El conservador Cavaco Silva logra en la primera vuelta la presidencia portuguesa
La divisi¨®n entre los socialistas hizo innecesaria una segunda elecci¨®n para elegir al ganador
An¨ªbal Cavaco Silva, de 66 a?os, es desde anoche y para los pr¨®ximos cinco a?os el nuevo presidente de la Rep¨²blica portuguesa. El candidato apoyado por el centroderechista Partido Social Dem¨®crata (PSD) y los conservadores del CDS/PP venci¨® en la primera vuelta con un 50,6% de los votos, con el escrutinio acabado. Un triunfo hist¨®rico, porque ser¨¢ el primer jefe de Estado conservador de la democracia portuguesa que naci¨® en 1974 tras casi 40 a?os de dictadura. En plena crisis econ¨®mica, 2,8 millones de ciudadanos respaldaron el mensaje de unidad de Cavaco, que tomar¨¢ posesi¨®n el 9 de marzo.
La participaci¨®n fue del 62,6%, casi 5,5 millones de votantes. La lucha entre los dos candidatos socialistas se inclin¨® hacia el independiente Manuel Alegre (20,7%), que super¨® al octogenario M¨¢rio Soares (14,3%) en la que probablemente sea la ¨²ltima batalla electoral del fundador del PS.
La divisi¨®n de la izquierda portuguesa en cinco candidatos no logr¨® el objetivo de forzar la segunda vuelta, un hecho que en las seis anteriores elecciones presidenciales s¨®lo se hab¨ªa producido una vez, en 1986.
La victoria del ex primer ministro An¨ªbal Cavaco Silva, de 66 a?os, en su regreso a la pol¨ªtica despu¨¦s de una d¨¦cada de ausencia, se produjo por un margen menor del que hab¨ªan previsto las encuestas: el porcentaje es el m¨¢s ajustado de las cinco elecciones resueltas en la primera vuelta. Pero a la vez fue un triunfo claro y c¨®modo, porque el candidato que apel¨® a sus compatriotas a movilizarse para luchar con coraje frente a la crisis mantuvo la anunciada ventaja de 30 puntos sobre Manuel Alegre.
Cavaco sigui¨® la jornada electoral, que transcurri¨® con buen tiempo y sin incidentes de menci¨®n, en su casa del barrio lisboeta de Estrela junto a su familia, esposa, hijos y nietos; y s¨®lo compareci¨® a las 22.30 en el Centro Cultural de Bel¨¦n, donde centenares de partidarios celebraban la derrota socialista.
Con el tono serio y ninguna euforia, Cavaco agradeci¨® a todos, votantes, colaboradores, militantes del PSD y del CDS / PP y adversarios su elecci¨®n, y dijo: "Los portugueses compararon personalidades, ideas y valores y tomaron una decisi¨®n. Este combate termina aqu¨ª. Mi victoria no es la derrota de nadie".
"Un trabajo largo y dif¨ªcil"
"La elecci¨®n termina aqu¨ª", a?adi¨®; "es un cap¨ªtulo que se cierra y hoy mismo se disuelve la alegr¨ªa: quiero ser y ser¨¦ presidente de todos los portugueses". Cavaco dijo que estar¨¢ atento "a las preocupaciones y deseos de todos", incluidos los inmigrantes; "el trabajo ser¨¢ largo y dif¨ªcil, pero me anima el conocimiento de nuestra historia y la confianza en la capacidad de los portugueses; el destino del pueblo depende de nosotros".
En cuanto a su futura colaboraci¨®n con el Gobierno socialista, Cavaco fue conciliador y se mostr¨® abierto a ayudar en lo que pueda: "El Gobierno leg¨ªtimamente elegido debe esperar un esp¨ªritu leal, de respeto y cooperaci¨®n: eso es lo que el pa¨ªs necesita y lo que los portugueses desean; conozco las virtudes de la estabilidad; necesitamos un clima que permita planificar, tomar decisiones y ejecutarlas. Conozco el valor del di¨¢logo para la acci¨®n de progreso, s¨¦ que necesitamos consensos amplios porque es vital para nuestro desarrollo. S¨¦ escuchar y estimular¨¦ todos los consensos posibles".
"Me siento orgulloso de mi pa¨ªs y de sus emigrantes, de su lengua, que hablan 200 millones de personas; ¨¦sa es nuestra grandeza. Entre todos haremos un Portugal Mayor", concluy¨®.
