Cosas veredes, amigo Cervantes

Albert Boadella fue anoche el gran triunfador del estreno barcelon¨¦s en el Teatre Lliure de En un lugar de Manhattan, su singular y a ratos desopilante versi¨®n del Quijote al frente de Els Joglars.

El espect¨¢culo presenta a un Don Quijote convertido en "fontanero errante" -estupendo Ramon Fontser¨¦- al que acompa?a en sus acciones contra las goteras, contra Leroy Merlin y contra Esplandi¨¢n de los Tabiques de Pladur, su ayudante Sancho (Pep Vila), un catal¨¢n gordito. Procedentes de un frenop¨¢tico en el que disfrutan de regimen abierto, los dos personajes se inmiscuyen en los ensayos en un teatro de, precisamente, una versi¨®n del Quijote. La irrupci¨®n del lampista que ha enloquecido leyendo la obra de Cervantes provoca una serie de situaciones delirantes y otras que reproducen literalmente escenas del Quijote. Boadella aprovecha la figura de la vanguardista directora argentina del espect¨¢culo para cargar -como Don Quijote contra los molinos- contra algunos de sus fantasmas personales, como el arte contempor¨¢neo ("h¨¢ganme un Quijote Pollock", pide a sus actores la directora, que tambi¨¦n les pone m¨²sica de La Guerra de las Galaxias o los hace disfrazarse de Bin Laden. Cosas veredes, Cervantes

El director, que tard¨® en salir a saludar, recibi¨® una ovaci¨®n especialmente intensa y calurosa al final de la representaci¨®n, que fue punteada con abundantes risas. Una parte compacta del p¨²blico de la sala Fabi¨¤ Puigserver se mostr¨® particularmente activa al levantarse al un¨ªsono y aplaudir en pie a Boadella. Es indudable que ayer hubo numerosos espectadores que le premiaron al director no s¨®lo su indudable sabidur¨ªa esc¨¦nica sino su actitud pol¨ªtica. En todo caso, los rotundos aplausos y bravos no tuvieron que tapar ninguna acci¨®n de protesta contra Boadella, porque no la hubo. Pese a la alarma que hab¨ªan generado los rumores de boicot contra el espect¨¢culo por la militancia del director en la plataforma antinacionalista Ciutadans de Catalunya, ni antes ni durante ni despu¨¦s de la representaci¨®n hubo el m¨¢s m¨ªnimo acto de protesta (excepto quiz¨¢ alg¨²n silbido tras la funci¨®n, que tambi¨¦n puede haber sido admirativo). No obstante, Boadella se reafirm¨® al acabar la funci¨®n en su idea de que hay un boicot contra ¨¦l y su grupo en Barcelona y hasta lo cuantific¨®: dijo que han notado un descenso en la venta de entradas de un 60 % con respecto a lo acostumbrado.

Hubo lleno en el estreno de anoche y una notable ausencia de cargos pol¨ªticos. Arroparon en cambio a Boadella en masse sus conmilitiones de plataforma, como Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Xavier Pericay o Ivan Tubau. El estreno cont¨® con la discreta vigilancia de varios coches de los mossos.