Berlusconi saborea sus ¨¦xitos

Silvio Berlusconi est¨¢ convencido de que ganar¨¢ las elecciones de abril. "Los sondeos de hoy mismo nos colocan dos puntos por debajo, casi un empate, y los italianos nunca ser¨¢n tan fr¨ªvolos como para entregar el Gobierno a una izquierda que sigue arraigada en el comunismo", dice. Il Cavaliere invit¨® ayer a almorzar a un grupo de corresponsales extranjeros para transmitir un mensaje de optimismo y repasar los ¨¦xitos de su mandato. Aunque resfriado, Berlusconi exhibi¨® su habitual cordialidad y su reconocida simpat¨ªa.

El presidente del Gobierno italiano no rehuy¨® las cuestiones delicadas. Al contrario, se aventur¨® en ellas. Defendi¨®, por ejemplo, las acciones encubiertas de Estados Unidos. "Nosotros nunca fuimos informados por Washington acerca del supuesto secuestro de un ciudadano egipcio en Mil¨¢n", dijo refiri¨¦ndose al secuestro de Abu Omar, realizado presuntamente por agentes de la CIA el 17 de febrero de 2003.

"En el extranjero creen que gobierno porque controlo los medios, lo cual es falso"

La fiscal¨ªa milanesa ha emitido 20 ¨®rdenes de busca y captura, respaldadas por abundante documentaci¨®n, contra miembros del espionaje estadounidense. Berlusconi, sin embargo, cree que las acusaciones de los fiscales "no son fundadas". "En cualquier caso", dijo, "cuando se trata de salvar vidas humanas, los Gobiernos tienen derecho a utilizar ciertos instrumentos reservados, porque no se puede luchar contra el terrorismo respetando el c¨®digo al pie de la letra". Abu Omar fue trasladado a una prisi¨®n egipcia y torturado durante meses. Por el momento no est¨¢ probada su implicaci¨®n en actos terroristas.

A Berlusconi le gusta ofrecer comidas estrictamente tricolor, como la bandera italiana. Ayer hubo ensalada de tomate, mozzarella y salvia; macarrones con salsa blanca, verde y roja; ternera con flan tricolor y helado tricolor. Los quesos eran de color queso, pero Il Cavaliere precis¨® que conoc¨ªa un sistema para te?irlos de rojo, blanco y verde. Junto a ¨¦l, como siempre, se sent¨® el subsecretario de Comunicaci¨®n, Paolo Bonaiuti, que le ayudaba con gestos a desarrollar sus argumentos. La gestualidad de Bonaiuti se ce?¨ªa tan fielmente a las palabras de Il Cavaliere que parec¨ªa estar traduci¨¦ndole al lenguaje de sordomudos.

El subsecretario susurr¨® ocasionalmente una palabra, "prudencia", al o¨ªdo de su jefe. Como cuando Berlusconi se refiri¨® a Benito Mussolini. "El fascismo nunca fue una doctrina criminal", afirm¨®. "El duce cometi¨® grandes errores, como las leyes raciales, pero no por convicci¨®n, sino porque estaba convencido de que Alemania ganar¨ªa la guerra. Mussolini no mataba a sus enemigos, como hac¨ªan los nazis o los comunistas; se limitaba a enviarles al destierro". Incluso para Paolo di Canio, el futbolista sancionado por hacer el saludo fascista en el estadio, tuvo palabras cari?osas: "Es un chaval estupendo. Yo le tuve en el Milan y le conozco bien: lo que hace es simple exhibicionismo".

Hay que vivir en Italia, conocer las contradicciones de la oposici¨®n de centro-izquierda y asistir de cerca al dinamismo de Berlusconi para comprender por qu¨¦, pese a todo, el l¨ªder conservador tiene serias posibilidades de repetir mandato. Despu¨¦s de todos sus procesamientos, sus leyes ad pers¨®nam y su discutible gesti¨®n de la econom¨ªa, los sondeos no predicen para ¨¦l ning¨²n desastre. "En el extranjero creen que gobierno porque controlo los medios de comunicaci¨®n, lo cual es falso", asegur¨®.

Las televisiones le son favorables, todas, aunque emitan alguna s¨¢tira sobre su persona; la prensa escrita, es cierto, le trata con m¨¢s hostilidad. "S¨®lo tres diarios me apoyan", precis¨®. Uno es Il Giornale, propiedad de su hermano. Otro es Il Foglio, propiedad de su esposa. El tercero es Libero, de difusi¨®n muy escasa.