Nanociencia Molecular en la Comunidad Valenciana
El reci¨¦n inaugurado Instituto de Ciencias Molecular (ICMol) fue aprobado como instituto de investigaci¨®n de la Universidad a finales del a?o 2000. La idea de crear este instituto surgi¨® un a?o antes y vino motivada por la existencia en los Departamentos de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica, Qu¨ªmica F¨ªsica y Qu¨ªmica Org¨¢nica de la Facultad de Qu¨ªmica de una serie de grupos muy activos que, de forma independiente, desarrollaban su investigaci¨®n en las diferentes facetas de la Ciencia Molecular relacionadas con el estudio de mol¨¦culas y materiales moleculares con propiedades f¨ªsicas o qu¨ªmicas de inter¨¦s. Permitir que todos estos grupos pudieran desarrollar sus proyectos en un espacio com¨²n y en las mejores condiciones de trabajo era un objetivo prioritario. Gracias al esfuerzo de todos -los que dirigen y gestionan la Universidad, por una parte, y los que trabajamos en ella, por la otra- creo que este primer objetivo ha sido alcanzado y que vamos a contar con uno de los centros de investigaci¨®n de nuestro pa¨ªs mejor equipados para desarrollar una investigaci¨®n de calidad.
Durante estos cinco a?os los siete grupos que integran el ICMol han estado dispersos en cinco sedes diferentes, en los espacios de sus respectivos departamentos. A pesar de estas condiciones, los resultados cient¨ªficos han evolucionado positivamente. As¨ª, en los dos ¨²ltimos a?os hemos sido el instituto de la Universidad de Valencia con una mayor productividad cient¨ªfica. Otro indicador que valora el impacto de nuestra investigaci¨®n lo proporciona la base de datos del ISI (Institute of Scientific Information de Filadelfia). Seg¨²n este instituto, la Universidad de Valencia ocupa actualmente el puesto 88 del ranking mundial de Universidades y centros de I+D en investigaci¨®n en Qu¨ªmica. En el ¨¢mbito nacional, la ¨²nica universidad que se encuentra por delante de la Universidad de Valencia es la Universidad de Barcelona que ocupa el puesto 51. Es de destacar que 12 de los 14 qu¨ªmicos de la Universidad de Valencia que m¨¢s contribuyen a este resultado pertenecen al ICMol. Hace tan s¨®lo un a?o la Universidad de Valencia ocupaba el puesto 102. Esta progresi¨®n se debe, en gran medida, a los investigadores del ICMol.
El tipo de trabajo que hemos desarrollado ha sido el de investigaci¨®n b¨¢sica y se ha apoyado en tres pilares fundamentales: i) El dise?o de mol¨¦culas y materiales moleculares funcionales, ii) la caracterizaci¨®n estructural, f¨ªsica y qu¨ªmica de estos sistemas, y iii) la modelizaci¨®n de sus propiedades a partir de aproximaciones te¨®ricas. En esta nueva etapa seguiremos desarrollando estas l¨ªneas, pero tambi¨¦n nos orientaremos hacia otras m¨¢s aplicadas que impliquen a las empresas. De hecho, ya hemos establecido colaboraciones con empresas en el campo de la electr¨®nica molecular (con Philips, Merck y DSM para el desarrollo de diodos emisores de luz moleculares), en el sector energ¨¦tico (con ATERSA para el desarrollo de c¨¦lulas solares de bajo coste basadas en materiales moleculares), y en el ¨¢rea del Medio Ambiente (con Bioreply para el desarrollo de nuevos sensores moleculares de mercurio). Las dos ¨²ltimas ya han manifestado su inter¨¦s para trasladarse al futuro parque Cient¨ªfico de la Universidad de Valencia en el se encuentra integrado el ICMol. En un futuro no descartamos que de alguna de estas iniciativas surja la creaci¨®n de nuevas empresas de alto contenido tecnol¨®gico en el seno instituto.
