Franquistas en Barcelona
Tarde o temprano, pero acaba llegando casi invenciblemente la depuraci¨®n de las versiones falsas del pasado, y algunos libros se lo proponen de una manera met¨®dica. En las dos versiones de un mismo libro, lo ha hecho ahora Francesc Vilanova i Vila-Abadal, a prop¨®sito de la extendida creencia en la aliadofilia del sector franquista catal¨¢n agrupado en el semanario Destino durante la Segunda Guerra y en parte en La Vanguardia. La idea hab¨ªa prosperado animada por los protagonistas, v¨ªctimas del s¨ªndrome que afect¨® a casi todos los primer¨ªsimos fascistas y franquistas que fueron recoloc¨¢ndose con los a?os en otras posiciones ideol¨®gicas y pol¨ªticas. El mal no estaba ah¨ª, en rectificar sus errores, o no estaba fundamentalmente ah¨ª visto desde la actualidad, me parece, sino en el intento de camuflar las convicciones que verdaderamente defendieron en los primeros a?os de la posguerra, sobre todo cuando estalla la Segunda Guerra y la Espa?a franquista define una neutralidad pol¨ªtica que es falsa porque todo su coraz¨®n pol¨ªtico est¨¢ con las potencias del Eje.
Todo lo contrario de lo que hab¨ªa de explicar Franco desde el mism¨ªsimo 1945. Era mentira, y este libro es un acopio abrumador (y a veces sobreabundante) de testimonios de esas dos mentiras. Ni el futuro novelista y n¨ªtido franquista Ignacio Agust¨ª, ni el astuto y algo pillastre Carlos Sent¨ªs, ni el buen periodista que hab¨ªa sido antes de la guerra Manuel Brunet (el Romano de Destino), ni Santiago Nadal diseminaron tantos rastros de su sensibilidad pol¨ªtica aliad¨®fila como para llegar a hacerlos aliad¨®filos, ni de bon tro?, por emplear un coloquialismo catal¨¢n bien pertinente, y desde luego el entorno de La Vanguardia y su due?o y amo, el conde de God¨®, fue franquista sin paliativos y se adapt¨® a lo que hubo de adaptarse sin la menor consideraci¨®n siquiera a las formas. Vilanova lo ense?a paso a paso y sin apenas intervenir m¨¢s que en la ordenaci¨®n y lev¨ªsimo comentario de los art¨ªculos de aquellos a?os. Pero a m¨ª tambi¨¦n me importa destacar la figura m¨¢s turbia del cuadro, con la que m¨¢s justificadamente incisivo se muestra el autor, aunque eso no vayan a verlo los lectores de la versi¨®n espa?ola porque es la parte sacrificada del original catal¨¢n. Se trata de Carlos Sent¨ªs, neto franquista, uno de los saqueadores de la biblioteca personal de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, en Madrid, periodista destacadamente estelar por razones pol¨ªticas y no s¨®lo profesionales desde la guerra (hab¨ªa ejercido tambi¨¦n de esp¨ªa, y seguramente de modo m¨¢s fiable que Josep Pla), y secretario personal del h¨¦roe de guerra Rafael S¨¢nchez Mazas mientras fue ministro sin cartera. Quiz¨¢ el porte de la elegancia mediterr¨¢nea lo desdibuja, pero no lo veo tan lejos de un personaje como Emilio Romero, pese a tantas diferencias, y en este libro sale mal parado de veras por una de las v¨ªas que m¨¢s brillo le dio entonces, es decir, esas pocas pero explotad¨ªsimas horas que pas¨® en Dachau, observando curiosidades y detalles humanos de algunos p¨ªcaros jud¨ªos todav¨ªa no cad¨¢veres. Sus cr¨®nicas tienden a rebajar la gravedad y a deplorar el abuso de contar tantas y tantas cosas que no hab¨ªa maldita la necesidad de contar (aunque otros reporteros y cronistas, precisamente brit¨¢nicos, pensaran e hiciesen exactamente lo contrario). Pero est¨¢ claro que eso no cuadraba con los valores supremos de oportunidad y pragmatismo. El mito de la aliadofilia de Destino queda retocado hasta la disoluci¨®n y debe regresar a los tintes mucho menos gruesos y m¨¢s exactos: la aliadofilia fue muda, secreta, privada y nunca p¨²blica, y por respeto a quienes no tuvieron m¨¢s remedio que callar sin m¨¢s, y no hacer, ni decir, ser¨ªa bueno que desterr¨¢semos la optimista idea de que Destino encarnaba aliadofilia alguna, sin que eso impida reconocer una vaga predisposici¨®n de algunos de ellos a aliarse con sus s¨ªmbolos y actitudes en lo que buenamente se pudiese sin que nada de lo fundamental se pusiera en juego.
La Barcelona franquista i l'Europa totalit¨¤ria (1939-1946). Emp¨²ries. Barcelona, 2005. 429 p¨¢ginas. 24 euros.
Francesc Vilanova i Vila-Abadal. El franquismo en guerra. De la destrucci¨®n de Checoslovaquia a la batalla de Stalingrado. Pen¨ªnsula. Barcelona, 2005. 253 p¨¢ginas. 17,50 euros.
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