'Rybka', la bestia 'humana' (3)
Blancas: Hiarcs. Negras: Rybka. Defensa Tartakower (D58). Santa Cruz de Tenerife, 31-12-2005.
Uno de los grandes quebraderos de cabeza de los programadores de computadoras de ajedrez durante los ¨²ltimos 50 a?os ha sido "el efecto horizonte": la incapacidad del jugador de silicio para entender que un pe¨®n pasado (sin peones enemigos que entorpezcan su camino hacia la coronaci¨®n) es un gran peligro en potencia. Esta impecable partida de Rybka, jugada a ritmo lento y bajo la vigilancia del experto lector ?ngel Jim¨¦nez Arteaga, demuestra cu¨¢nto se ha mejorado en ese terreno. 1 d4, Cf6 2 c4, e6 3 Cf3, d5 4 Ag5, Ae7 5 Cc3, h6 6 Ah4, 0-0 7 e3, b6 8 Ae2, Ab7 9 A - f6, A - f6 10 c - d5, e - d5 11 b4, c5 12 b - c5, b - c5 13 Tb1, Ac6 14 0-0, Cd7 15 Ab5, Dc7 16 Dd2, Tfd8 17 Tfc1, Tab8 18 A - c6, T - b1 19 C - b1, D - c6 20 d - c5, C - c5 21 Dc2, Tc8 22 h3, Da6 23 Cbd2, Tc7 24 Db1, Dc8 25 Db4, Ae7 26 Df4, Dd8 27 Dg4, Af6 28 Dh5 (diagrama) 28... g6!! (Rybka no es el ¨²nico programa que capta en esta posici¨®n una idea profunda: al tomar en h6, la dama blanca quedar¨¢ fuera de juego, y el alfil de f6 ser¨¢ el nuevo amo del tablero porque apoyar¨¢ decisivamente al pe¨®n de a7, tras la ca¨ªda del d¨¦bil de a2. Pero el hecho de que Rybka vea r¨¢pidamente la idea de sacrificar un pe¨®n para que la dama blanca deje de presionar en d5, y se aleje adem¨¢s del flanco de dama, realza su estilo humano) 29 D - h6, Ce6 30 Td1, Tc2 31 a3, Dc7 32 a4, a5 33 Cb3, Dc3 34 Cbd2, Tc1 35 Tf1, T - f1+ 36 C - f1, Db4 37 C1h2, D - a4 38 Cf1, Da1 (las blancas ya est¨¢n perdidas; el resto es pura desesperaci¨®n de Hiarcs) 39 e4, d - e4 40 De3, e - f3 41 D - f3, a4 42 g4, a3 43 Rg2, a2, e Hiarcs se rindi¨®.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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