La casa de m¨²sica
Javier Lim¨®n es el productor del momento. Aparte de grabar a grandes flamencos y firmar discos para Luz Casal o Carlinhos Brown, ha dirigido ideas musicales de Fernando Trueba, como el fant¨¢stico y millonario 'L¨¢grimas negras'. Ahora es el motor de Casa Lim¨®n, un proyecto para traspasar fronteras.
Javier Lim¨®n es el productor del momento. Aparte de grabar a grandes flamencos y firmar discos para Luz Casal o Carlinhos Brown, ha dirigido ideas musicales de Fernando Trueba, como el fant¨¢stico y millonario 'L¨¢grimas negras'. Ahora es el motor de Casa Lim¨®n, un proyecto para traspasar fronteras.
"En un disco de flamenco hay detalles que te ocupan horas, d¨ªas"
"Las 'm¨²sicas grandes' son internacionales y nunca pasan de moda"
"Un disco es como una pel¨ªcula: necesita argumento y desarrollo"
Esto no resulta sencillo de explicar. Casa Lim¨®n es un clan internacional, m¨¢s un concepto musical, m¨¢s un sello discogr¨¢fico, m¨¢s un estudio de grabaci¨®n. Empecemos por lo palpable. El estudio est¨¢ en la zona madrile?a de Bat¨¢n y contrasta con esos laboratorios de alta tecnolog¨ªa que aparecen en los reportajes de C¨®mo se hizo que acompa?an a los discos de las estrellas. Aqu¨ª no hay pecera, consolas con infinidad de regletas y botones, toneladas de m¨¢quinas. Se trata de un espacio austero, sin m¨¢s decoraci¨®n que algunos objetos hind¨²es, un capricho del propietario, Javier L¨®pez Lim¨®n: "Quer¨ªa que para nada pareciera un sitio para fichar. Aqu¨ª se apaga el ordenador y nos relajamos, repasamos lo grabado, sacamos el whisky, igual surge una fiesta".
Nacido en Madrid hace 32 a?os, Lim¨®n exhibe una vida repleta. Se qued¨® sin padre cuando era un cr¨ªo y vio a su madre emprender mil negocios para sacar adelante a la familia. Cant¨® en la escolan¨ªa de un colegio de los jesuitas, "el mismo donde vol¨® el coche de Carrero Blanco". Incluso tuvo una temporada neoyorquina: "Me fui a estudiar el equivalente al COU, toda una experiencia: estaba con aspirantes a rockeros y jazzeros, pero tambi¨¦n con el hijo del capo mafioso de Queens. No me atrev¨ªa ni a mirarlo". All¨ª cambi¨® de orientaci¨®n musical: "Hab¨ªa tocado el oboe hasta que me pusieron el aparato de ortodoncia. Adem¨¢s, el oboe, el fagot y el corno ingl¨¦s son instrumentos de doble ca?a, dif¨ªciles de tocar y que s¨®lo tienen salida profesional en la m¨²sica cl¨¢sica". Se llev¨® a Nueva York una guitarra. "Lo que impresionaba a los yanquis era escucharme un fandango tal como se toca en la zona de Huelva donde naci¨® mi madre. Lo local y lo universal? Me di cuenta de que el lenguaje musical espa?ol m¨¢s exportable es el flamenco".
De vuelta a Espa?a, pas¨® fugazmente por la universidad. Estudi¨® Agronom¨ªa, pero huy¨® al comprobar que aquello ten¨ªa m¨¢s que ver con el engorde de animales y la explotaci¨®n intensiva de la tierra que con sus ideas buc¨®licas del campo. Y quiso ser cantaor. Fracas¨® en el concurso del Cante de las Minas, pero prolong¨® esa pasi¨®n por el circuito internacional m¨¢s modesto: "Era un descarado, me puse a cantar flamenco en italiano en la plaza de un pueblo cercano a Roma y hasta las abuelas lloraban". Tambi¨¦n ejerci¨® de cantaor en Corea y Puerto Rico: "Los puertorrique?os se van a trabajar a EE UU, pero ellas se quedan en la isla, con lo que la proporci¨®n de mujeres es escandalosa. Con 20 a?os y un cuerpecito esbelto, yo cre¨ªa estar en el para¨ªso de los musulmanes". Lim¨®n presume de una libido alta y se declara "obseso del sexo, en pareja o en solitario".
