Rasgarse las vestiduras
Menudo pollo se ha armado con el reportaje de Informe Semanal sobre los "excesos urban¨ªsticos" de nuestra tierra. Nuestro gobierno aut¨®nomo se ha rasgado las vestiduras, se ha sentido, una vez m¨¢s, ultrajado, ha "exigido" una rectificaci¨®n bajo la amenaza de romper el convenio existente con TVE, ha enviado un "contrarreportaje". En fin, todo un numerito. Hay muchas formas de hacer el rid¨ªculo y escandalizarse y acusar a tirios y troyanos de turbios intereses es una de ellas. Sobre todo porque en el programa hubo opiniones contrastadas y valoraciones de diferente signo. Lo que sucede es que la realidad es la que es y el personal no es tan tonto como parece. Y descalificar las opiniones vertidas por una persona como Joan Romero -con conocimientos sobrados y templanza demostrada- me parece el colmo de los desprop¨®sitos.
"La LRAU no la aprobaron ustedes, pero fueron ustedes los que no hicieron el Reglamento y los que la aplicaron"
Convendr¨ªa decir, antes que nada, que dichas cr¨ªticas son un tanto antiguas y reincidentes y proceden de diversos ¨¢mbitos: el universitario (que tiene la responsabilidad de analizar los problemas y exponerlos a la sociedad), la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car con sus "advertencias", los medios de comunicaci¨®n que han elaborado numerosos dossiers sobre el frenes¨ª inmobiliario, los que piensan de buena fe que muchos PAI repercuten negativamente en el medio ambiente y la disponibilidad de recursos escasos como el agua, los afectados en sus intereses materiales concretos etc... Y el hecho de que fu¨¦ramos noticia "nacional" en EL PA?S o que el Parlamento Europeo aprobara la famosa declaraci¨®n -precedentes inmediatos del reportaje de Informe Semanal- no es obra de profesionales vendidos a la oposici¨®n ni de descerebrados.
En lugar de imitar de forma anacr¨®nica a escribas y fariseos e inventarse contubernios inexistentes y enemigos de la patria, existen formas m¨¢s serias y civilizadas de defender los argumentos. Si realmente nuestro president y su conseller del ramo creen que las cr¨ªticas expuestas est¨¢n fuera de lugar, tienen modos de demostrarlo. Modos que no son precisamente divulgar machaconamente "¨¦xitos" deducibles de ratios enga?osos. Que aumenten los espacios naturales protegidos es una buena noticia (aunque proteger es algo m¨¢s que la declaraci¨®n) pero eso no impide que en las ¨¢reas m¨¢s densamente pobladas se sigan cometiendo tropel¨ªas. Nuestro territorio es de muy desigual poblamiento y las "medias" son muy sufridas. Tampoco es de recibo presumir de que vamos a alcanzar las famosas 100.000 viviendas de VPO prometidas, pasando de puntillas sobre dos "matices": las VPO generan tasas de beneficio privado muy jugosas y, adem¨¢s, muchas de ellas se hacen en operaciones de las famosas sociedades mixtas del IVVSA en las que hay un porcentaje nada despreciable de viviendas libres. Por otro lado, hablar de ¨¦xitos cuando en el 2005 la Comunidad Valenciana fue la comunidad aut¨®noma donde m¨¢s se encareci¨® la vivienda (el 16,5%) son ganas de ponerse medallas gratis.
En lugar de empecinarse en elaborar ratios discutibles, decir que le problema de los residuos ya est¨¢ resuelto porque se han constituido los Consorcios o "adjudicarse" la disminuci¨®n de la superficie incendiada, le propongo a nuestro Gobierno una pol¨ªtica de luz y taqu¨ªgrafos basada en algunos datos y an¨¢lisis. En primer lugar, podr¨ªa tener la amabilidad de ofrecer de una vez por todas un listado inteligible de PAI aprobados desde 1996 (la LRAU no la aprobaron ustedes, pero fueron ustedes los que no hicieron el Reglamento y los que la aplicaron) con indicaci¨®n de localizaci¨®n, superficie y n¨²mero de viviendas. Otro listado de terrenos recalificados de no urbanizables a urbanizables con expresi¨®n de localizaci¨®n y superficie y un ¨²ltimo listado sobre los PAI pendientes de aprobaci¨®n que no van a exigir la revisi¨®n del Plan General, con localizaci¨®n, superficie y n¨²mero de viviendas.
Cumplimentado este f¨¢cil encargo, podr¨ªamos delimitar por consenso el ¨¢rea en la que analizar si, tal y como se ha desarrollado el proceso de urbanizaci¨®n, la calidad de vida y la famosa sostenibilidad han ganado o perdido enteros. Creo que estar¨ªamos de acuerdo en delimitar dicha ¨¢rea como la franja litoral de una anchura de diez o quince quil¨®metros, con la excepci¨®n de las ¨¢reas metropolitanas de Valencia y Alicante en las que habr¨ªa que considerar una radio circular de unos 30 kms. Por ¨²ltimo resultar¨ªa muy conveniente que se especificara donde se ubican los 140 kms. de costa protegida, no sea que en nuestra ignorancia nos los hayamos pasado por alto.
Ya puestos a pedir, tampoco ser¨ªa descabellado que encargara a nuestra Universidad (o, si no se f¨ªa, a alguna consultora independiente de prestigio), un diagn¨®stico sobre los efectos del veloz proceso de urbanizaci¨®n sobre el crecimiento econ¨®mico de la Comunidad Valenciana. Tanto de los efectos positivos (generaci¨®n de empleo, efectos de arrastre sobre otros sectores, etc...) como negativos (impacto del crecimiento de los precios de la vivienda, desviaci¨®n de recursos por la mayor rentabilidad, deterioro medioambiental, etc...). Nuestra felicidad ser¨ªa casi pecaminosa si se expusieran al p¨²blico los planes detallados de abastecimiento y depuraci¨®n de agua y de eliminaci¨®n de residuos que, por sentido com¨²n, deber¨ªan acompa?ar al incremento realizado y previsto del techo edificado o edificable.
Por favor, no me salgan con que todav¨ªa no estamos tan urbanizados como la media de la Uni¨®n Europea (seg¨²n c¨®mo se calcule), con que en Murcia y Andaluc¨ªa est¨¢n peor (no me consuela), o con que "todav¨ªa" el precio de la vivienda en nuestra Comunidad es menor que la media espa?ola (tambi¨¦n los salarios son inferiores aunque puede que haya otras causas). Tampoco sirve escudarse en los Ayuntamientos mientras sea la Generalitat valenciana la que apruebe finalmente los documentos de planificaci¨®n y gesti¨®n. Echar balones fuera o achicar el agua no es compatible con rasgarse las vestiduras y acusar de antipatriotas y malos valencianos a todo aquel que no comulgue con ruedas de molino. Si realmente creen Vds. que tienen raz¨®n, adelante: datos (pero completos y bien dados) y discusi¨®n. Lo dem¨¢s es marear la perdiz y tomarnos por imb¨¦ciles. Y uno ya est¨¢ mayor para operetas de mala calidad.
Josep Sorribes es profesor de Econom¨ªa Regional y Urbana de la Universidad de Valencia.
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