Millones de litros de agua se pierden por la rotura de una gran tuber¨ªa
Varias calles de Carabanchel estuvieron anegadas durante m¨¢s de dos horas
Millones de litros de agua se perdieron ayer en Madrid. Pocos minutos despu¨¦s de las ocho de la tarde, una tuber¨ªa de 50 cent¨ªmetros de di¨¢metro revent¨® frente al n¨²mero 1 de la calle de Antonio Leyva, en el distrito de Carabanchel. El agua empez¨® a correr calle abajo hasta la de Antonio L¨®pez. Las dos dotaciones de bomberos desplazadas al lugar no pudieron parar el chorro hasta pasadas dos horas y media.
El agua, que en algunos momentos lleg¨® a la altura de las rodillas de una persona, afect¨® principalmente a medio centenar de veh¨ªculos, un garaje de residentes y un portal que se hundi¨® medio metro.
Hace dos meses se produjo otro siniestro similar. El 21 de octubre pasado, la rotura de una conducci¨®n de 90 cent¨ªmetros de di¨¢metro aneg¨® la calle de Alcal¨¢, cerca de su intersecci¨®n con la de Arturo Soria. Entonces la aver¨ªa supuso la p¨¦rdida de unos 10 millones de litros de agua.
Una portavoz del Canal de Isabel II indic¨® que el n¨²mero de vecinos afectados ayer por la aver¨ªa no fue demasiado elevado, ya que ¨¦stos fueron abastecidos por otras cuatro tuber¨ªas que discurren por la zona.
La rotura de la tuber¨ªa cuando iba a ser reparada por los t¨¦cnicos del Canal de Isabel II motiv¨® que toda la zona quedara anegada y que los bomberos del Ayuntamiento tuvieran que rescatar a algunos conductores del interior de sus coches.
Una portavoz del canal explic¨® que los operarios de la compa?¨ªa estaban haciendo unas pruebas y detectaron que hab¨ªa una fuga en una de las conducciones que discurren por ese lugar. Cuando empezaron a picar el asfalto con una excavadora, se toparon con una gran bolsa de agua acumulada por la rotura de la tuber¨ªa. El l¨ªquido brot¨® como un g¨¦iser imparable.
Pocos minutos despu¨¦s de las ocho de la tarde el agua corr¨ªa a raudales por la calle de Antonio Leyva. Guiada por la gravedad, atraves¨® la glorieta del Marqu¨¦s de Vadillo y busc¨® el cercano r¨ªo Manzanares. Pero a medio camino se qued¨® en la calle de Antonio L¨®pez. All¨ª empez¨® a acumularse, anegando en primer lugar los coches aparcados. La Polic¨ªa Municipal cort¨® el tr¨¢fico. El acceso por Antonio L¨®pez hacia Usera y Villaverde qued¨® cerrado. Muchos vecinos quedaron atrapados en la glorieta porque los agentes no les dejaban acceder a sus casas.Mientras, una decena de bomberos del Ayuntamiento y cinco t¨¦cnicos del Canal intentaban sin ¨¦xito cortar el chorro de agua. El l¨ªquido segu¨ªa saliendo a raudales, bajando hacia Antonio L¨®pez, a la altura de la gasolinera. El nivel iba subiendo. 10 cent¨ªmetros. 20 cent¨ªmetros. Empez¨® a entrar en los coches. 30 cent¨ªmetros. Tapaba las matr¨ªculas
"Se me han mojado hasta los asientos", explicaba despu¨¦s Guillermo Barrig¨¹ete. Este vecino observ¨® impotente c¨®mo se le inundaba el coche. Fue s¨®lo un ejemplo entre tantos.
La peor parte se la llev¨® un garaje para residentes situado junto al n¨²mero 13 de Antonio L¨®pez, frente a la gasolinera. All¨ª fue a parar la mayor parte del l¨ªquido, que detuvo su ca¨ªda en la planta cuarta. Cerca de una veintena de coches quedaron atrapados por el agua, que alcanzaba los 40 cent¨ªmetros. "Es la tercera vez que pasa esto en cuatro a?os", se quejaba el presidente de la comunidad de propietarios. Poco m¨¢s tarde los bomberos contaron que si hubieran funcionado las dos bombas que tiene el garaje el problema habr¨ªa sido menor.
Junto al garaje, frente al portal n¨²mero 11 de Antonio L¨®pez, el agua empez¨® a filtrarse hacia un pozo. Minutos despu¨¦s la cera se hundi¨® medio metro. Asomados en el portal, los vecinos no daban cr¨¦dito a lo que ve¨ªan sus ojos.
Un palmo de agua inundaba el colegio Concepci¨®n Arenal, situado al principio de la calle. El agua se infiltr¨® principalmente en el comedor escolar.
M¨¢s arriba, los bomberos y los t¨¦cnicos del Canal localizaron, pasadas ya dos horas desde el revent¨®n, por fin d¨®nde ten¨ªan que cortar el agua. Tuvieron que requerir a una gr¨²a para que retirase un coche que tapaba una boca en la que est¨¢ la v¨¢lvula de cierre de la conducci¨®n, seg¨²n el Canal.
La llave de paso
Ning¨²n responsable del Canal de Isabel II hab¨ªa sabido localizar antes la llave de paso. Adem¨¢s, una vez localizada surgi¨® un problema m¨¢s: nadie ten¨ªa la llave apropiada para cerrar el paso. Se prob¨® una llave. Demasiada holgura. Se prob¨® otra que tra¨ªan los bomberos, pero tampoco era la adecuada. Finalmente, el agua dej¨® de manar.
"Afortunadamente la calle de Antonio L¨®pez tiene un mont¨®n de alcantarillas" explic¨® un portavoz de Emergencias Madrid. ?stas hicieron su trabajo y pocos minutos despu¨¦s el agua hab¨ªa desaparecido. Sobre el asfalto de Antonio L¨®pez qued¨® la grava y arena que arrastr¨® el l¨ªquido en su ca¨ªda.
R¨¢pidamente, los vecinos que estaban incomunicados marcharon hacia sus casas, a comprobar c¨®mo, en muchos casos, no ten¨ªan agua. Algunos iban pregunt¨¢ndose d¨®nde estaba el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Otros salieron a evaluar da?os en sus veh¨ªculos. Los menos, dado lo tarde que era, lo dejaron para el d¨ªa siguiente.
El due?o del restaurante Melgar se quejaba amargamente de que hab¨ªa tenido que cancelar 20 reservas de cenas en su establecimiento.
A las 00.15, el tr¨¢fico estaba restablecido, excepto en la calle de Antonio L¨®pez, donde una decena de operarios del Selur (Servicio de Limpieza Urgente) se afanaban en adecentar la zona lo m¨¢s r¨¢pidamente posible.
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