Llegamos a los a?os noventa. Lim¨®n compone para Estrella Morente, Remedios Amaya, Pepe de Luc¨ªa, El Potito. Muchas veces no se queda a gusto con el resultado final que se publica en disco. Y se aferra a la oportunidad de producir. "Yo no quer¨ªa hacer cualquier cosa para vivir de la m¨²sica y me estaba decepcionando. Un d¨ªa, viniendo en el AVE a Madrid, recib¨ª una llamada del Wyoming: hab¨ªan grabado en directo a Diego el Cigala para 18 Chulos, y estaban empantanados ante el ordenador. Me plant¨¦ all¨ª con la maleta, tanta era mi ansiedad, y vi que Diego no hab¨ªa tenido su mejor noche. Ten¨ªan contratadas dos semanas de estudio y propuse producir unas sesiones nuevas. Y hasta ahora".
Producir flamenco no es sencillo. Lo evidencian sus discos: suelen ser breves, muchas veces ni alcanzan a esos diez cortes que se suponen son lo m¨ªnimo en la m¨²sica popular. Lim¨®n salta: "El flamenco es una m¨²sica muy artesanal y muy densa. En un buen disco de flamenco, aunque s¨®lo tenga siete cortes, hay m¨¢s ideas musicales que en cinco de pop o de rap. El flamenco es barroco, est¨¢ lleno de detallitos que duran segundos, pero que te ocupan horas, d¨ªas enteros. Hay un alt¨ªsimo nivel de exigencia".
En la producci¨®n se reconoce "alumno de Paco de Luc¨ªa". "Tiene tantas medallas como guitarrista que olvidamos lo extraordinario que es como compositor y productor. Fue el gran innovador: meti¨® los coros, trabajaba cada pista, impuso la claqueta. Antes, un elep¨¦ se hac¨ªa en unas horas. Paco meditaba y decid¨ªa, partiendo de diferentes tomas, editando cuando todav¨ªa no hab¨ªa ordenadores. Un monstruo. Marco con letras rojas los d¨ªas que paso con ¨¦l". Muestra fotos hechas durante su estancia en la casa de Paco en Canc¨²n, donde luce como un pirata rechoncho. Mantiene Javier Lim¨®n una batalla contra la obesidad, que cree estar perdiendo: "He probado todas las dietas y aqu¨ª sigo, con 92 kilos. Me gustar¨ªa estar m¨¢s delgado, eso ayuda a la aceptaci¨®n social. Y no sufrir¨ªan tanto los fot¨®grafos cuando me hacen reportajes". Siempre zumbones, los flamencos le llaman Barriga Blanca. Lo acepta estoico: "A m¨ª me sobra lo que le falta a [el trompetista] Jerry Gonz¨¢lez".
Ah, el gran Jerry, tan exquisito sobre el escenario como intimidante fuera de ¨¦l: "Jerry parece un malote de pel¨ªcula, pero lleg¨® a Madrid, no ten¨ªa hotel y le instal¨¦ en casa de mi madre, donde hicieron muy buenas migas". La madre de Javier es la encargada del catering de Casa Lim¨®n: "Cuando tenemos jornadas largas, ella trae comida rica y los m¨²sicos est¨¢n felices". Los Lim¨®n tienen concepto de clan: su mujer se ocupa de la editorial musical; la hermana menor, Salom¨¦, es la t¨¦cnica de grabaci¨®n. Ella logr¨®, por ejemplo, el espl¨¦ndido sonido de Boomerang, ¨²ltimo disco de los cubanos de Habana Abierta y caso ¨²nico en el estudio; Casa Lim¨®n no se alquila, ya que Javier lo considera su instrumento de trabajo "y el de mis amigos".