Otro aspecto importante que va a marcar esta nueva etapa es la orientaci¨®n cada vez mayor hacia l¨ªneas de investigaci¨®n enmarcadas en la denominada Nanociencia Molecular. En estos momentos estamos inmersos en una expansi¨®n imparable de la Nanociencia y las Nanotecnolog¨ªas, tanto a nivel mundial como a nivel europeo y espa?ol. En nuestro pa¨ªs est¨¢n surgiendo iniciativas para la creaci¨®n de centros de investigaci¨®n de Nanociencia en ciudades como Zaragoza, Barcelona, Madrid o Albacete, entre otras. Nuestro Instituto se encuentra subido en este tren y, adem¨¢s, puede aportar su excelencia en investigaci¨®n y una valiosa experiencia en los aspectos m¨¢s moleculares y qu¨ªmicos de esta disciplina. Ello le va a permitir actuar como polo que aglutine y articule la investigaci¨®n que se desarrolla en Espa?a en Nanociencia Molecular. De hecho, ya ha comenzado a desarrollar acciones en este sentido. As¨ª, hemos propuesto a la Generalidad Valenciana la creaci¨®n de un M¨¢ster Interuniversitario de Nanociencia y Nanotecnolog¨ªa Molecular que implica a siete universidades espa?olas y a investigadores del CSIC. Se apruebe o no este a?o, este tipo de iniciativa favorecer¨¢ la formaci¨®n en nuestro pa¨ªs de una comunidad cient¨ªfica que investigue y colabore en este tema estrat¨¦gico. En el pasado, una iniciativa similar impulsada por m¨ª - la organizaci¨®n de las Escuelas Nacionales de Materiales Moleculares- sirvi¨® para articular en Espa?a una de las comunidades cient¨ªficas con mayor presencia internacional en esta ¨¢rea y mayor capacidad de liderazgo en Europa.
No quisiera terminar este art¨ªculo sin dar mi opini¨®n sobre la situaci¨®n de la investigaci¨®n en Espa?a. La investigaci¨®n es una actividad personal (m¨¢s que institucional) y din¨¢mica, que necesita de planificaci¨®n a medio plazo, para que los actores que optan por esta actividad tengan un m¨ªnimo de estabilidad y expectativas de futuro, y de acciones r¨¢pidas que nos permitan reaccionar a los avances y cambios que se producen en nuestro entorno. A todas las escalas -nacional, regional y local- nuestro pa¨ªs se ha caracterizado por una falta de planificaci¨®n de la investigaci¨®n que la sufren, por ejemplo, los contratados del Programa Ram¨®n y Cajal. Desde hace ya algunos a?os se viene reclamando al Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia la creaci¨®n de una carrera investigadora que permita a los j¨®venes licenciados que se incorporan al sistema de I+D con una beca predoctoral empezar su aventura conociendo las reglas del juego. Al final de esta aventura, cuando por fin se los reincorpora al sistema con un contrato Ram¨®n y Cajal, siguen sin conocer su futuro. Es dif¨ªcil hacer una actividad creativa, como es la investigaci¨®n, en estas condiciones. Cuando todos los indicadores se?alan que nuestro sistema de I+D necesita crecer significativamente en los pr¨®ximos a?os, los contratados por este programa, en lugar de ser una soluci¨®n, pasan a ser un problema. Muchos de estos investigadores "de excelencia" acaban el contrato el pr¨®ximo a?o. Como siempre, la soluci¨®n se les dar¨¢ en el ¨²ltimo momento. ?A qu¨¦ estamos esperando en nuestra comunidad? ?Cu¨¢ndo vamos a valorar la investigaci¨®n y a los investigadores como se merecen? El ICMol es un centro formado por 80 investigadores de los cuales 15 son "j¨®venes", de unos 35 a?os de media, contratados del Programa Ram¨®n y Cajal.
Eugenio Coronado es director del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de Val¨¨ncia.
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