Ba?o en el mar Muerto

La novelista gallega, que acaba de publicar Amor mi se?or (Tusquets), visit¨® Israel en compa?¨ªa de otros dos escritores, Julio Llamazares y Antonio Gamoneda. "Fue divertido y emocionante, pero tambi¨¦n estremecedor".

Empecemos por lo divertido.

Tuvimos varios incidentes. Yo me despist¨¦ y pretend¨ª entrar en la bas¨ªlica del Santo Sepulcro muy descocada, con unos shorts indignos. Mis compa?eros me taparon con velos, parec¨ªa una bailarina del vientre... En Bel¨¦n fue a Julio a quien le toc¨® la reprimenda por encender un cigarro en la bas¨ªlica de la Natividad. Pero donde nos asustamos fue en el mar Muerto. No nos enteramos de que no se puede meter la cabeza. Pens¨¦ que me quedaba ciega.

?Emocionante?

Me estremeci¨® visitar el lugar donde se supone que naci¨® Jes¨²s, un sitio tan especial para los cristianos y del que te pasas la vida oyendo hablar. Es algo que sucede durante toda la visita. Se juntan la historia, el mito y la locura que conlleva el turismo tan desarrollado. Tambi¨¦n me impact¨® el desierto de Judea. Es totalmente cinematogr¨¢fico. Un lugar sin sentido y lleno de tranquilidad. Es la nada. Como el fin del mundo.

?Y por qu¨¦ estremecedor?

Por esa violencia soterrada con la que viven. A la salida, en el aeropuerto, me cachearon con un perro, armados hasta los dientes... Se me qued¨® el alma en un pu?o. Entonces valor¨¦ por primera vez lo que es vivir en un pa¨ªs en paz.