resuelven con protocolos de diagn¨®stico en patolog¨ªa mamaria consensuados en las diferentes ¨¢reas asistenciales de la Comunidad de Madrid. Cuando existen, los tiempos de espera no deben superar los siete d¨ªas, y seguro que es m¨¢s operativo este camino que prometer 45 d¨ªas de espera m¨¢xima y relajar las indicaciones.
Se?ora Aguirre, muchos profesionales de los hospitales madrile?os tenemos la sensaci¨®n de que se ha producido en estos ¨²ltimos dos a?os un deterioro global de la sanidad hospitalaria, y que una medida de reducci¨®n de las listas de espera ha desestabilizado nuestro precario sistema, provocando retrasos injustificables en el diagn¨®stico. Desde esta tribuna, yo personalmente le pido que, si va a realizar promesas, previamente se asesore, las medite, deje al lado otras rentabilidades y las aplique si las considera eficaces para mejorar la salud global de los ciudadanos/as.
Javier Mart¨ªnez Salme¨¢n es jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecolog¨ªa del hospital Severo Ochoa, y presidente de la secci¨®n de Endoscopia de la SEGO.
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