Las dos escuelas
Tres d¨ªas despu¨¦s de conmocionar al mundo con su arrolladora victoria electoral en los territorios ocupados palestinos, y tras su larga loa a Al¨¢ por humillar a los corruptos y a los infieles, Ham¨¢s habl¨® ayer a la comunidad internacional (el llamado Cuarteto de Oriente Medio, integrado por la UE, EE UU, la ONU y Rusia) y especialmente a la Uni¨®n Europea, el mecenas de una Autoridad Palestina que, de no haber m¨¢s y mayores sobresaltos, pasar¨¢ bajo su control en las pr¨®ximas semanas. Lo ha hecho por boca de su l¨ªder en Gaza, Ismail Haniya, para demandar a la UE "neutralidad" y "apoyo financiero", dos conceptos muy poco frecuentes en los discursos de este grupo en las mezquitas o fuera de ellas. "Pedimos que entiendan las prioridades de nuestro pueblo en estos momentos y mantengan su ayuda financiera y espiritual para impulsar la regi¨®n hacia la estabilidad y no hacia la presi¨®n y la tensi¨®n".
Es triste saber que nadie en la UE llamar¨¢ la atenci¨®n al gran l¨ªder Haniya por la ofensa que supone demandar a las democracias europeas "neutralidad" en "la guerra sin cuartel contra el diablo sionista" que "ha de ser destruido", seg¨²n conceptos s¨ª omnipresentes en los discursos electorales que le han dado la mayor¨ªa absoluta. Como onmipresentes estar¨¢n en el discurso europeo las voces que asegurar¨¢n que los palestinos votaron a Ham¨¢s con la confianza de que no ganara, que Ham¨¢s en realidad no piensa lo que dice o que cuando lo piensa es por culpa de Israel, Sharon, el colonialismo, el imperialismo y Bush.
En el an¨¢lisis europeo vuelven a quedar claras las dos escuelas -muy bien descritas por Ulrich Speck- a la hora de enjuiciar el fen¨®meno del islamismo. La primera escuela, la que manda por ejemplo en Espa?a, nos describe el islamismo como movimiento reactivo a la agresi¨®n y el agravio occidentales. El mundo isl¨¢mico es una v¨ªctima del oprobioso pasado y presente de Occidente, y sus actos, por abominables que sean, siempre son "contextualizables", comprensibles, cuando no justificables. La otra escuela considera que el islamismo es un movimiento aut¨®nomo con unos actores que, aunque se nutran de agravios ciertos o percibidos, est¨¢n firmemente decididos a combatir hasta la muerte a todo lo que sea un obst¨¢culo para la creaci¨®n del Estado islamista y la aplicaci¨®n implacable de la sharia, de los conceptos medievales de un Cor¨¢n sin apenas margen de interpretaci¨®n y de la lucha sin cuartel contra todos los valores occidentales, desde la democracia a la igualdad de sexos y los derechos humanos. Est¨¢ claro que a Ham¨¢s le conviene que el mundo act¨²e hacia ellos con el esp¨ªritu de la primera escuela. Le encantar¨ªa que Europa se olvidara de la segunda. Pero ¨¦sta es terca y se nutre de hechos, mientras la primera deglute y deposita ideolog¨ªa. El dilema es viejo y se repite all¨ª donde hay fuerzas que, con buenas o malas intenciones, abogan por la conciliaci¨®n con el enemigo de nuestro sistema de valores por medio de la aceptaci¨®n, al menos parcial, de sus motivos y m¨¦todos. Unos creen que la integraci¨®n los convencer¨ªa de la bondad del sistema de libertades. Otros piensan que supondr¨ªa la destrucci¨®n del mismo. Israel est¨¢ firmemente adscrita a la segunda escuela por buenas razones: nunca habr¨ªa sobrevivido a una hegemon¨ªa de pensamiento de la primera. El triunfo de Ham¨¢s es un paso m¨¢s de un pulso largo, de final abierto e infinitamente peligroso, que se extiende desde Marrakech a Mindanao, pero que tiene una partida capital ahora junto al Jord¨¢n y otra pronto en Ir¨¢n. Despu¨¦s probablemente haya que revisarlo todo cuando la bomba nuclear haga su andadura convencional.
Ham¨¢s debe saber que ser¨¢ tratado como una fuerza pol¨ªtica normal cuando lo sea. Para ello ha de reconocer a Israel y abjurar de su doctrina de destrucci¨®n. No ser¨¢ f¨¢cil. Son sus se?as de identidad. Por eso nos hallamos en un momento clave en el que cualquier paso atr¨¢s ser¨ªa fatal. Mientras, solo cabe advertir a Ham¨¢s que no debe insultar con demandas de neutralidad y financiaci¨®n. La grotesca coletilla sobre las "prioridades" solo sugiere que el dinero no ser¨ªa utilizado -de momento- para matar jud¨ªos. La en¨¦sima tragedia palestina que supone la victoria de Ham¨¢s no se debe a la retirada unilateral de Gaza, en contra de lo dicho por el oportunista impenitente de Bibi Netanyahu. Al contrario, supone la confirmaci¨®n de su pol¨ªtica de unilateralidad, ahora ya la ¨²nica posible para Israel y Occidente. Mientras Ham¨¢s sea Ham¨¢s.
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