Canales de TV para los amigos

Con nocturnidad y alevos¨ªa, el Consell de la Generalitat aprovech¨® las boqueadas del a?o para divulgar la adjudicaci¨®n de los 42 canales de televisi¨®n digital. Ya est¨¢n publicados y se conocen. Ganadores absolutos: los amigos obsecuentes del PP, esto es, el periodista Federico Jim¨¦nez Losantos, El Mundo, cadena Cope, Las Provincias y otros incondicionales de las mencionadas siglas sin precedentes en el negocio medi¨¢tico. Tambi¨¦n han obtenido premios de consolaci¨®n Prisa, editora de estas p¨¢ginas, as¨ª como los diarios Levante e Informaci¨®n, lo que ni siquiera sirve para maquillar el criterio aplicado, propio de Juan Palomo, aquel de yo me lo guiso y yo me lo como. Buen provecho. Mentar la "pluralidad", como ha hecho el portavoz Esteban Gonz¨¢lez Pons, se nos antoja un desprop¨®sito, cuando no una necedad.

Ignoramos si a juicio de quienes mejor conocen las entretelas del sector de la comunicaci¨®n en el Pa¨ªs Valenciano, este reparto ha sido sorprendente o responde a lo que cab¨ªa esperar, habida cuenta de las circunstancias que concurren. Nos referimos en primer lugar a la constatada renuencia del capital ind¨ªgena a invertir en la industria medi¨¢tica y tener su propia voz en el concierto estatal. Un desinter¨¦s expresivo de su insensibilidad acerca de los verdaderos resortes del poder y que, al tiempo, se ha traducido en iniciativas editoriales y audiovisuales fr¨¢giles, localistas e incapaces de resistir el embate de los grandes grupos for¨¢neos y, mucho menos, de condicionar a los gobiernos auton¨®micos. En este aspecto hemos sido y somos m¨¢s desde ahora un espacio colonizado.

No puede soslayarse, asimismo, la deriva conservadora del partido gobernante en la Comunidad, puesto a la defensiva por el agobio de sus propios problemas, como son la corrupci¨®n, el cisma interno y la propiciada anemia de las finanzas p¨²blicas que ti?en y merman el liderazgo de Francisco Camps, cuando ya soplan aires electorales. En tal tesitura, ya se sabe: al enemigo, ni agua. Y m¨¢s todav¨ªa si barriendo para casa, aunque sea con el desparpajo y groser¨ªa antidemocr¨¢tica exhibida, se lubrica y gratifica a los conglomerados multimedia que socavan al titular de La Moncloa. Ya es casi una corruptela que la Generalitat pague los favores debidos por los l¨ªderes de Madrid, con un Gobierno o con otro.

No nos consta la n¨®mina completa de optantes a este reparto de canales televisivos, pero seguro que entre ellos figura alguno de sobrada cualificaci¨®n profesional y probada vocaci¨®n valencianista. Como InfoTV, por ejemplo. Haberle dado un pedazo de pan en forma de cobertura comarcal o local no atenuar¨ªa el tufo clientelar y arbitrario de estas adjudicaciones, pero al menos habr¨ªa abierto un portillo de aire fresco. No creemos que ese vac¨ªo se enmiende mediante las concesiones pendientes y de pr¨®xima adjudicaci¨®n. El PP apuesta fuerte y no ha de afrontar todav¨ªa una oposici¨®n capaz de moderarle sus desmadres. Menos aun si se trata, como es el caso, del PSPV, dudosamente legitimado para predicar ejemplaridad cuando de su paso por el gobierno auton¨®mico y de los medios que otorg¨® no qued¨® uno solo medianamente independiente y arraigado.

Tal como se perge?a el panorama informativo, la verdad es que invita a recuperar la vieja ciclostil y reverdecer la gloria del panfleto. Al fin y al cabo, el episodio que glosamos nos retrotrae al franquismo residual. Jo!