Multilateralismo competitivo
La ONU ha estado a punto de quedarse paralizada. Estados Unidos hab¨ªa amenazado con bloquear su presupuesto bianual si la organizaci¨®n no se aven¨ªa a las reformas internas planteadas, que empujan no s¨®lo Washington, sino otros pa¨ªses tambi¨¦n. Finalmente ha obtenido una pr¨®rroga de seis meses. En Nueva York muchos se preguntan si el embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, el que dijo que el gran edificio de esta organizaci¨®n en Manhattan pod¨ªa perder 10 plantas y no se notar¨ªa, sigue estrictamente instrucciones de Washington o a?ade de su propia cosecha pensando en su futura carrera pol¨ªtica. El caso es que si en seis meses no hay progreso en las reformas de gesti¨®n interna, se podr¨ªa cerrar el grifo de la financiaci¨®n. Del presupuesto para 2006-2007 de 3.790 millones de d¨®lares, la ONU s¨®lo est¨¢ autorizada a gastar 950 millones en este semestre. Despu¨¦s se ver¨¢ a la luz de los progresos realizados. Y esto no es ni un Estado ni la UE. Si no hay dinero aprobado, se parar¨¢.
La reforma de la gesti¨®n interna de la ONU era uno de los cuatro temas de la agenda que sali¨® de la cumbre de septiembre. Otro era la creaci¨®n de una Comisi¨®n para la Construcci¨®n de la Paz, sobre la que finalmente, al borde del cambio de a?o, ha habido un acuerdo de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad. Era uno de los grandes objetivos de Kofi Annan para evitar que toda "paz fr¨¢gil se deshaga en un conflicto renovado", pues, en promedio, la mitad de los pa¨ªses que logran salir de una guerra recaen en la violencia en cinco a?os. La nueva comisi¨®n, formada por 31 miembros, entre ellos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, actuar¨¢ por consenso para proponer estrategias integradas de estabilizaci¨®n, recuperaci¨®n econ¨®mica y desarrollo, y reportar¨¢ a la vez a la Asamblea General 191 miembros, y al Consejo de Seguridad, 15, lo que puede dar lugar a conflictos. Claro que una cosa es acordar su lanzamiento y otra que funcione, especialmente cuando no dispone verdaderamente de financiaci¨®n propia para sus misiones.
Pero aunque sea a trompicones, la ONU ha logrado finalmente dar algunos pasos en la direcci¨®n adecuada. Faltan otros dos de la citada agenda. Primero, el Convenio General contra el Terrorismo, que en buena parte depende de pactar una definici¨®n de este tipo de violencia, intento en el que Espa?a est¨¢ muy involucrada. Y segundo, la puesta en pie de un Consejo de Derechos Humanos que suplante la, a menudo vergonzante, Comisi¨®n de Derechos Humanos, pero China, Cuba, la Venezuela de Ch¨¢vez convertida en l'enfant terrible de la nueva situaci¨®n, Egipto y Pakist¨¢n, entre otros, lo impiden. Todo tiene que estar acabado para el pr¨®ximo 30 de septiembre, en el ¨²ltimo a?o de Kofi Annan al frente de la organizaci¨®n.
"El mundo necesita una organizaci¨®n como la ONU, pero la ONU no ha demostrado capacidad para adaptarse al mundo", se?ala un colaborador de Kofi Annan, para el cual una paradoja es que el debate sobre la reforma interna de la ONU est¨¢ frenando la labor de la organizaci¨®n y su relevancia a la hora de resolver los problemas concretos que surgen. Para algunos expertos consultados, la ONU no lograr¨¢ de forma incremental la reforma que necesita para lograr ese "multilateralismo eficaz" que proclama, entre otros, la Uni¨®n Europea. Necesita una crisis interna.
Pensando que los monopolios son malos, en Estados Unidos algunos sectores de la Administraci¨®n y del mundo acad¨¦mico empiezan a proponer que la ONU, para mejorar, tenga que hacer frente a la competencia de organizaciones regionales o especializadas (como la OTAN, la OSCE, la OEA, la OUA y otras). Es lo que, por ejemplo, Ruth Wedgwood, de la Universidad John Hopkins, llama "multilateralismo competitivo", en un mercado de organizaciones internacionales organizado no precisamente por la mano invisible de Adam Smith, sino m¨¢s bien por la de Bolton. aortega@elpais.es
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