Sangr¨ªa laboral

La Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales de 1995, reformada en 2003 con el apoyo del PP, PSOE, IU y Coalici¨®n Canaria, naci¨® con la pretensi¨®n de dar respuesta a la enorme sangr¨ªa en muertes y costes econ¨®micos y sanitarios que supone la siniestralidad laboral en Espa?a. No es, pues, la ausencia de una legislaci¨®n adecuada, minuciosa en la tipificaci¨®n de las faltas de seguridad y rigurosa en su sanci¨®n, la causa de que Espa?a sea desde hace a?os, tras Portugal, el pa¨ªs de la UE con mayor ¨ªndice de siniestralidad laboral, sino la renuencia a cumplirla, sea por rutina o comodidad, y el escaso inter¨¦s de la Administraci¨®n en aplicar sanciones ejemplares a los infractores.

La alarma, nunca amortiguada ante la persistencia de casi mil trabajadores muertos en su puesto de trabajo a?o tras a?o, ha saltado con m¨¢s fuerza ante la evidencia de que 2005 concluir¨¢ con un incremento cercano al 8% de accidentes mortales en relaci¨®n con 2004. El Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos han reaccionado poniendo en marcha un plan, que comenzar¨¢ a aplicarse el pr¨®ximo enero, basado sobre todo en una inspecci¨®n continuada y exhaustiva de las empresas que acumulan m¨¢s accidentes laborales, y en especial de aquellas dedicadas a varias actividades y, por tanto, proclives a subcontratar. No es la primera vez que se pone en marcha una iniciativa semejante. En 2002, el Gobierno y los agentes sociales tambi¨¦n acordaron un plan para el reforzamiento de la inspecci¨®n laboral, al que sin duda cabe atribuir el moment¨¢neo y esperanzador descenso de los siniestros en 2004.

El primer requisito para que el actual plan resulte eficaz es que tenga vocaci¨®n de permanencia y no quede reducido a un mero parche, como fue el caso del anterior. Tambi¨¦n deber¨¢ tener en cuenta que las causas inmediatas de la siniestralidad no son coyunturales: se vinculan a m¨¦todos de trabajo inexistentes o inadecuados, escasa formaci¨®n e informaci¨®n sobre riesgos y medidas preventivas, y ausencia o insuficiencia de las medidas de seguridad. La Inspecci¨®n de Trabajo, adem¨¢s de sancionar, deber¨ªa actuar tambi¨¦n sobre unas causas que reflejan la escasa cultura de la seguridad en el trabajo existente en Espa?a, tanto entre los empresarios como entre los trabajadores. Y aunque no est¨¢ en sus manos corregir las causas estructurales, en especial la precariedad y la subcontrataci¨®n, s¨ª lo est¨¢ vigilar con la m¨¢xima atenci¨®n que estos sistemas de trabajo se acomoden estrictamente a las medidas de seguridad. Poner freno a la sangr¨ªa de mil trabajadores muertos al a?o merece todos los esfuerzos.