A la caza de los ¨²ltimos criminales de guerra
Friedrich Engel, de 96 a?os y ex comandante de la SS en Italia, vive en Alemania; Alo?s Brumer, austriaco de 93 a?os y ex director del campo de concentraci¨®n de Drancy (Francia) reside en Damasco (Siria); Milivoj Asner, ex dirigente del partido pronazi de la Croacia fascista, tiene 92 a?os y vive en Austria. De 91 a?os, el austriaco Aribert Heim, alias Doctor Muerte por sus experimentos en los campos de Mauthausen y Buchenwald, sigue en paradero desconocido. Todos tienen un punto en com¨²n: Eran altos cargos nazis, c¨®mplices del exterminio de unos seis millones de jud¨ªos durante la II Guerra Mundial, y siguen en libertad.
Sesenta a?os despu¨¦s del Holocausto, resulta dif¨ªcil saber cu¨¢ntos criminales de guerra -tanto altos cargos como simples guardias- viven a¨²n. Un millar, seg¨²n Mathieu Sarfati, autor del documental Nazis: La ¨²ltima batida. "Miles. Quiz¨¢ m¨¢s. Nadie sabe.", asegura Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal de Jerusal¨¦n. Para Serge Klarsfeld, abogado, presidente de la Fundaci¨®n de Hijos e Hijas de los Deportados Jud¨ªos de Francia y uno de los m¨¢s famosos cazadores de nazis de la posguerra, quedan, sin embargo, "muy pocos casos". "Los altos cargos alemanes de la Soluci¨®n Final ya murieron todos de viejos", explica.
Klarsfeld, quien particip¨® en la detenci¨®n de Klaus Barbie en Bolivia en 1983, recuerda que el problema ahora es que "v¨ªctimas y testigos tambi¨¦n murieron, no pueden declarar" y teme que, a pesar del simbolismo que representa un juicio, los acusados no cumplan su pena. Alo?s Brumer ya estar¨ªa muerto, seg¨²n el abogado franc¨¦s. Friedrich Engel, condenado en Alemania e Italia, nunca acab¨® en una celda. Una opini¨®n que no comparte Zuroff. "Nunca es tarde para sentarlos en el banquillo", exclama, antes de recordar que "es la ¨²ltima oportunidad" para juzgarles.
?ltima Oportunidad, nombre de la operaci¨®n que impuls¨® el cazador de nazis israel¨ª desde 2002 en nueve pa¨ªses (Alemania, Austria, Croacia, Estonia, Hungr¨ªa, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania), consiste en campa?as publicitarias para incitar a cualquier persona a dar informaciones sobre un criminal de guerra nazi a cambio de una recompensa de 10.000 euros.
El Centro Simon Wiesenthal mantiene una l¨ªnea telef¨®nica abierta las 24 horas. Hasta ahora, 413 personas han sido investigadas en el marco de esa operaci¨®n y 87 procesadas en sus respectivos pa¨ªses. Zuroff nunca renunciar¨¢ a perseguir a todos los "asesinos" nazis ni a ver a Engel, Brumer, Asner y Heim cumplir su condena. "Es una cuesti¨®n de justicia y de verdad".
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