"No soy atractivo y mi personaje, sin ninguna duda, lo es menos"

El doctor Gregory House lo tiene todo para desagradar: arrogante, grosero, sabelotodo y sin ning¨²n cari?o hacia sus pacientes, a los que se niega a conocer en persona y despacha tir¨¢ndoles el bast¨®n mientras se infla a barbit¨²ricos. Sin embargo, el actor brit¨¢nico Hugh Laurie, protagonista de House, serie que emite Cuatro (martes, 21.55), se ha convertido en tan s¨®lo una temporada en el nuevo sex-symbol de la televisi¨®n estadounidense.

Su trabajo le ha hecho merecedor del Globo de Oro al mejor actor en una serie dram¨¢tica, y House acaba de estrenar su segunda temporada en Estados Unidos como una de las series m¨¢s populares de la cadena Fox. "Puedo ver su encanto. No es lo que se dice un hombre agradable, pero muchos de mis amigos tampoco lo son. Supongo que la gente nos cae bien por muchas razones, porque nos hacen re¨ªr, nos sorprenden, nos entretienen", asegura Laurie.

House es, adem¨¢s, producto de la hipocondr¨ªa de uno de los realizadores m¨¢s punteros de Hollywood, Bryan Singer. El director de Sospechosos habituales, Patrulla X y la pr¨®xima pel¨ªcula de Superman, Superman returns, es uno de los productores de esta serie, que adem¨¢s la dirigi¨® en sus comienzos. La idea original parte de la fusi¨®n de las series de hospitales con las de detectives. Algo as¨ª como CSI y Urgencias mezclados con su propio Sherlock Holmes con bat¨ªn de m¨¦dico. De hecho, House quiere ser un homenaje al nombre del detective de Baker Street. "Bryan Singer y su hipocondr¨ªa le dio el resto", a?ade el actor (Los amigos de Peter, Stuart Little), que, con tal de protagonizar la serie, no dud¨® en trasladar su residencia a Hollywood desde su Inglaterra natal.

La primera lectura de este gui¨®n la hizo mientras estaba en Namibia en el rodaje de El vuelo del F¨¦nix, y afortunadamente nunca lleg¨® a sus o¨ªdos que el director estaba cansado de los brit¨¢nicos. La fortuna, o, mejor dicho, el talento de Laurie, tambi¨¦n consigui¨® enga?ar a Singer, quien nunca detect¨® en el acento del actor otra cosa que un puro sabor americano para el protagonista de su serie, "un personaje fascinado por las enfermedades y por la medicina mucho m¨¢s que por sus pacientes", describe. Es posible detectar esta continua preocupaci¨®n por mantener el acento incluso despu¨¦s del doblaje, dado que el esfuerzo ayud¨® a Laurie a crear un personaje a¨²n m¨¢s estirado, perfecto para el papel. "Por eso no entiendo tantos halagos. No soy nada atractivo y, sin ninguna duda, mi personaje lo es menos", bromea. "Pero si te est¨¢s muriendo de la enfermedad m¨¢s extra?a, nadie como House para salvarte la vida", afirma.

Como buena labor de equipo, el doctor House est¨¢ acompa?ado de un peque?o equipo compuesto por los doctores Eric Foreman (Omar Epps), Allison Cameron (Jennifer Morrison) y Robert Chase (Jesse Spencer), adem¨¢s de contar con un amigo en el onc¨®logo James Wilson (Robert Sean Leonard).

El hecho de que el padre de Laurie fuera m¨¦dico influy¨® poco en la decisi¨®n del actor a la hora de aceptar el papel. M¨¢s bien le hizo la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil. "No estoy muy seguro de si me dar¨ªa su aprobaci¨®n porque era un hombre muy amable y que se desviv¨ªa por sus pacientes", afirma preocupado por algunas de las cartas que ha recibido de compa?eros de su padre, ya fallecido. "Al menos espero que le entretuviera", a?ade, recalcando lo mucho que su serie le debe al g¨¦nero de la ciencia-ficci¨®n.

"Yo soy brit¨¢nico, donde tienes suerte si un m¨¦dico te dedica m¨¢s de ocho minutos", r¨ªe, sopesando lo imposible que ser¨ªa contar con cuatro profesionales para un solo caso. Claro que la serie transcurre en Princeton, Nueva Jersey, ciudad natal de Singer. "Pero en mi pa¨ªs a¨²n puedes recibir asistencia m¨¦dica gratuita", a?ade con una pizca de sarcasmo.