Un alto mando declara que los militares pod¨ªan haberse negado a volar en el Yak-42

El teniente general Juan Luis Ibarreta, segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire y jefe del Estado Mayor Conjunto cuando se produjo el accidente del Yak-42, declar¨® ayer en el juicio civil por este caso que, si un militar designado para participar en una misi¨®n internacional "se negase a subir al avi¨®n, puede hacerlo". Preguntado si los soldados enviados a Afganist¨¢n dispon¨ªan el 26 de mayo de 2003 de alg¨²n otro medio para volver a casa, aparte del Yak-42, reconoci¨® que no por parte del Ministerio de Defensa, pero sugiri¨® que tambi¨¦n hay l¨ªneas comerciales.

Las declaraciones del teniente general Juan Luis Ibarreta causaron sorpresa, ya que no s¨®lo resulta impensable que un militar se niegue a utilizar el medio de transporte habilitado por las Fuerzas Armadas, sino que se generar¨ªa un caos si cada uno de los militares pretendiera regresar por su cuenta de zonas de conflicto.

Juan Luis Ibarreta -que fue quien firm¨® con la agencia NAMSA de la OTAN el contrato para el traslado de las tropas espa?olas- reiter¨® que "toda la documentaci¨®n estaba en regla", pero tuvo que reconocer que "f¨ªsicamente" nadie a sus ¨®rdenes inspeccion¨® el estado del avi¨®n o de la tripulaci¨®n. ?nicamente dijo creer que en el momento del despegue del Yakovlev de la base de Zaragoza estaba presente un representante de la empresa adjudicataria Chapman.

Se da la circunstancia de que, tal como se esperaba, dicha compa?¨ªa no compareci¨® ayer en el juicio, al igual que la aseguradora Busin, por lo que ¨¦ste se inici¨® con dos de los demandados (el tercero es la compa?¨ªa a¨¦rea ucraniana UM Air) en rebeld¨ªa. Ante la carta remitida por el director gerente de Chapman, alegando que no se le hab¨ªa notificado la demanda, el juez de primera instancia n¨²mero 2 de Zaragoza, ?ngel Dolado, zanj¨® este asunto recordando que la notificaci¨®n ha quedado acreditada, aunque se mostr¨® dispuesto a escuchar al responsable del intermediario a¨¦reo si se presenta hoy en el juicio. A pesar de que en este caso s¨ª que est¨¢ personado en la causa y dispone de abogado, tampoco acudi¨® el responsable de UM Air, por lo que no pudo ser interrogado.

La mayor¨ªa de los testigos que declararon ayer -un subteniente y un cabo primero de la base de Zaragoza que viajaron en el vuelo de ida del Yak-42 a Afganist¨¢n, una capitana interventora y el propio Ibarreta- lo hicieron para acreditar que los 62 militares fallecidos en Trabzon (Turqu¨ªa) no llevaban billete y, por lo tanto, la eventual indemnizaci¨®n no est¨¢ limitada a los 130.000 euros que marca como tope la convenci¨®n de Varsovia.

Negligencia

Los letrados de las familias de las v¨ªctimas sostienen que el siniestro fue fruto de la negligencia y reclaman una indemnizaci¨®n total de 60 millones de euros, en concepto de responsabilidad civil.

La negligencia se desprende del informe de la comisi¨®n turca de investigaci¨®n, que ha constatado el cansancio, la falta de experiencia y de adiestramiento de la tripulaci¨®n y que hoy servir¨¢n de base a los interrogatorios de los peritos. "Esperamos", dijo ayer Alfonso Agull¨®, presidente de la asociaci¨®n que agrupa a la mayor¨ªa de las familias, "que salga una sentencia que diga lo que ya dice el informe de la comisi¨®n: que el Yak-42 nunca debi¨® despegar".

Por su parte, el letrado de la compa?¨ªa UM Air, Adolfo Gonz¨¢lez-Lebrero, alega que los herederos de las v¨ªctimas ya han sido indemnizados por el Estado, que tuvo que abonar los 75.000 d¨®lares por pasajero del seguro que nunca se suscribi¨®, y que la responsabilidad del accidente corresponde, en todo caso, a los controladores turcos m¨¢s que a la tripulaci¨®n.

A la primera sesi¨®n de la vista, que se desarroll¨® con gran rapidez, asistieron decenas de familiares de los fallecidos procedentes de toda Espa?a, por lo que ¨¦sta se traslad¨® del edificio de los juzgados a la Feria de Muestras, a las afueras de Zaragoza.