No es lo mismo con TDT
Llevo semana y pico enganchado a la TDT y ya es hora de hacer una cr¨ªtica desde el punto de vista digital. En principio parecer¨ªa que todo es lo mismo que por el viejo sistema anal¨®gico, pero a poco que te fijes descubrir¨¢s que la TDT es una nueva manera de ver la televisi¨®n. No se cu¨¢ntos descodificadores se habr¨¢n vendido de la TDT, pero apuesto a que ninguno de los nuevos usuarios del digital terrestre regresar¨¢ al prehist¨®rico modelo anal¨®gico, cat¨®dico y borroso. Hay una ley que dice as¨ª: la verdadera influencia de las nuevas tecnolog¨ªas, vengan de donde vengan, cuenten lo que cuenten, ante todo es la propia influencia tecnol¨®gica. Ocurri¨® con el paso del cine blanquinegro al color, con el sonido del tocadiscos mono al est¨¦reo y luego al dolby nosecu¨¢ntos, del vinilo al CD, del Internet a c¨¢mara lenta a la velocidades ADSL. En todos los casos, no hay marcha atr¨¢s. Lo que deber¨ªa haber profetizado McLuhan no es que el mensaje es el medio, sino que el formato tecnol¨®gico es el mensaje y el negocio.
Con el TDT reci¨¦n llegado es lo mismo: imposible volver a ver programas anal¨®gicos en televisores con barriga cat¨®dica. El TDT, como toda m¨¢quina, es un amplificador de algo, y en este caso, de la calidad de imagen y sonido, que no es poco. Todo ser¨¢ id¨¦ntico al anal¨®gico, vale, pero el TDT amplifica dos cosas fundamentales en la pantalla: el espanto y la calidad. Vistas digitalmente las peripecias de Gran Hermano son un horror a¨²n mayor, huelen m¨¢s a sudor encerrado, y lo mismo rige con todo el resto de la telebasura. Ese TNT de Tele 5 consumido en TDT es lo m¨¢s parecido a gonzo o un gore. Por el contrario, te enamoras m¨¢s de cosas a las que el anal¨®gico no les hace justicia. Los cap¨ªtulos finales de A dos metros.... y Roma, los gags de Buenafuente y Eva Hache, CSI, El ala Oeste. Hasta deja de reverberar en la pantalla el color rojo del plat¨® de Gabilondo y el amarillo chill¨®n de Los Simpson.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.