El legado de Nieto

Para muchos, el reglamento de asociaciones de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, de 2001 es una ley embudo que neutraliza la creaci¨®n de asociaciones y que choca con la normativa estatal, la Ley Org¨¢nica Reguladora del Derecho de Asociaci¨®n, de 2002. Aunque desde la secretar¨ªa general de la universidad se reconoce que est¨¢n adaptando el reglamento, se han negado a facilitar el n¨²mero de asociaciones. En la web aparecen diez, nueve musicales. Fuentes institucionales aseguran que el "reglamento no es m¨¢s restrictivo que el de otras universidades" compar¨¢ndolo con la Universitat de Val¨¨ncia, ya adaptada a la norma estatal, en cuanto la admisi¨®n en el registro se realiza por un ¨®rgano delegado por el rector o por el Consejo de Gobierno.

Sin embargo, s¨®lo la Polit¨¦cnica restringe asociaciones que legalmente son constitucionales. En ella, se tildan como inadmisibles las que aludan a conceptos pol¨ªticos, instituciones hist¨®ricas, religiosas, oficiales... Adem¨¢s, obliga a que est¨¦n integradas por un m¨ªnimo de 15 socios frente a los tres de la norma estatal. Con todo, el art¨ªculo m¨¢s conflictivo es el que obliga a que los estatutos de la asociaci¨®n sean aprobados por Consejo de Gobierno (no ocurre en la Universitat). Se impone as¨ª un modelo de asociacionismo, a diferencia de la ley org¨¢nica, que evita cualquier mecanismo de control preventivo.

Algunas fuentes se?alan que esta situaci¨®n se remonta a las elecciones de 2000, cuando Justo Nieto gan¨® las elecciones a Pedro Miguel Sosa. Entesa control¨® casi todas las delegaciones de alumnos pagando el precio de apoyar al candidato defenestrado. En las elecciones de 2005 el programa de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez Coque, la alternativa al actual rector, Juan Juli¨¢, contemplaba eliminar dicho reglamento. El nuevo delegado de estudiantes, Marcelino Pelayo reconoce que la normativa est¨¢ hecha para evitar que la pol¨ªtica entre en la universidad, pero no le parece mal.