Las revistas cient¨ªficas reexaminan sus controles tras el 'caso Hwang'
El director de 'Science' ve imposible detectar un fraude tan "h¨¢bil"
El hecho de que las clonaciones de Hwang Woo-suk -un fraude de antolog¨ªa- se presentaran en la prestigiosa revista Science plantea una cuesti¨®n inevitable: ?a qu¨¦ se debe el prestigio de Science? "Ni la revisi¨®n por pares m¨¢s minuciosa, que es la que practicamos con el borrador de Hwang, puede detectar un fraude tan h¨¢bil montado por un cient¨ªfico experto en el campo", dice a EL PA?S el director de Science, Donald Kennedy.
La "revisi¨®n por pares" (peer review) a la que se refiere Kennedy es el procedimiento que sigue cualquier revista cient¨ªfica de calidad. Quiere decir que el director env¨ªa el borrador a dos o tres cient¨ªficos expertos en esa materia (los revisores o referees) para que lo lean y le digan si debe o no publicarlo, o si los autores tienen que aportar experimentos adicionales para que sus conclusiones se sostengan, o si deben mencionar interpretaciones alternativas. Se trata de un an¨¢lisis a veces t¨¦cnico, a veces conceptual, incluso opinativo, pero que dif¨ªcilmente puede descubrir una falsificaci¨®n, sobre todo si no la est¨¢ buscando.
Hay excepciones. Una trampa frecuente consiste en presentar la misma foto dos veces, para simular que dos experimentos distintos dan el mismo resultado. Un revisor atento puede detectar el truco, porque el fondo es igual en las dos fotos, cuando no deber¨ªa serlo.
?sta es precisamente una de las trampas que us¨® Hwang cuando los revisores le pidieron pruebas de que el ADN de las c¨¦lulas madre clonadas a partir de pacientes casaba con el ADN de los pacientes. Como Hwang no ten¨ªa esos clones, clon¨® las fotos. Y colaron. Conclusi¨®n: la revisi¨®n por pares no puede detectar un fraude h¨¢bil, y ni siquiera suele detectar uno torpe. Esto puede suponer dos riesgos. El primero, que Hwang podr¨ªa haber utilizado el prestigio de Science para patentar una t¨¦cnica que no ten¨ªa.
"No lo creo", responde el cient¨ªfico Carlos Sim¨®n, del Centro de Investigaci¨®n Pr¨ªncipe Felipe de Valencia, que el d¨ªa 21 anul¨® los proyectos de colaboraci¨®n previstos con Hwang. "De hecho, la solicitud de patente debe presentarse antes de publicar el trabajo en una revista cient¨ªfica, y ni s¨¦ si Hwang lleg¨® a patentar esa t¨¦cnica".
En EE UU, sin embargo, la patente se puede solicitar hasta 12 meses despu¨¦s de publicado el trabajo. ?Utiliz¨® Hwang a Science para patentar all¨ª su t¨¦cnica? Donald Kennedy lo niega rotundamente: "No ha habido que yo sepa ning¨²n intento de patentar el trabajo de Hwang, ni en EE UU ni en ninguna otra parte".
El segundo riesgo es la estafa. ?Podr¨ªa haberse aprovechado Hwang de Science para vender sus falsas c¨¦lulas cl¨®nicas? El art¨ªculo sali¨® en mayo, y Hwang mont¨® en octubre un Centro Mundial de C¨¦lulas Madre que iba a dedicarse a clonar embriones a partir de pacientes, extraerles c¨¦lulas madre y distribuirlas a cambio de una tarifa.
El desenmascaramiento de Hwang ha impedido saber qu¨¦ clase de c¨¦lulas hubiera distribuido a cambio de qu¨¦ tarifa, ni cu¨¢nto tiempo hubieran tardado en detenerle por estafa.
Todo esto se refiere al art¨ªculo publicado por Science en junio de 2005 (avanzado on line en mayo). Pese a que su retracci¨®n formal requiere la firma de los 25 autores, Kennedy lo va a retirar con o sin firmas. Las sospechas se centran ahora en el anterior trabajo de Hwang, publicado tambi¨¦n por Science, en febrero de 2004: la primera clonaci¨®n de un embri¨®n humano, y la primera generaci¨®n de una l¨ªnea de c¨¦lulas madre a partir de ¨¦l. ?Ha usado alguien esas c¨¦lulas? ?Las lleg¨® a patentar Hwang?
"No s¨¦ de nadie que haya usado esas c¨¦lulas", reconoce Kennedy. "Tampoco conozco ning¨²n intento de patentarlas, si es que ha habido alguno". Casi dos a?os despu¨¦s de publicarse aquel Science, las primeras c¨¦lulas clonadas parecen haberse evaporado.
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