Entramos en la dimensi¨®n colectiva de Casa Lim¨®n: "Aqu¨ª no se hacen las mezclas finales, voy a otros estudios donde tienen mesas adecuadas a determinadas m¨²sicas. Aqu¨ª se mezclan las personas. Nada de fusi¨®n o de mestizaje, son di¨¢logos de m¨²sicas y de m¨²sicos. En L¨¢grimas negras juntamos a gitanos y cubanos, bajo el poder¨ªo de Bebo Vald¨¦s y El Cigala. En El cantante, Andr¨¦s Calamaro grab¨® por vez primera sin rockeros. Ahora, Ni?o Josele ha hecho un disco de temas identificados con el pianista Bill Evans, donde colaboran flamencos y jazzmen. Antonio Serrano est¨¢ pasando composiciones de Astor Piazzolla a la arm¨®nica. Y est¨¢ termin¨¢ndose un disco donde Calamaro canta tangos con Josele y otro bicharraco, Juanjo Dom¨ªnguez".
La praxis de Casa Lim¨®n parte de lo que el productor llama la big music. Le brillan los ojos: "Las m¨²sicas grandes son las que tienen denominaci¨®n de origen, pero al mismo tiempo resultan internacionales. El jazz y el blues, claro, pero tambi¨¦n la bossa nova, el tango, el fado, el son, el flamenco. Nunca pasan de moda, se entienden en los cinco continentes. Igual no venden mucho, pero son un reproche constante a la superficialidad de la m¨²sica comercial. ?Cu¨¢ntos millones de discos se vendieron de Operaci¨®n Triunfo? Nadie los escucha ahora. Sin embargo, vas a cualquier lugar del mundo y los m¨²sicos, los artistas de cualquier disciplina, la gente de la calle con gusto, todos conocen L¨¢grimas negras. Y han salido mil discos que siguen una l¨ªnea parecida. ?Es que no hay misterio en lo que hicimos! Piensa en el arroz con frijoles negros, en los huevos fritos con torreznos. Juntamos el jazz, el son, el bolero, el flamenco? sin diluir sus esencias".
Sin embargo, no habr¨¢ L¨¢grimas negras II, dicen que por malos rollos internos. Lim¨®n, diplom¨¢tico, especula que "fue un momento ¨²nico". "La conjunci¨®n de la sabidur¨ªa de Bebo con la inocencia de Diego, cantando algo totalmente nuevo para ¨¦l. No s¨¦ si se puede recrear esa emoci¨®n". Lim¨®n ni confirma ni niega los rumores de egocentrismo, de taca?er¨ªa que han enturbiado el desarrollo en directo de L¨¢grimas negras. P¨²blicamente, en el mundo del flamenco nadie dice nada negativo de nadie: todos son unos genios, unos artistazos. Lim¨®n se lanza a una prolija explicaci¨®n sobre el largo camino del flamenco hasta su actual respetabilidad, la necesidad de defender lo conquistado, los problemas intr¨ªnsecos para encajar en el siglo XXI: "El flamenco todav¨ªa anda acostumbr¨¢ndose a la sonorizaci¨®n. El ¨²nico que siempre suena bien es Paco de Luc¨ªa, que se compr¨® el mejor equipo posible y encima conserva la pulsaci¨®n de los primeros tiempos, cuando sal¨ªa a pelo y ten¨ªa que hacerse o¨ªr en el ¨²ltimo rinc¨®n de la sala".
Se exalta al pensar que al flamenco igual le falta ambici¨®n, seguridad en s¨ª mismo. "Te encuentras con chavales que se inspiran en lo peor de Sting, Miles Davis, Lenny Kravitz. Co?o, no; si has de tener modelos, que sean Bach, Schoenberg, Falla. Calamaro y yo fuimos a ver a Lenny Kravitz en Buenos Aires. Aguantamos poco; era m¨¢s falso que esos Rolex que te venden en la calle. Nos escapamos hacia San Telmo y nos topamos con ?un bar flamenco! Tocaban unos muchachos porte?os muy correctos, desde Manzanita hasta Camar¨®n, y terminamos subiendo al escenario. Yo con la guitarra, Andr¨¦s cant¨® Estadio azteca, que all¨ª es un himno. Imagina la que se arm¨®".
