El gobernador del Banco de Italia cede a las presiones y presenta la dimisi¨®n

El gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, cedi¨® ayer a las presiones del Gobierno, la oposici¨®n y las instituciones europeas, y renunci¨® por fin al cargo. La dimisi¨®n se produjo d¨ªas despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa de Mil¨¢n anunciara que le investigaba desde principios de septiembre como presunto autor de un delito sobre uso de informaci¨®n privilegiada de que dispon¨ªa como coordinador y garante del sistema financiero. El adi¨®s de Fazio, conocido a trav¨¦s de un comunicado de autoelogio emitido del Banco de Italia, fue saludado como una buena noticia por todas las fuerzas pol¨ªticas.

Fazio anunci¨® su esperada despedida el d¨ªa antes de que el Gobierno celebrara un Consejo de Ministros extraordinario destinado a establecer nuevas reglas para el nombramiento del Banco de Italia. El cargo vitalicio, instituido para evitar interferencias pol¨ªticas en la gesti¨®n del sistema financiero, demostr¨® ser muy inapropiado en un caso como el planteado por su actuaci¨®n: el gobernador se hab¨ªa desempe?ado con un "nacionalismo" discutible frente a la inversi¨®n extranjera, hab¨ªa perdido toda credibilidad y se sospechaba que hab¨ªa cometido varios delitos, pero resultaba inamovible.

Autoelogio

El comunicado se?ala que Fazio hab¨ªa tomado la decisi¨®n "de forma aut¨®noma y con la conciencia tranquila, para devolver la serenidad al pa¨ªs y al Banco de Italia". Luego se recuerda que ha desempe?ado desde 1960 su vida profesional en el Banco de Italia y sigue una larga serie de elogios: elabor¨® "el primer modelo econom¨¦trico en Italia, a la vanguardia internacional", cre¨® "sistemas originales de an¨¢lisis monetario", acab¨® con la inflaci¨®n, consolid¨® el sistema bancario y foment¨® la competencia.

En el ¨²ltimo p¨¢rrafo se dice: "Fue incesante su promoci¨®n de los intereses nacionales, en coherencia con los intereses europeos y en el respeto a la ley". Se trata de una referencia obvia a la crisis que desemboc¨® en su renuncia, iniciada con las OPA del banco holand¨¦s ABN Amro sobre Banca Antonveneta y del espa?ol BBVA sobre Banca Nazionale del Lavoro. Para mantener la "italianidad" del sistema, Fazio recurri¨® a su banquero de confianza, Gianpiero Fiorani, consejero delegado de Banca Popolare Italiana (BPI), y a un grupo de especuladores inmobiliarios. Organizaron dos OPA alternativas a las de ABN Amro y BBVA. La primera, encabezada por Fiorani, se desvaneci¨® en cuanto el m¨¢ximo dirigente de Popolare, hoy encarcelado, fue procesado por diversos delitos. La segunda, de la aseguradora Unipol, permanece a¨²n con vida, aunque tanto el presidente de Unipol como su vicepresidente son investigados por supuesta manipulaci¨®n del mercado y se abre la perspectiva de una reactivaci¨®n de la OPA del BBVA. Fue muy significativo que ayer se dispararan en Bolsa los valores bancarios: los inversores prev¨¦n que, una vez desaparecido Fazio, se producir¨¢ un r¨¢pido desembarco extranjero en la banca italiana.

Fazio, de ideolog¨ªa democristiana, cat¨®lico practicante y cercano al Opus Dei, fue durante a?os un h¨¦roe para los italianos. Asumi¨® la m¨¢xima responsabilidad en el Banco de Italia en 1993, cuando el hasta entonces gobernador, Carlo Azeglio Ciampi, fue elegido presidente de la Rep¨²blica, e hizo de la honestidad su bandera. Italia empezaba a emerger de las convulsiones de Tangentopolis y de las operaciones anticorrupci¨®n de los fiscales de Manos Limpias, tanto la Democracia Cristiana como el Partido Socialista hab¨ªan sido borrados del mapa y, en plena crisis de confianza, el Banco de Italia parec¨ªa la ¨²nica instituci¨®n respetable. Todos los partidos consideraban a Fazio por encima de toda sospecha.

Freno a la banca extranjera

Afloraron algunas cr¨ªticas a partir de 2000, cuando se comprob¨® que Fazio frenaba de forma sistem¨¢tica los esfuerzos de los bancos europeos por establecerse en Italia. El gobernador argumentaba que las entidades nacionales no eran a¨²n lo bastante fuertes para resistir la competencia y que los sectores estrat¨¦gicos de la industria, controlados en gran parte por la banca, no deb¨ªan caer en manos for¨¢neas. El resultado era que los bancos italianos viv¨ªan en un sistema semiprotegido y cobraban las comisiones m¨¢s altas del continente.

Las crisis fraudulentas de Cirio y Parmalat, que Fazio no fue capaz de anticipar pese a todas las evidencias, a?adieron manchas a su prestigio. El principio del fin lleg¨® con la filtraci¨®n a la prensa de una conversaci¨®n entre Fazio y Fiorani, grabada por la polic¨ªa porque los tel¨¦fonos del banquero del BPI estaban ya intervenidos. El hecho de que Fazio quisiera anunciar personalmente a Fiorani, pasada la medianoche, la aprobaci¨®n de su OPA sobre Antonveneta, resultaba inquietante. Una de las frases de Fiorani, "Tonino, tengo la piel de gallina, te dar¨ªa un beso en la frente", suger¨ªa una complicidad inapropiada. Semanas m¨¢s tarde se supo que Fazio recib¨ªa regalos de Fiorani. El s¨¢bado, en una declaraci¨®n al juez realizada en una c¨¢rcel de Mil¨¢n, confes¨® que sus maniobras hab¨ªan sido realizadas "de acuerdo con Fazio". La situaci¨®n se hizo insostenible.