"Queridos Reyes Magos"

"Queridos Reyes Magos: Este a?o quisiera deciros...

[Vuelvo a sentir en estos momentos la emoci¨®n de aquel guaje de Mieres que un d¨ªa fui y del que espero conservar todav¨ªa algo...].

- Que el a?o pr¨®ximo no muera el mill¨®n doscientos mil ni?os menores de cinco a?os que lo hicieron este a?o a causa de la malaria.

- Que la terapia antirretroviral alcance a los 40 millones de enfermos de sida del planeta.

- Que el pan llegue a los casi mil millones de nuestros semejantes que padecen hambre cr¨®nica.

- Que la paz alcance a los 30 pa¨ªses que en la actualidad viven conflictos b¨¦licos, entre ellos uno bien cercano a vuestra tierra, y tan sangrante como injusto. (Cuando salg¨¢is de vuestra casa hacia las nuestras ver¨¦is las ciudades y los caminos de Irak sembrados de bombas y balas. A vosotros no os pasar¨¢ nada porque para eso sois magos, pero bien conoc¨¦is la realidad de esa tierra, la de las amas de casa que encuentran la muerte en los mercados, la de los ni?os quemados que mueren por las infecciones por falta de quir¨®fanos, o incluso de vendas o antis¨¦pticos en los hospitales...).

-... y, adem¨¢s, quiero muchos besos para todos los ni?os que nunca han recibido uno, muchas caricias para tantos mayores a los que desde hace a?os nadie quiere ver.

Todo eso es lo que quiero para este a?o y para los que vengan.

Es lo que deseo desde lo m¨¢s profundo del coraz¨®n y por lo que Mensajeros de la Paz viene trabajando en Espa?a y en otros 32 pa¨ªses del mundo desde hace m¨¢s de 40 a?os. Pero son peticiones que me resisto a haceros. No porque crea que no pod¨¦is conseguirlas (en Mensajeros de la Paz siempre decimos que creemos en Dios y en los hombres, y, por supuesto, tambi¨¦n en los Reyes Magos), sino porque estoy convencido de que el final de la guerra, el hambre, la enfermedad, la esclavitud o el dolor est¨¢ en vuestras manos, en la de todos los seres humanos. Cada uno desde su puesto o responsabilidad: los Gobiernos, con medidas que de verdad se cumplan; los ciudadanos, con la presi¨®n de su voto; los hombres y mujeres del mundo, con su solidaridad y buen coraz¨®n.

Tal vez esta carta p¨²blica a Vuestras Majestades sirva para mover nuestros corazones y conciencias de un modo sincero, comprometido y duradero. En eso estoy seguro de que nos pod¨¦is echar una mano.

?Hasta el d¨ªa 5, Majestades!

Vuestro amigo".

El padre ?ngel Garc¨ªa es el presidente de la asociaci¨®n Mensajeros de la Paz.