Mes¨ªas de 2005
Ren¨¦ Jacobs ha dirigido en el Palau el Giulio Cesare de H?ndel (1998), el Orfeo y Euridice de Gluck (Enero de 2001) y las Bodas de F¨ªgaro, de Mozart, en noviembre del mismo a?o. Con todas ellas tuvimos pruebas en directo -y son esas las que valen de verdad- de que est¨¢bamos ante un excelente director, aunque su nombre hubiera estado siempre m¨¢s ligado a la interpretaci¨®n cantora. Jacobs ha sido uno de los contratenores m¨¢s famosos y de voz m¨¢s atractiva, trabajando en conjuntos dirigidos por Leonhardt, Harnoncourt y otros l¨ªderes emblem¨¢ticos en el campo de la m¨²sica antigua. Pero el campo de la direcci¨®n no le es ajeno, est¨¢ especializado en ¨®peras de H?ndel, y el pasado domingo demostr¨®, con el oratorio de El Mes¨ªas, la misma sabidur¨ªa y el mismo encanto que en sus anteriores visitas.
El Mes¨ªas
De H?ndel. Freiburger Barockorchester. Clare College Choir Cambridge. Director: Ren¨¦ Jacobs. Solistas: Kerstin Avemo, Lawrence Zazzo, Patricia Bardon, Kobie van Rensbung, Neil Davis. Palau de la M¨²sica. Valencia, 18 de diciembre de 2005
La ciudad de Friburgo, por otra parte, parece querer centrarse en los extremos del arco que va desde el Barroco hasta la actualidad. La orquesta que escuchamos el domingo interpreta tambi¨¦n obras contempor¨¢neas, y a¨²n est¨¢ fresco en Valencia el recuerdo del Prometeo de Luigi Nono -Festival Ensems de 2003- donde el Experimentalstudio der Heinrich-Strobel-Stifung des S¨¹dwstrundfunks e.V. de Friburgo asumi¨® un papel trascendental dentro de las varias formaciones que colaboraron en la interpretaci¨®n. Este Mes¨ªas de la Freiburger Barockorchester fue l¨ªmpido, ¨¢gil, ajustado y expresivo. A destacar, sobre todo, la dulzura y el fraseo que mostraron en los n¨²meros de recitativo accompagnato. Al coro del Clare College de Cambridge le bastaron 30 miembros para ostentar un luminoso contrapunto y una envidiable agilidad. El siempre esperado y famos¨ªsimo Aleluya, interpretado ya, a estas alturas, de todos los modos y maneras, desde las m¨¢s mastod¨®nticas hasta las radicalmente historicistas, desde las m¨¢s fulgurantes a las m¨¢s contenidas, encontr¨® en la direcci¨®n de Ren¨¦ Jacobs una respuesta de instrumentistas y cantantes moderada pero alegre, en un justo medio entre la exageraci¨®n y la sequedad. The trumpet shall sound (una de las arias m¨¢s famosas de la obra) tuvo tambi¨¦n una buena interpretaci¨®n por parte de la orquesta, el bajo y la trompeta natural, a pesar de algunos quiebros de ¨¦sta. El bajo luci¨® en¨¦rgico en este y otros n¨²meros. El tenor cant¨® con voz clara y fraseo expresivo. El contratenor gust¨® m¨¢s en el registro medio y agudo que en el grave. La contralto mostr¨® una bonita voz oscura pero algo mate. Y, por ¨²ltimo, la soprano exhibi¨® una voz peque?a, pero muy grata y delicada.
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