Empate entre ricos y pobres
La cumbre de Hong Kong concluye con un acuerdo de m¨ªnimos entre los pa¨ªses en desarrollo y los industrializados
La cumbre de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) acab¨® en empate. Las dos partes vinieron a Hong Kong con una estrategia de negociaci¨®n muy defensiva, y lo ¨²nico que lograron fue evitar los goles. Fue, en definitiva, un partido conservador, donde el ¨¢rbitro, el secretario general de la OMC, Pascal Lamy, tuvo que separar alguna que otra vez a los rivales para evitar un conflicto y pitar lo menos posible para no obstaculizar el juego.
A pesar de todo, el partido se jug¨®, y hubo acuerdo. Es un pacto que deja muchos detalles pendientes, pero que supone un paso hacia una mayor liberalizaci¨®n del comercio mundial. Ahora el objetivo es finalizar las negociaciones el a?o pr¨®ximo para darle un semestre al Congreso de EE UU para aprobar lo acordado por la v¨ªa r¨¢pida. De momento, desde la puesta en marcha de la ronda de liberalizaci¨®n del comercio mundial en la cumbre de Doha en 2004, pasando por el estrepitoso fracaso de la conferencia de Canc¨²n de 2003, esto es lo que se ha avanzado en Hong Kong en los temas clave:
- Agricultura. Los 110 pa¨ªses pobres y en v¨ªas desarrollo de la OMC batallaron juntos para conseguir una fecha para poner fin a las subvenciones a las exportaciones agr¨ªcolas que dan los ricos. Bajo la batuta de India y Brasil, obtuvieron el compromiso de los pa¨ªses desarrollados para "eliminar toda forma de subsidio a las exportaciones para finales de 2013". A?adido a esto, lograron que el texto especifique "que una parte sustancial del proceso se complete antes de que se cumpla la mitad del periodo de implementaci¨®n" del acuerdo, que arranca en 2008.
El blanco de esta reivindicaci¨®n fue desde el principio la UE, y fue ¨¦sta quien hizo la concesi¨®n, que tambi¨¦n beneficia a pa¨ªses como EE UU, Canad¨¢, Australia y Nueva Zelanda. A cambio, Bruselas obtuvo el compromiso de que, al tiempo que suprime sus ayudas a las exportaciones, Washington har¨¢ lo propio con su sistema de cr¨¦ditos a la exportaci¨®n. Australia, Canad¨¢ y Nueva Zelanda, por su parte, aceptan revisar para el pr¨®ximo 30 de abril el funcionamiento de sus llamadas "empresas estatales para la exportaci¨®n" (monopolios privados privilegiados por los Gobiernos) para que si queda alguna pr¨¢ctica desleal, la erradiquen.
Europa hab¨ªa arremetido contra el programa de ayuda alimentaria de EE UU. Acus¨® al pa¨ªs norteamericano de utilizar este mecanismo para deshacerse de sus excedentes de producci¨®n agr¨ªcola y maquillar as¨ª una forma de subsidiar a sus productores. En este caso, Bruselas logr¨® el compromiso de Washington de eliminar todo tipo de pr¨¢ctica que pueda considerarse desleal en estos programas, pero, a cambio, Washington se reserv¨® la llamada caja segura, para financiar este programa en caso de una emergencia alimentaria. Esto es una concesi¨®n a medias; por un lado, la UE dificulta a EE UU la tarea de disimular la mayor parte de los subsidios, pero, por el otro, la Casa Blanca cuenta con esa caja donde, seg¨²n varios expertos, "podr¨¢ desviar alg¨²n que otro fondo de ayuda sin que se note". Con esto, el secretario de Comercio estadounidense, Rob Portman, salva la cara, ya que en el texto hay una referencia a "hacer un recorte efectivo de las ayudas internas y directas" al sector agr¨ªcola, algo que afecta especialmente a EE UU.
- Aranceles industriales. La UE, EE UU y Jap¨®n llegaron a Hong Kong con la idea de imponer una f¨®rmula para que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, sobre todo los grandes como India, Brasil y Argentina, que frenan la entrada de productos a sus mercados utilizando altos impuestos, los bajen. Para importar un coche europeo en India, por ejemplo, hay que pagar un impuesto equivalente al 100% de su valor. Alemania, el mayor exportador de productos manufacturados de Europa, quiso avanzar lo m¨¢ximo posible en este tema. Finalmente, los pa¨ªses desarrollados impusieron la llamada f¨®rmula suiza para lograr la reducci¨®n de los aranceles m¨¢s altos. No obstante, el mecanismo de aplicaci¨®n de esta f¨®rmula es ambiguo, por lo que es un triunfo poco lucido para los ricos.
- Servicios. Las pretensiones europeas y estadounidenses para una mayor apertura del sector servicios de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo quedaron bastante descafeinadas en el texto final. Bruselas y Washington consiguieron que quedase muy claro que los miembros "deber¨¢n" sentarse a negociar la liberalizaci¨®n de muchos servicios, como el de la sanidad, y una mayor apertura de otros, como el financiero y de las telecomunicaciones. Tambi¨¦n fij¨® un plazo para que los pa¨ªses en desarrollo presenten sus ofertas de apertura de los servicios.
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