La lucha por el segundo lugar entre M¨¢rio Soares, candidato apoyado por el Partido Socialista, y Manuel Alegre, ¨²nico candidato independiente de los seis y diputado del mismo partido, acab¨® decant¨¢ndose claramente por el poeta y vicepresidente de la Asamblea de la Rep¨²blica, que obtuvo m¨¢s de un mill¨®n de votos, un 21%; Soares se qued¨® en 770.000, un 14,34%.
M¨¢s atr¨¢s se quedaron el l¨ªder comunista Jer¨®nimo de Sousa, con el 8,6%, que critic¨® al Gobierno por resignarse a la victoria de Cavaco; el candidato del Bloco de Esquerda, Francisco Lou?a (5,3%), y el abogado de extrema izquierda Garc¨ªa Pereira (0,4%).
Manuel Alegre no se mostr¨® especialmente contento con el resultado, pues esperaba pasar a la segunda vuelta y no lo consigui¨® "por d¨¦cimas", pero consider¨® que "el movimiento c¨ªvico" que abri¨® su candidatura "puede abrir caminos para el futuro ante la crisis que vive la democracia representativa".
La noche fue especialmente triste para los seguidores del "padre de la patria", M¨¢rio Soares, que ley¨® un breve texto entre las l¨¢grimas y la emoci¨®n de sus partidarios. Ante el primer ministro Jos¨¦ S¨®crates, Soares anim¨® a los j¨®venes a seguir defendiendo sus ideas "contra los nuevos peligros" que, dijo, acechan en el futuro. Por lo dem¨¢s, estuvo elegant¨ªsimo: "El pueblo vot¨® y expres¨® su voluntad; como siempre, respeto total esa voluntad. Asumo la derrota con el sentido del deber cumplido y fair play democr¨¢tico, y le deseo ¨¦xito al doctor Cavaco en el ejercicio de su alta magistratura por el bien de Portugal y los portugueses".
El primer ministro, Jos¨¦ S¨®crates, felicit¨® a Cavaco, rindi¨® homenaje a la impresionante demostraci¨®n de coraje de Soares y declar¨® que conf¨ªa en que la relaci¨®n con el presidente estar¨¢ marcada por "la construcci¨®n, la lealtad y la cooperaci¨®n para la soluci¨®n de los problemas".
Los riesgos de la cohabitaci¨®n
Portugal es una Rep¨²blica semipresidencialista que otorga poderes importantes, aunque no ejecutivos, al jefe del Estado. El presidente representa al pa¨ªs y garantiza la independencia nacional y la unidad; regula el funcionamiento de las instituciones; es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, y promulga y firma, y, consecuentemente puede vetar o rechazar, leyes, decretos ley y nombramientos propuestos por el Gobierno. Adem¨¢s, puede disolver el Parlamento en caso de crisis graves o ingobernabilidad, y nombrar y exonerar, a propuesta del Gobierno, a titulares de importantes ¨®rganos del Estado, como el presidente del Tribunal de Cuentas o el fiscal general de la Rep¨²blica.
Aunque Cavaco Silva ha declarado repetidas veces que no abusar¨¢ de esos poderes y ser¨¢ escrupulosamente "suprapartidario" en el ejercicio de su cargo, una parte de la izquierda ha expresado su temor a que el nuevo jefe del Estado, que durante la campa?a apel¨® al pa¨ªs a dotarse de un "presidente fuerte" y muy legitimado, intente hacer zozobrar el rumbo del Gobierno de mayor¨ªa absoluta del Partido Socialista de Jos¨¦ S¨®crates minando las iniciativas del Ejecutivo y dificultando la cohabitaci¨®n.
Seg¨²n el ilustre padre de la patria derrotado ayer, M¨¢rio Soares, que ha sido dos veces presidente, la estrategia oculta de Cavaco ser¨ªa exactamente ¨¦sa: "Dinamitar la mayor¨ªa absoluta para convocar nuevas elecciones y favorecer una victoria del PSD". Sin embargo, Cavaco ha anunciado que colaborar¨¢ en todo con el Gobierno para salir de esta crisis grav¨ªsima y que S¨®crates debe poder acabar su mandato de cuatro a?os porque "¨¦sa es la ¨²nica forma de que pueda rendir cuentas al final de la legislatura".
"ESTE COMBATE TERMINA AQU?"
avaco Silva se convierte en el primer jefe de Estado de derechas desde el fin de la dictadura, en 1974.
El dirigente conservador declar¨®: "Los portugueses compararon personalidades, ideas y valores y tomaron una decisi¨®n. Este combate termina aqu¨ª".
El socialista Manuel Alegre obtuvo el 20,7% de los votos y M¨¢rio Soares el 14,3%
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