Tierno vuelve a clase

Poco antes de morir, Enrique Tierno Galv¨¢n, primer alcalde elegido por los ciudadanos de Madrid, llam¨® a su despacho a los concejales Juan Barranco y Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano. El primero era primer teniente de alcalde y portavoz del PSOE, entonces en el gobierno; el segundo, el l¨¢tigo de Tierno al frente del grupo popular, en la oposici¨®n. Ambos llegar¨ªan a ser alcaldes. Tierno los reuni¨® y les dijo: "Estoy enfermo, s¨¦ que voy a morir pronto. Pero ustedes tienen mucha carrera pol¨ªtica por delante. Intenten entenderse".

Unos meses m¨¢s tarde, el 19 de enero de 1986 -hoy hace 20 a?os-, Madrid perd¨ªa a su primer alcalde de la democracia, y el cuerpo de Tierno fue velado por concejales de todos los partidos en el Patio de Cristales de la Casa de la Villa.

Aquella conversaci¨®n la rescat¨® ayer ?lvarez del Manzano durante el acto de recuerdo al viejo profesor que el Ayuntamiento organiz¨® en el vig¨¦simo aniversario de su muerte. M¨¢s de 80 concejales y ex concejales -los 30 de la corporaci¨®n actual y medio centenar de los que tuvieron esca?o en las dos primeras legislaturas-, los tres alcaldes vivos posteriores a Tierno -Barranco, ?lvarez del Manzano y Alberto Ruiz-Gallard¨®n, todos menos el fallecido Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n- y el hijo del profesor, Enrique Tierno P¨¦rez-Rela?o, se api?aron en el sal¨®n de plenos para escuchar y hablar de ¨¦l.

Y aunque todos quisieron subrayar en los discursos la herencia com¨²n que Tierno les dej¨® -el "intelectual", el "hombre bueno", el pol¨ªtico "cort¨¦s e ir¨®nico" que les invit¨® a "entenderse" y a "unir esfuerzos por el bien de Madrid"-, unos y otros acabaron enred¨¢ndose en un intercambio de velados dardos, dichos, eso s¨ª, con todo el cari?o y envueltos en bromas, gui?os y sonrisas.

Los portavoces de los grupos municipales -In¨¦s Saban¨¦s, de IU; Trinidad Jim¨¦nez, del PSOE; Manuel Cobo, del PP- rompieron el hielo con tres discursos le¨ªdos en pie. Saban¨¦s, tras afirmar que la ciudad fue en los a?os ochenta "un lugar en el que siempre hab¨ªa algo divertido y creativo que hacer", se puso seria y lanz¨® las primeras flechas de la ma?ana: record¨® que aquel Madrid, con menos recursos que ahora, se esforzaba por mantener "bibliotecas con libros" -IU acusa a Ruiz-Gallard¨®n de tener abandonadas las bibliotecas municipales, hasta el punto de inaugurar alguna sin dotarla de libros durante meses-; y remat¨® describiendo con una sencilla frase a Tierno Galv¨¢n: "Un alcalde que quer¨ªa ser alcalde".

A Gallard¨®n probablemente no se le pas¨® esa mal disimulada cr¨ªtica a su supuesta ambici¨®n supramunicipal, y una hora despu¨¦s, cuando le toc¨® el turno, responder¨ªa a la portavoz recordando que Tierno "no se ve¨ªa como alcalde al principio, cuando concurri¨® a las elecciones de 1979".

Pero antes de ¨¦l habl¨® la socialista Trinidad Jim¨¦nez, que resumi¨® los m¨¦ritos del viejo profesor -"Era un hombre bueno. Estaba siempre atento al estado de ¨¢nimo de los ciudadanos, para entender sus anhelos"-. Y luego Manuel Cobo, n¨²mero dos de Ruiz-Gallard¨®n, quien destac¨® la "rebeld¨ªa" del homenajeado antes de terminar con una indirecta directa al PSOE: ley¨® un discurso de Tierno en 1978, ante la Comisi¨®n de Asuntos Constitucionales del Congreso, en el que aquel dec¨ªa: "La unidad psicol¨®gica de los espa?oles es la m¨¢s profunda de Europa. Viendo aqu¨ª a los que hablan pienso que los que m¨¢s niegan a Espa?a est¨¢n hablando porque son espa?oles m¨¢s profundos. Por mi parte, para que quede claro, yo soy un espa?ol total". Y terminaban Tierno y Cobo: "Se sembraron vientos y se est¨¢n recogiendo tempestades".

?sa fue la forma de abrir boca, porque cuando tomaron la palabra los alcaldes la emoci¨®n subi¨® tres tonos. Ninguno ley¨® su intervenci¨®n. Donde los portavoces hab¨ªan glosado virtudes, ellos recordaron an¨¦cdotas, relataron momentos y experiencias. ?lvarez del Manzano lo explic¨®: "Hemos quedado en hablar s¨®lo de las cosas buenas".

El socialista Barranco cont¨® que una sola vez se enfrent¨® con Tierno, y el motivo fue que el "alcalde cort¨¦s" siempre daba la ¨²ltima palabra en los debates al jefe de la oposici¨®n, ?lvarez del Manzano -"Al final le tuve que recordar que yo era el portavoz del grupo en el Gobierno, ?me correspond¨ªa a m¨ª!". Cit¨® Barranco los inolvidables bandos del regidor, "una invitaci¨®n a la convivencia" -que el Ayuntamiento, con motivo del homenaje, ha reeditado en un volumen especial-. Y solt¨®, ¨¦l tambi¨¦n, su personal cari?oso dardo a Ruiz-Gallard¨®n: "No s¨¦ que habr¨ªa pensado Tierno si viera que has quitado los patos del Manzanares para poner gr¨²as y tuneladoras...".

"El primero que quit¨® un scalextric, el de Atocha, y puso un t¨²nel fue el viejo profesor, no lo olvides, Juan... Porque los alcaldes inteligentes quitan los coches de arriba para meterlos por debajo", respondi¨® veloz el alcalde de la M-30, poco despu¨¦s de que ?lvarez del Manzano admitiese que ¨¦l lleg¨® a pedir la dimisi¨®n de Tierno y recibi¨® una lecci¨®n t¨¢ctica: "Fui a avisarle a su despacho la v¨ªspera del pleno. ?l me escuch¨® serio y luego me dijo: "Pues muchas gracias, pero hombre, eso no se avisa. ?El arma de la oposici¨®n es el factor sorpresa!"

La muerte de Tierno, el profesor, el pol¨ªtico, fue el adi¨®s "a un alcalde y a un amigo". Ayer, amigos y ciudadanos -con el disfraz de concejales- se juntaron para no olvidar la lecci¨®n.