Agricultura descarta el desabastecimiento de los mercados por la ca¨ªda del 45% de la cosecha del aceite
La Junta estima que la renta agraria disminuir¨¢ un 23,5% este a?o en la provincia de Ja¨¦n
La reducci¨®n de la cosecha de aceite de oliva en esta campa?a, que en Ja¨¦n (principal foco productor) se reducir¨¢ un 45%, no va a provocar el desabastecimiento de los mercados. Al menos as¨ª lo piensa la Consejer¨ªa de Agricultura, que ha descartado las afirmaciones en sentido contrario realizadas por Asaja. La organizaci¨®n agraria cree que con las estimaciones de producci¨®n y el enlace existente de la campa?a anterior (que suman 900.000 toneladas en toda Espa?a, m¨¢s de la mitad en Andaluc¨ªa) no ser¨¢ posible atender el consumo interior y las exportaciones, para lo que se necesitan 1.200.000 toneladas.
Espa?a tendr¨¢, pues, un d¨¦ficit en el almacenaje de aceite de unas 300.000 toneladas, algo que no podr¨¢ corregir acudiendo a otros pa¨ªses productores europeos, puesto que sus cosechas tambi¨¦n se han visto afectadas por la climatolog¨ªa adversa del ¨²ltimo a?o. Italia producir¨¢ 690.000 toneladas, Grecia 424.000 y Portugal 30.000. La alternativa pasa, por tanto, por abrir las fronteras y permitir un contingente libre de aranceles a terceros pa¨ªses, fundamentalmente T¨²nez, Siria y Turqu¨ªa, una medida que ya contempla la UE pero que se ha aplazado hasta la primavera, una vez que se conozcan las cifras globales de producci¨®n. "La decisi¨®n de la UE debe hacerse en el momento oportuno, cuando se conozcan los datos finales de producci¨®n, para no crear incertidumbre y distorsi¨®n en los mercados", asegura el delegado provincial de Agricultura en Ja¨¦n, Jos¨¦ Castro.
En todo caso, lo que s¨ª parece claro es que la reducci¨®n a casi la mitad de la cosecha ole¨ªcola va a provocar distorsiones en los precios del aceite. Francisco Molina, secretario general de Asaja, recuerda que los mismos est¨¢n sometidos a la ley de la oferta y la demanda y, por tanto, se puede mantener la escalada de precios del ¨²ltimo a?o, donde se han situado en el umbral de los cuatro euros/kilo en origen.
Concentraci¨®n
La Consejer¨ªa de Agricultura ya advirti¨® de que esta tendencia al alza no se pod¨ªa soportar por mucho tiempo porque pod¨ªa producir una minoraci¨®n en el consumo interno. El consejero, Isa¨ªas P¨¦rez Salda?a, apunt¨® recientemente que la soluci¨®n pasa por la mayor concentraci¨®n de las cooperativas ole¨ªcolas para hacer frente al dumping que practican los grandes grupos que controlan el mercado. En esta l¨ªnea se enmarca el plan del grupo SOS, propietario de Koipe Carbonell -con una cuota de mercado del 32%- para lograr en los pr¨®ximos tres a?os hasta 12 almazaras propias que produzcan al menos el 25% de sus ventas de aceite, que superan las 220.000 toneladas.
De esta forma, pretende evitar las fuertes oscilaciones de los precios. "Es una estrategia adecuada para evitar los vaivenes en los precios", se?ala el delegado de Agricultura en Ja¨¦n.
Por lo dem¨¢s, la dr¨¢stica reducci¨®n en la producci¨®n olivarera en esta campa?a va a provocar duras consecuencias en la renta agraria andaluza. Solamente en la provincia de Ja¨¦n, Agricultura estima una ca¨ªda de la renta agraria en 2006 del 23,5%. Con todo, Agricultura sostiene que ser¨¢ el tercer mejor a?o, en t¨¦rminos econ¨®micos, de la ¨²ltima d¨¦cada, s¨®lo por detr¨¢s de las campa?as de 2002 y 2004. La causa no es otra que el colch¨®n que conforman las ayudas comunitarias (un cheque fijo de 420 millones de euros en Ja¨¦n) y la incidencia de los precios del aceite.
Las condiciones meteorol¨®gicas tan adversas no han repercutido de la misma forma en las distintas comarcas productoras. As¨ª, en El Condado las plantaciones est¨¢n pr¨¢cticamente secas y en 2006 dar¨¢n un 85,51% menos de aceite que en 2005. En el otro lado de la balanza se encuentra La Loma, donde el regad¨ªo se ha generalizado y donde la ca¨ªda ser¨¢ del 25,3%.
Llama la atenci¨®n el caso de la Sierra de Segura, donde hubo que cortar miles de olivos por las heladas del pasado invierno. En algunos pueblos las cooperativas ni tan siquiera han abierto sus puertas, pero en otros, la p¨¦rdida de producci¨®n no es tan notoria.
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