'Viajes' que acaban en la cuneta

Pedro sale de juerga, se toma cuatro copas y se pone hasta arriba de coca. Vuelve a casa en coche. Por el camino, realiza un adelantamiento en una curva y se estrella contra otro coche. Muere en el acto. Es un caso ficticio, pero ejemplifica lo que est¨¢ pasando cada vez con m¨¢s frecuencia en las carreteras espa?olas. Un estudio del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa hecho p¨²blico recientemente revela que mientras el n¨²mero de an¨¢lisis que han dado positivo por consumo de alcohol et¨ªlico en conductores fallecidos ha bajado casi ocho puntos porcentuales en cuatro a?os (del 36,% en 2000 al 28,4% en 2004), la cifra de los que adem¨¢s de alcohol consumieron droga se ha incrementado del 3,5% al 5,8%.

En una abrumadora mayor¨ªa eran consumidores de coca¨ªna (un 5% de los casos). Este estimulante, al igual que las nuevas drogas de dise?o, provoca una falsa sensaci¨®n de seguridad, por tanto, una conducci¨®n agresiva, sin tener en cuenta el peligro. El riesgo es todav¨ªa mayor si se asocia con el alcohol, como asegura que sucede casi siempre en Espa?a y no tanto en Europa el psiquiatra y miembro de la comisi¨®n cl¨ªnica del Plan Nacional sobre Drogas Carlos ?lvarez. En estos casos, a la estimulaci¨®n provocada por el estupefaciente se suma el efecto depresor del alcohol. "Se atreven a realizar maniobras muy peligrosas y los reflejos son mucho menores", explica.

En cuanto al cannabis, la segunda droga m¨¢s consumida (por un 1,8% de los conductores fallecidos sobre el asfalto en 2004), como tambi¨¦n es una sustancia depresora, produce una conducci¨®n torpe y lenta. Y, si se suman unas copas de m¨¢s, disminuyen todav¨ªa m¨¢s los reflejos y aumenta el tiempo de reacci¨®n.

Todav¨ªa no hay estudios fiables sobre las dosis a partir de las cuales se asume m¨¢s riesgo en la conducci¨®n, seg¨²n ?lvarez. Y ser¨¢ dif¨ªcil de establecer. "Cada cuerpo es un laboratorio", comenta.

El experto considera que para que disminuya el consumo de drogas al volante convendr¨ªa que se realizaran campa?as de informaci¨®n espec¨ªficas. Adem¨¢s, propone que, cuando est¨¦n listos los dispositivos para detectar los estupefacientes a pie de carretera, sea obligatorio que los conductores se sometan a los controles.

Para disponer de m¨¢s datos, la comisi¨®n en la que el participa modificar¨¢ los protocolos de actuaci¨®n, con el objetivo de que en todas las autopsias se busquen rastros de drogas. Ahora s¨®lo se hace si hay alg¨²n indicio de que el accidente se ha producido porque el conductor hab¨ªa tomado una sustancia ilegal. En 1.349 de los m¨¢s de 2.400 conductores muertos en accidente de tr¨¢fico el a?o pasado.

Dispositivos de detecci¨®n

Son varios los intentos que se han llevado a cabo para realizar test de drogas en las carreteras. El problema es encontrar el dispositivo que, con fiabilidad y rapidez, indique si se han tomado estupefacientes y qu¨¦ cantidad.

Hay un proyecto que se ha realizado en varios pa¨ªses europeos y en EE UU que consiste en la detecci¨®n de su consumo a trav¨¦s de la saliva. Se denomina Rosita (Roadside Testing Assessment), y en Espa?a se desarroll¨® en A Coru?a y Pontevedra. La primera fase, que se realiz¨® entre 1999 y 2000, no logr¨® "resultados muy esperanzadores" porque hubo errores en la detecci¨®n de las sustancias, seg¨²n el coordinador del proyecto, el catedr¨¢tico de la Universidad de Santiago de Compostela Manuel L¨®pez-Rivadulla. Sin embargo, la segunda fase, realizada de noviembre de 2004 a mayo de 2005 -los viernes y s¨¢bados, de dos a ocho de la ma?ana, en las zonas de ocio-, demostr¨® que los aparatos utilizados "est¨¢n m¨¢s perfeccionados", seg¨²n el profesor. "Estamos en condiciones de decirle a la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico que puede tener un dispositivo capaz de detectar las drogas", afirm¨®.