Queja a la DGT

Podemos reducir nuestra velocidad de conducci¨®n. Podemos ir extendiendo las distancias de seguridad entre coche y coche. Podemos comprometernos a no tomar nada de alcohol si vamos a coger el volante. Pero no podemos remediar por ti las chapuzas que se realizan en nuestras carreteras. Presento uno de los innumerables ejemplos que pudiera citar. Durante un a?o largo, los vecinos de la Sierra Norte de Madrid venimos quej¨¢ndonos en vano del colorido y la surrealista mezcla de las l¨ªneas de demarcaci¨®n entre los carriles en la A-6. Las l¨ªneas amarillas "temporales" pintadas para las obras de desdoblamiento se mezclan con las blancas de siempre, que nadie ha querido borrar. El resultado, para los conductores habituales de esta carretera, es la necesidad de mayor concentraci¨®n a la hora de circular por estos tramos. Resultado para los forasteros que entren por primera vez en este laberinto kafkiano: confusi¨®n total. Cualquiera que haya tenido la mala suerte de conducir por esta carretera de noche, cuando el distinguir entre las amarillas y las blancas es casi imposible, quiz¨¢ haya agradecido a la DGT por sus inversiones (de nuestro dinero) en su impresionante despliegue de helic¨®pteros, en sus sistemas de radar y de aviso electr¨®nico, en sus campa?as televisivas... Pero tambi¨¦n se habr¨¢n preguntado: ?no ser¨ªa buena idea quitar una parte muy, muy peque?a, de esta inversi¨®n y dirigirla hacia un poco de pintura-alquitr¨¢n para tapar estas l¨ªneas blancas? Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa podamos ver en su campa?a televisiva un aparatoso siniestro grabado por los impresionantes sistemas de c¨¢maras y monitorizaci¨®n que la DGT ha desplegado en la A-6.

Por favor, un poco de inversi¨®n en el sentido com¨²n antes de deslumbrarnos con la alta tecnolog¨ªa. Es nuestro dinero, s¨ª, pero no podemos invertirlo por ti.