Un artista sabio
Joan Hern¨¢ndez Pijuan, Juan¨ªn para todos los amigos, fallecido el pasado 28 de diciembre, fue un pintor extraordinariamente coherente. Abandon¨® la pintura gestual de su juventud, una influencia inevitable en los a?os cincuenta, para entrar en una abstracci¨®n depurad¨ªsima, que fue evolucionando con los a?os pero que, vista con el tiempo, posee una gran unidad: su tema no fue otro que el del espacio del propio cuadro, que midi¨® y acot¨® con recursos varios. As¨ª, en la segunda mitad de los sesenta introdujo unos fondos uniformes, un espacio dividido sim¨¦tricamente y unos objetos muy neutros -una copa, una manzana- pintados con gran exactitud. M¨¢s tarde introdujo las tijeras y las reglas, pintadas ambas al trompe l'oeil, haciendo de ¨ªndices de espacio: mientras las primeras constitu¨ªan un eco de Lucio Fontana, las segundas eran fruto de la influencia del arte conceptual entonces reinante, tan dado a las mediciones y acotaciones.
Hern¨¢ndez Pijuan era un buen profesor, cuya iluminadora influencia perdurar¨¢ en las generaciones m¨¢s j¨®venes
Entonces vino la revelaci¨®n de Folquer, en Lleida, un paisaje que le inspirar¨ªa durante much¨ªsimo a?os una serie de telas que se cuentan entre las mejores de toda su larga carrera. Al principio se ve¨ªa en ellas una gradaci¨®n de colores, m¨¢s oscuros los de la parte inferior, m¨¢s claros los de la superior, con resonancias a¨²n naturalistas, para pasar a constituirse en abstracciones totales. Era la ¨¦poca en la que a todos interesaban Barnett Newman, Ad Reinhardt y el minimalismo. Las pinceladas, puestas en diagonal, y en una gama de grises, verdes, azules y malvas, eran extraordinariamente sutiles en su gama color¨ªstica y mostraban una gran maestr¨ªa en la ejecuci¨®n. Por ello en l986, al realizar una colecci¨®n de arte contempor¨¢neo para el Ayuntamiento de Barcelona, escog¨ª una de estas magn¨ªficas telas, Verd (1977) para este fondo p¨²blico, hoy integrado en el del Macba.
Con Juan¨ªn, Albert R¨¤fols Casamada, Mar¨ªa Girona y Carles Hern¨¢ndez Mor creamos la revista AMPIT, cuyo primer numero sali¨® en la primavera de l982. Llevaba como subt¨ªtulo Po¨¨tiques posibles y cada portada estaba realizada por un artista: recuerdo la de T¨¤pies (n¨²mero 4), la de Sergi Aguilar (9-10), la de Frederic Amat (11) y la de Mar¨ªa Girona (7-8). Se propon¨ªa ser un "Ampit. Mirador. Espai obert a les idees. Espai de creaci¨®" y, con su formato modesto y sus no m¨¢s de 20 p¨¢ginas, recordaba a las revistas de vanguardia de los a?os treinta, a las que rend¨ªa un homenaje. Inspir¨¢ndose en los anuncios realizados por Arthur Cravan para la revista dada¨ªsta Maintenant, tanto R¨¤fols como Hac Mor redactaban y dise?aban anuncios de galer¨ªas y otras revistas afines, como L'Arc Voltaic de Ram¨®n Herreros. Recuerdo que ninguno de nosotros sab¨ªa c¨®mo se hac¨ªa una revista, pero el caso es que, no s¨¦ c¨®mo, sali¨®, y sali¨® bien en toda su simplicidad. Se financi¨® con una buena parte del dinero que R¨¤fols Casamada hab¨ªa cobrado del Premio C¨¢ceres de Pintura, que le fue concedido en l981, y aparecieron 11 n¨²meros, entre 1982 y 1984. Nos lo pasamos muy bien haci¨¦ndola y efectivamente aprendimos unos rudimentos de dise?o y de edici¨®n. Hern¨¢ndez Pijuan ilustr¨® con un bello dibujo de motivo vegetal unos poemas de R¨¤fols y de Hac Mor en el n¨²mero 1. Porque Juan¨ªn, paralelamente a sus pinturas, estaba realizando un tipo de obras sobre papel con acuarela, tinta china y gouache que volv¨ªan a ser peque?os prodigios de sensibilidad: sobre un fondo competamente gris, por ejemplo, dos hojas verdes, o una cascada de buganvillas de un imposible color malva.
En los ¨®leos, retomando lo que antes que ¨¦l hab¨ªa hechoGiacometti, traz¨® una l¨ªnea perimetral paralela al borde de la tela: hizo un cuadro dentro del cuadro, por as¨ª decirlo, y all¨¢, con escuetos rasgos, traz¨® cipreses, ¨¢rboles, plantas y siluetas arquitect¨®nicas. Su reduccionismo proced¨ªa de su admirado Morandi y del grupo franc¨¦s Support Surface, y consciente o inconsciente, de Giacometti y Mir¨®. Esta inclinaci¨®n a lo m¨ªnimo le llev¨® a las tramas en las que se ocup¨® desde los a?os noventa hasta su muerte, constituidas de ondas, puntos y l¨ªneas en zigzag, en una andadura de resultados, en mi modesta opini¨®n, un tanto desiguales.
Joan Hern¨¢ndez Pijuan tambi¨¦n fue decano de la Facultad de Bellas Artes desde 1992 hasta 1997. Puso orden (por no decir paz) y mejor¨® el interior del viejo y deprimente edificio (aunque no tuvo tiempo de mejorar el Departamento de Historia del Arte, en el que cualquier d¨ªa habr¨¢ una invasi¨®n de ¨¢caros que se llevar¨¢ por delante a varios profesores), y sobre todo, con ¨¦l se aprob¨® el nuevo plan de estudios, que racionalizaba las materias en cuatro grandes departamentos: pintura, escultura, dibujo y dise?o e imagen. Puede decirse, en definitiva, que llev¨® una mayor profesionalidad y modernidad a la casa. Iba caminando a la facultad, lo que le llevaba aproximadamente una hora: es un ejemplo m¨¢s de su manera de entender la vida, pausada, intentando hallar un equilibrio en un mundo marcado por el frenes¨ª y la p¨¦rdida de horizontes morales y ¨¦ticos. Con ¨¦l se ha ido un ejemplo de artista sabio, de los que quedan pocos, y un buen profesor cuya iluminadora influencia perdurar¨¢ en las generaciones m¨¢s j¨®venes.
Victoria Combal¨ªa es cr¨ªtica de arte y asesora de Artes Pl¨¢sticas de la Consejer¨ªa de Cultura de la Comunidad de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.