Confianza en la democracia
A Mario Vargas Llosa (Raza, botas y nacionalismo, EL PA?S, 15-1-2006) no le gusta el presidente electo de Bolivia. No le agrada su atuendo ni como habla ("erres rotundas"). Piensa que el jersey y la chaqueta de cuero han generado "entusiasmo org¨¢smico" y que impondr¨¢n una moda entre "la izquierda boba". En realidad, quienes han hecho menciones tontas, fr¨ªvolas y despectivas sobre el jersey de Evo Morales han sido prestigiosos comentaristas. La "izquierda boba" ha estado bastante silenciosa.
Considera, adem¨¢s, que Morales no es indio "aunque naciera en una familia ind¨ªgena muy pobre". Le parece que nos enga?a porque habla "su buen castellano" y tiene una "astuta modestia". Resumiendo, dice don Mario: "Don Evo es el emblem¨¢tico criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical". Estos son insultos y t¨®picos sobre lo poco fiables que son los ind¨ªgenas, aunque critique el racismo y los prejuicios.
?Le hubiese gustado m¨¢s a Vargas Llosa que Morales viniese a Europa con poncho? ?O prefiere para la ocasi¨®n traje gris y corbata? ?Nos asegura la ropa "seria" un pol¨ªtico ¨¦tico? ?Hubiese preferido que hablase aymara y castellano con dificultad? ?Le parece mal que trate de pactar con los gobiernos europeos? ?Quiere que los presidentes sean s¨®lo licenciados o prol¨ªficos novelistas? ?Todos los l¨ªderes sindicales son "aristocr¨¢ticos"?
Las identidades y el nacionalismo est¨¢n en peligroso ascenso. Un verdadero problema. Pero "las botas" no tienen nada que ver con Morales, elegido democr¨¢ticamente. El 54% de los electores bolivianos ha votado por un l¨ªder populista que podr¨ªa combinar reivindicaciones de siglos con una reforma democr¨¢tica que los presidentes de traje y los militares no han hecho en Bolivia. Quiz¨¢ falle; quiz¨¢ sea peor que una ardilla y llegue a hiena depredadora.
El populismo es una ideolog¨ªa complicada pero vigente. Mientras las ¨¦lites latinoamericanas se expresen con insultos racistas como Vargas, habr¨¢ m¨¢s populismo, mayor radicalizaci¨®n, m¨¢s militares mesi¨¢nicos, mayores apelaciones instrumentales a la raza, a las botas y al nacionalismo, y menos confianza en la democracia.
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