Albert Boadella opina que Don Quijote no podr¨ªa ser catal¨¢n
El director afirma que a Els Joglars se les boicotea en Catalu?a desde 1989
La particular aproximaci¨®n de Albert Boadella y Els Joglars al Quijote, En un lugar de Manhattan, llega ma?ana al Teatre Lliure de Barcelona envuelta en la expectaci¨®n art¨ªstica que siempre acompa?a al director y su compa?¨ªa y con el a?adido del temor a un boicoteo al espect¨¢culo a causa de las posiciones pol¨ªticas de Boadella. El director dio p¨¢bulo ayer a ese temor, expresado en la p¨¢gina de Internet de la plataforma antinacionalista en que milita, Ciutadans de Catalunya, e incluso afirm¨® que el boicoteo lo sufren de hecho Els Joglars desde 1989, fecha de la emisi¨®n de su serie televisiva Som una maravella. Con respecto a Don Quijote, Boadella opin¨® que no podr¨ªa ser catal¨¢n.
El Don Quijote del espect¨¢culo de Els Joglars es un lampista castellano, de Socu¨¦llamos, mientras que Sancho es su ayudante catal¨¢n. Ambos disfrutan de r¨¦gimen abierto en un frenop¨¢tico. "El Don Quijote de Cervantes representa a Castilla, la Castilla m¨ªstica, y en modo alguno puede representar a las periferias: no puede ser gallego, ni valenciano ni mucho menos catal¨¢n", explic¨® ayer Boadella al presentar el espect¨¢culo. "Sancho s¨ª, porque aunque est¨¦ tan loco como Don Quijote, pues le sigue en su locura, en cierto modo tiene los pies en el suelo". En ese sentido, dijo el director, el espect¨¢culo tiene algo de met¨¢fora de la relaci¨®n entre Castilla y Catalu?a, "de entendernos a pesar de todo".
Pese la consideraci¨®n de que Don Quijote no puede ser catal¨¢n, Boadella se?al¨® alg¨²n punto de contacto: "As¨ª como Don Quijote delira con los libros de caballer¨ªa, aqu¨ª, aunque la gente sea de natural sensata, cuando se toca el asunto de la etnia empieza el delirio. Se puede hacer esa comparaci¨®n con Don Quijote".
Cuando se le pregunt¨® si le parece que Pasqual Maragall tiene algo de quijotesco, Boadella, tras re¨ªr de buena gana, respondi¨®: "Estar¨ªa encantado de que fuera un Quijote; quiz¨¢ incluso lo seguir¨ªa si lo fuera".
Posteriormente, en declaraciones a Efe, aconsej¨® a Maragall que "ya que ha conseguido su sue?o infantil de ser presidente de la Generalitat, se retire para que venga otra generaci¨®n de pol¨ªticos con m¨¢s sentido pr¨¢ctico". Boadella calific¨® de "paranoia" la actual situaci¨®n pol¨ªtica catalana y de "convivencia insoportable" con el resto de Espa?a, un panorama que, en su opini¨®n, "no representa al conjunto de la ciudadan¨ªa de Catalu?a".
En la obra, los valores de la Espa?a cervantina, por los que Boadella dijo sentir cierta nostalgia y que representan el alucinado fontanero y su ayudante, se contraponen a los de la modernidad representada por una directora teatral vanguardista argentina que quiere montar El Quijote con dos mujeres como protagonistas.
Sobre el boicoteo, Boadella dijo que "no es paranoia". Esgrimi¨® un recorte de prensa del Diari de Terrassa en el que se mencionaba una campa?a con papeletas contra "Boadella el facha" durante la presentaci¨®n en la ciudad de La torna de la torna y se?al¨®: "Me consta que hubo octavillas". Se refiri¨® a la tumultuosa presentaci¨®n de Ciutadans de Catalunya en Girona el pasado diciembre, cuando unos independentistas trataron de impedir el acto, y se?al¨® que ¨¦stos dijeron que se "acordar¨ªa". Deplor¨® que por razones "extrateatrales, injustas e injustificadas" Els Joglars deban afrontar un boicoteo "cuando es notorio que la compa?¨ªa no tiene" sus "ideas pol¨ªticas" y "sin duda es un colectivo m¨¢s plural que el Parlamento de Catalu?a". Consider¨® que la amenaza de boicoteo es una irracionalidad propia de un territorio con una voluntad tremenda de seguir siendo provinciano y concluy¨® que si hay gente que no quiere ir a verlos, "all¨¢ ellos". Boadella opina que Els Joglars sufren un boicoteo en Catalu?a desde 1989, porque no gust¨® su "posici¨®n cr¨ªtica con la propia tribu", expresada en la serie televisiva Som una maravella. A partir de la serie, consider¨®: "El porcentaje de espectadores teatrales de Els Joglars en Catalu?a baj¨® en picado. Ese a?o tuvimos que salir del teatro Condal por falta de p¨²blico y s¨®lo nos salvaron la temporada los dos excelentes meses en el Alb¨¦niz de Madrid". La situaci¨®n, dijo, no se ha normalizado: "Aqu¨ª tendr¨ªamos que poder estar seis meses en un teatro y no podemos. Es una realidad. Son los hechos". El director zanj¨®: "Ya se ver¨¢ cuando acabe la temporada".
Boadella aprovech¨® para denunciar que pese al cambio en la Generalitat, a Els Joglars sigue sin ofrec¨¦rseles actuar en el Teatre Nacional. "Es cierto que me dieron la Creu de Sant Jordi", reflexion¨® con acritud; "a veces pienso que hice mal en no aceptarla porque me la hubiera puesto en donde corresponde".
El director critic¨® que se digan "cosas est¨²pidas" sobre Els Joglars, destac¨® que el hecho de que el espect¨¢culo haya sido coproducido por la Comunidad de Madrid no quiere decir que les hayan subvencionado -"hemos devuelto el dinero que nos avanzaron", dijo- y subray¨®: "No somos vasallos de la se?ora Esperanza Aguirre".
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