Nada es lo que parece
Abran una caja de cerillas y ense?en que est¨¢ llena. La vuelven a cerrar y la ponen de cabeza para abajo. Saquen luego el caj¨®n de la funda y, sorprendentemente y desafiando la gravedad, las cerillas no se caen. Se vuelve a cerrar la caja y se explica que todo es normal. Giren la caja para arriba, la abren un poco, cogen una cerilla y la encienden. Despu¨¦s permitan que el p¨²blico la examine. El truco... Si quieren saber el truco, que es de lo m¨¢s b¨¢sico, ac¨¦rquense por el Rey de la Magia, la perla de la calle de la Princesa de Barcelona, all¨ª le recibir¨¢n con los brazos abiertos Rosa Maria Llop, Josep Maria Mart¨ªnez y de vez en cuando Jaume Nadal, todos pirados por este mundo que no es lo que parece, que agiliza la inteligencia de las personas y que, sobre todo, encandila a todo el que se deja sorprender, grandes y peque?os. Lo comprob¨¦ uno de esos domingos que el Rey de la Magia organiza una sesi¨®n matinal en el miniteatro que tienen instalado en la calle del Oli n¨²mero 6, justo detr¨¢s de la tienda. Se trata de un espacio para 70 personas: los m¨¢s peque?os se sientan en el suelo y el resto en unos bancos. Nadie mira si est¨¢ c¨®modo o no, si el de al lado le oprime el brazo o si no tiene espacio para dejar el abrigo: la gente va a disfrutar de la funci¨®n. Y todos nos damos cuenta de que estamos en un sitio especial, como entre amigos. El artista est¨¢ tan cerca que los juegos de manos casi te rozan la nariz. Los peque?os est¨¢n embobados y los mayores otro tanto y cuando el mago les invita a salir al escenario parecen m¨¢s ni?os que sus hijos. Esto lo percib¨ª admirando la actuaci¨®n de Alis Kim, un joven mago que a los ocho a?os entr¨® en el Rey de la Magia y qued¨® tan prendado que decidi¨® seguir el mismo camino que sus antecesores Li Chang, Partag¨¤s, Fu Man Chu, Fu Li Chang... Y all¨ª se form¨® Alis Kim, como todos, porque cualquier mago, cualquier prestidigitador, ha pasado horas encerrado en esta tienda.
El Rey de la Magia organiza sesiones matinales en el miniteatro que tiene instalado justo detr¨¢s de la tienda
?Y qui¨¦n no se ha parado alguna vez delante del escaparate de la calle de la Princesa? Pues si a¨²n no lo han hecho les recomiendo que se den un paseo por la Ribera y entren en la tienda. All¨ª parece que el tiempo ha retrocedido un siglo, no en balde el negocio se abri¨® en 1881 y pocas cosas han cambiado en su decoraci¨®n. Lo inaugur¨® Joaquim Partag¨¤s, famoso prestidigitador que abri¨® un peque?o teatro, el Sal¨®n M¨¢gico, en La Rambla y consigui¨® que su establecimiento, ¨²nico en todo el estado, fuera conocido por los aficionados de todo el mundo. Carles Bucheli, con nombre art¨ªstico Carlston, relevar¨ªa a su maestro Pastag¨¤s en 1932 y se convertir¨ªa a la vez en maestro de toda una generaci¨®n, entre ellos Joan Forns, el gran Li Chang, que un d¨ªa compr¨® todos los trucos de la tienda para que nadie hiciese juegos de manos que ¨¦l no conociera. Bucheli recibi¨® el premio Sebasti¨¤ Gasch en 1977, falleci¨® cuatro a?os m¨¢s tarde y su familia se hizo cargo del negocio. Pero con el cambio, el Rey de la Magia ya no es lo que era, el esp¨ªritu ha volado con Bucheli y a mediados de la d¨¦cada de 1980 se teme que la tienda desaparezca. Es entonces cuando entra en escena Joan Brossa, que anima y hace lo imposible para que Josep Maria Mart¨ªnez recupere lo que fue este reducto de magia. ?l y su compa?era Rosa Maria llevan toda la vida dedicada al ilusionismo ofreciendo sus propias obras. El d¨²o se llama Capsa M¨¢gica Teatre y han recorrido los rincones m¨¢s inimaginables de nuestro territorio. Alentados por el poeta, en 1984 se embarcan en la aventura y recuperan la tienda. M¨¢s tarde editan El rei de la m¨¤gia, 32 libros acompa?ados de juegos de manos, y en 2002 fundan una asociaci¨®n cultural con el mismo nombre. Montan una escuela de magia para adultos y peque?os y abren el peque?o teatro en el local de ensayos de la compa?¨ªa. Arriba, en el altillo, instalan un museo, que no s¨¦ si es el m¨¢s peque?o del mundo, pero s¨ª uno de los m¨¢s entra?ables y emotivos para el que sabe apreciar este arte de los imposibles. Cubiletes, cajitas de mandar¨ªn, mesitas, vestidos, maquetas y dibujos previos para preparar el espect¨¢culo, varitas m¨¢gicas, relojes, carteles y fotograf¨ªas de los grandes magos, velas, candelabros, huevos, pelotas, infinidad de cintas y pa?uelos de todos los colores... Ingenio, poes¨ªa y tradici¨®n en un espacio m¨ªnimo. Dice Mar¨ªa Rosa que est¨¢n buscando un local m¨¢s grande, que tambi¨¦n incluir¨¢ un nuevo teatro, pero este antiguo piso de la calle del Oli respira magia y misterio por todos los rincones.
Le pregunto por qu¨¦ no hay mujeres magas y me responde que la mujer es m¨¢s intuitiva y le va mejor el papel de druida, mientras que el hombre sabe enredar mejor porque vive en constante contradicci¨®n. "El mago dice una cosa mientras hace otra distinta y a la vez el p¨²blico ve otra que no tiene nada que ver". Me cuenta que durante muchos a?os el Rey de la magia ha sido la ¨²nica tienda de Espa?a de esta especialidad y que es un referente en todo el mundo. Existen dos editoriales dedicadas exclusivamente a este arte. "Si entras en este mundo es dif¨ªcil de que salgas porque te atrapa. Hay gente que guarda el repertorio de toda la vida en un armario y de vez en cuando lo saca y practica". Ella recomienda el aprendizaje a partir de los ocho a?os, pero muchos de los que aquel domingo contemplaban extasiados a Alis Kim eran m¨¢s peque?os. Y cuando abrieron las luces se apresuraron a coger los granos de arroz que por un momento se hab¨ªan transformado en agua y lo escond¨ªan en la mano y representaban su propia magia.
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