Mi vida en un metro c¨²bico
El problema de la vivienda en la Espa?a predesarrollista motiv¨® una pel¨ªcula feliz, El inquilino, de Jos¨¦ Antonio Nieves Conde. Un vendedor (Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez) mostraba a una pareja joven un piso por cuya puerta Fernando Fern¨¢n-G¨®mez no entraba de pie: al cerrarla, el techo se desplomaba sobre sus cabezas. Sufri¨® la censura del Ministerio de la Vivienda y se estren¨®, recortada, con cinco a?os de retraso. Marco Ferreri y Rafael Azcona pusieron el dedo en la misma llaga en El pisito. La especulaci¨®n inmobiliaria actual (Espa?a bate r¨¦cords en n¨²mero de pisos construidos por a?o, en acaparamiento de billetes de 500 euros y en retraso de la maternidad) ha motivado obras teatrales como Baldosas, de David Desola. Sus protagonistas intentan vivir sobre las cuatro baldosas que tienen pagadas: si pisan un cent¨ªmetro m¨¢s all¨¢ ser¨¢n desahuciados.
En un par de sketches del programa de TVE-1 Made in China, el equipo de ?scar Terol le dio la vuelta a la l¨®gica de los planes de urbanismo: dos labradores comunican a un empresario que su campo de golf ha sido recalificado para que pasten las vacas. El humor apenas consuela frente a quienes no lo tienen: vecinos de Rascafr¨ªa y de El Escorial opuestos a la urbanizaci¨®n de la Arcadia madrile?a han sido amenazados, y los bienes de alguno, atacados.
Buscando techo con su ex
pareja, Fernando S¨¢nchez-Cabezudo, autor de M3, visit¨® una buhardilla de 20 metros cuadrados en la que no cab¨ªa de pie. "Al entrar me di con la cabeza en el techo", recuerda. "La propietaria me cont¨® que el inquilino anterior era muy alto, y que s¨®lo ven¨ªa a dormir: 'Pero las vistas son excelentes, as¨®mese', insist¨ªa. Las ventanas est¨¢n a ras del suelo, y tuve que tumbarme para ver la calle. En ese instante pens¨¦: de esto voy a hacer un espect¨¢culo". M3, una odisea sin espacio, que se representa en el Festival Escena Abierta, de Burgos, es un montaje inspirado. S¨¢nchez-Cabezudo (Madrid, 1979) lo ha creado en colaboraci¨®n con su hermano Jorge y con Miguel ?ngel Rodr¨ªguez de C¨ªa. Es una ¨®pera prima sorprendente. Un ejercicio de estilo divertido y bien resuelto. Fernando S¨¢nchez-Cabezudo decidi¨® reducir el escenario a su m¨ªnima expresi¨®n: un cubo de un 1,5 metros de arista, que representa una vivienda. A trav¨¦s de su cara frontal, se ofrecen a la mirada la min¨²scula puerta del fondo, una bombilla en el centro del techo, y la llave de la luz, colocada a la altura de las rodillas. La puertuca se abre y aparece, perplejo, un personaje con la pipa de Tati, el bomb¨ªn de Chaplin y unas gafas de soldador. El nuevo inquilino entra con una plantita y una maleta. Saca un metro y comprueba satisfecho la amplitud del nicho que se dispone a habitar.
S¨¢nchez-Cabezudo, int¨¦rprete ¨²nico del espect¨¢culo, lo hace sin palabras, permanentemente doblado para no golpearse con la cabeza. Tiene una vis c¨®mica muy de cine mudo. Su personaje representa, en un metro c¨²bico, escenas de la vida hogare?a. Se ba?a en un barre?o, en donde lava su ropa al mismo tiempo, y trenza un d¨¦dalo de cuerdas para ponerla a secar: parece una ara?a tendiendo su red. Llama al servicio de informaci¨®n telef¨®nica y es atendido por un operador autom¨¢tico tan inoperante como los de verdad. Contrata una fiesta y su cub¨ªculo se llena de gente: diez personas bailan apelotonadas, le aplastan contra un rinc¨®n. La compa?¨ªa consigue este efecto cerrando la cuarta pared con una pantalla, en la que se proyectan im¨¢genes pregrabadas. La continuidad entre representaci¨®n e imagen f¨ªlmica es absoluta. Al caer la noche, el protagonista de M3 apaga la luz, y sobre la pantalla aparece el cubo flotando en medio del universo, como la estaci¨®n de 2001, una odisea del espacio. Un cambio de perspectiva, y vemos al personajillo tras una ventana min¨²scula. Al lado, aparece el vecino detr¨¢s de la suya, y, sucesivamente, los vecinos de arriba, de abajo y de un bloque inmenso de apartamentos, todos de un metro c¨²bico. El espect¨¢culo entero est¨¢ iluminado con una sola bombilla, y con el haz del proyector. No necesita focos.
M3 no es el ¨²nico espect¨¢culo donde se juega con un espacio m¨ªnimo. En Pandora 88, la compa?¨ªa de teatro f¨ªsico Fabrik Postdam, evocan un secuestro en una caja de 1,5 metros cuadrados.
M3. Burgos. 20 y 21 de enero. En el Festival Escena Abierta (del 13 al 22).
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