Medita ensimismado: "Hacer m¨²sica es lo m¨¢s grande, mejor que follar. He tenido a?os, tal vez dos, donde estuve grabando sin parar. Todos los d¨ªas, incluyendo domingos y festivos navide?os. Hasta que decid¨ª que a la familia tambi¨¦n deber¨ªa cuidarla. ?Sabes lo que dec¨ªa mi ni?o cuando ve¨ªa un piano? Mira, pap¨¢, un bebo".
Es la hora del examen de conciencia: "He cometido muchos errores en mis producciones. Me han quedado discos dispersos por querer aprender, por tener la posibilidad de salirme del tiesto. Con Fernando Trueba aprend¨ª que un disco es como una pel¨ªcula: necesitas un argumento claro y un desarrollo l¨®gico. No aguantar¨ªas una pel¨ªcula de terror con escenas c¨®micas, n¨²meros musicales, secuencias porno. Me pas¨® con Corren tiempos de alegr¨ªa, de El Cigala; aparte de la desdicha de coincidir con el 11-S, es un disco demasiado abierto, que confunde al oyente. Pero cuando desarrollamos algunos de sus aspectos nos sali¨® L¨¢grimas negras, que fue un fen¨®meno mundial. L¨¢grimas negras ten¨ªa un concepto que se resum¨ªa en una frase y que cualquiera pod¨ªa asimilar".
Sin embargo, la referencia 01 de Casa Lim¨®n ofrece un abanico amplio. "En Lim¨®n (Sony-BMG), la unidad viene dada por el repertorio, todo canciones m¨ªas. Es un cat¨¢logo de posibilidades, un directorio de qui¨¦nes est¨¢n detr¨¢s de Casa Lim¨®n. Los artistas que han grabado conmigo: Paco, Jerry, Potito, Bebo, Andr¨¦s, David Broza, Guadiana, Montse Cort¨¦s. Y las chicas para las que he trabajado en 2005: la afro-mallorquina Concha Buika y La Negra". Lim¨®n incluso ha hallado una cervecera que patrocina grabaciones y presentaciones en directo, Estrella Galicia, una empresa familiar.
Pero a Javier Lim¨®n lo que le excita es hablar de los puentes secretos entre culturas. Puentes humanos: aquellos gitanos esclavizados que, desterrados a Cuba, "terminaron en Matanzas, la ciudad donde se desarroll¨® la rumba afrocubana". "Cuando lo supe, entend¨ª a Bebo, que insist¨ªa en que siempre hubo melod¨ªas flamencas en el guaguanc¨®". Ahora est¨¢ fascinado por las similitudes entre los haikus japoneses y las letras flamencas. ?Ser¨¢ una herencia de los viajeros nipones que a principios del siglo XVII se instalaron en Coria del R¨ªo, junto a Sevilla?
Las investigaciones tendr¨¢n que esperar. Lim¨®n va a volar hacia Argentina a elaborar con Calamaro la banda sonora de Bienvenido a casa, la nueva comedia de David Trueba. Y rematar el disco de tangos: "Creo que ser¨¢ algo importante, Andr¨¦s ha devuelto el tango a la calle, le ha quitado engolamiento". Atesora momentos m¨¢gicos de Buenos Aires: "Juanjo Dom¨ªnguez nos invit¨® a su ranchito, en el sur de la ciudad. Sac¨® su guitarra, Andr¨¦s se puso a cantar y yo a grabar. Se oyen los ruidos del campo, a su mujer preparando la comida, pero lo vamos a usar en el disco. Va a ser el primer CD que, si lo escuchas con atenci¨®n, huele a asado".
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