Las migraciones en la sociedad globalizada

Desde que los seres humanos hicieran su aparici¨®n en la tierra, las migraciones han representado un fen¨®meno caracter¨ªstico de su propia evoluci¨®n y han formado parte constitutiva de la cultura, del proceso civilizador. Por un lado, el Homo sapiens sapiens -nuestro m¨¢s directo antecesor- es el resultado tanto de una larga cadena evolutiva de las especies y del planeta como de los numerosos intercambios gen¨¦ticos producidos por los sucesivos desplazamientos de poblaciones que, desde las gargantas de Olduvai (al parecer el espacio seminal del nacimiento de lo humano), se distribuyeron primero por ?frica y despu¨¦s por Asia, por Europa, por Am¨¦rica y por Ocean¨ªa.

Y, por otro lado, ?acaso podr¨ªamos comprender las civilizaciones antiguas griega, etrusca, romana, tracia, germana, india e irania sin las invasiones de los pueblos indoarios, Am¨¦rica sin el "descubrimiento" de Col¨®n o Estados Unidos sin los aportes humanos africanos, europeos, asi¨¢ticos y suramericanos?, ?Hubiera progresado del mismo modo la econom¨ªa -y con ella la cultura y la sociedad- vasca o catalana, francesa, alemana o inglesa sin las migraciones laborales de los siglos XIX y XX? En definitiva, no est¨¢ de m¨¢s que recordemos que el hombre ha evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy y se ha desarrollado social y culturalmente porque ha migrado.

Sin embargo, las coordenadas espacio-temporales y socio-culturales de los fen¨®menos migratorios son en la actualidad sensiblemente diferentes. Primero porque, aunque se producen en el espacio, ya no tienen a ¨¦ste como marco principal -como ocurr¨ªa en la antig¨¹edad cuando estaban motivados fundamentalmente por las transformaciones clim¨¢ticas y geogr¨¢ficas de la Tierra o por la b¨²squeda de nuevas tierras de cultivo y de pasto- sino al tiempo. En efecto, nos encontramos en un mundo en devenir en el que prevalece el tiempo sobre el espacio (ya lo advirti¨® Kant en el siglo XVIII), en el que los viajes incesantes y la r¨¢pida sucesi¨®n de acontecimientos y de noticias marcan nuestra vida cotidiana y en el que fluidamente transitan m¨²ltiples flujos informativos, financieros, econ¨®micos, pol¨ªticos, religiosos, armament¨ªsticos y culturales.

Estamos, por ello, obligados a pensar el cambio puro (Hegel), es decir, a tomar conciencia de que ya no es la persecuci¨®n de la estabilidad sino el cambio el que domina las din¨¢micas sociales y culturales. Y es precisamente en este contexto en el que se desenvuelven las actuales migraciones que son, al mismo tiempo, una causa y un efecto de tal contexto, o sea, el fruto de esa din¨¢mica de cambio y tambi¨¦n impulsoras de hondas variaciones en las estructuras sociales y culturales.

En segundo lugar, las migraciones ya no son lo que eran en el pasado porque ahora se insertan en el parad¨®jico proceso general de globalizaci¨®n-localizaci¨®n que est¨¢ trayendo aparejado la alteraci¨®n de las funciones tradicionales de los Estados-Naci¨®n, por abajo, porque redistribuyen sus competencias con los entes locales y, por arriba, porque ceden parte de su poder a organismos supranacionales.

Es ¨¦ste, por tanto, un mundo que aspira a ser global pero que se resiste a perder la identidad de lo local; un mundo en el que los problemas planetarios econ¨®micos, ecol¨®gicos, demogr¨¢ficos, sanitarios y alimenticios y en el que los conflictos armados ¨¦tnicos, religiosos y culturales generales no pueden ser gestionados desde lo local; un mundo, finalmente, en el que los asuntos m¨¢s cercanos de los ciudadanos ya no pueden ser abordados con ¨¦xito por los entes estatales. Se explica, as¨ª, que la identidad cultural se haya convertido en una necesidad y tambi¨¦n en un problema, que la cultura aspire a la unidad y se manifieste en la diversidad y que quede planteada la profunda cuesti¨®n ¨¦tica de considerar a los inmigrantes como extranjeros en un mundo que, te¨®ricamente, deber¨ªa derribar todas las fronteras.

?stas son precisamente las dos coordenadas, espacio-temporales y socio-culturales, que han constituido el foro de discusi¨®n b¨¢sico del Seminario Las Migraciones en la Sociedad Globalizada que han organizado en Alicante el Departamento de Sociolog¨ªa I y Teor¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad de Alicante y el Grupo de Investigaci¨®n Entre la Soledad y el Coraje. Cultura, Mujer e Inmigraci¨®n en la Comunidad Valenciana.

En ¨¦l, se han tratado temas relacionados con las migraciones tan diversos y al mismo tiempo espec¨ªficos como la diversidad cultural, la salud, el trabajo, la inserci¨®n urbana, las minor¨ªas ¨¦tnicas, el rol de las mujeres, las necesidades sociales b¨¢sicas o las pol¨ªticas en los contextos espa?ol e internacional. Y todos ellos han puesto sobre el tapete la dif¨ªcil encrucijada en la que nos encontramos puesto que, si bien es verdad que en muchos aspectos la globalizaci¨®n est¨¢ afectando a nuestras vidas cotidianas -los problemas clim¨¢ticos generalizados, la deslocalizaci¨®n de las empresas, la utilizaci¨®n de Internet, la homogeneizaci¨®n del ocio y del consumo, etc¨¦tera-, todav¨ªa no se ha alcanzado una sociedad plenamente globalizada capaz de asumir todos los retos y las oportunidades que suponen las migraciones.

Juan Antonio Roche C¨¢rcel es Profesor Titular de Sociolog¨ªa de la Cultura y de las Artes, Universidad de Alicante.