Los socialistas se quedan solos en la defensa de las sanciones impuestas en las calles

Los socialistas se quedaron ayer un poco m¨¢s solos en la aplicaci¨®n de la ordenanza. A la distancia marcada por ICV, que no quiso aprobar la norma, se a?adi¨® ayer la de Esquerra Republicana y la de CiU. Los populares optaron por el silencio. Esquerra cree que la norma se aplica mal y que se est¨¢n vulnerando los derechos de ciudadanas porque, dijo la concejal Pilar Vallugera, "la prostituci¨®n no es delito". CiU cree que las actuaciones municipales, tal como se llevan a cabo, s¨®lo pueden tener un resultado: las prostitutas se ir¨¢n de un sitio para instalarse en otro.

La ordenanza no se aplica bien. Ni en su esp¨ªritu ni en su letra. Nada hay en ella que permita sancionar a las prostitutas como se ha hecho hasta ahora. As¨ª lo afirm¨® ayer la concejal de Esquerra Republicana Pilar Vallugera, responsable de Derechos Civiles. Vallugera cree que ha habido "exceso de celo o una mala interpretaci¨®n de la norma". Y asegura que la voluntad de su grupo pol¨ªtico al apoyar la ordenanza era la de introducir las cauciones necesarias para que fuera m¨¢s preventiva que represiva. "Los despliegues de polic¨ªas no son una soluci¨®n", afirm¨® Vallugera.

La concejal de Derechos Civiles mostraba ayer su incomodidad con las actuaciones de la Guardia Urbana y suger¨ªa que las personas denunciadas deben recurrir las denuncias e incluso llevar el asunto a la Sindicatura de Greuges.

Vallugera asegur¨® que las multas de las que ha tenido noticia no s¨®lo no respetan el esp¨ªritu que llev¨® a Esquerra a votar a favor de la norma, ni siquiera respetan la letra estricta. "No estaban a menos de 200 metros de una escuela ni realizaban una ocupaci¨®n masiva de la calle que impidiera la utilizaci¨®n a los dem¨¢s".

La concejal, que lleva dos d¨ªas visitando el terreno para conocer lo que pasa sin intermediarios, sostiene que el pacto sobre la ordenanza supon¨ªa, sobre todo, tiempo para aplicar las normas sin imposiciones represivas. "Lo primero era ir a ver a la gente a trav¨¦s de educadores, no con un gran despliegue de la Guardia Urbana", dijo. En su opini¨®n, el municipio necesita dialogar con los afectados y, sobre todo, no vulnerar los derechos civiles. "Lo que necesitamos es aplicar la ordenanza con tranquilidad y cautela porque algunas de las mujeres que ejercen la prostituci¨®n lo hacen de modo voluntario, pero otras no son voluntarias y resultan muy vulnerables", adem¨¢s de ponerse a disposici¨®n de "quien vea vulnerados sus derechos".

Vallugera coincide con el l¨ªder de CiU, Xavier Trias, en que las intervenciones indiscriminadas de la polic¨ªa pueden tener un efecto de deslocalizaci¨®n y hacer que el problema desaparezca en la ronda de Sant Antoni pero aparezca en cualquier otro punto de la ciudad con menos vigilancia policial.

Trias defiende la aplicaci¨®n de la ordenanza "pero no as¨ª. Hace falta m¨¢s mediaci¨®n y menos multas". No obstante, Trias y Vallugera discrepan en la evaluaci¨®n pol¨ªtica. Mientras la concejal republicana insiste en separar el debate del proceso electoral, Trias ve en los modos aplicados por "Clos y Hereu" [Jordi Hereu, concejal responsable de la Guardia Urbana] una muestra m¨¢s del aislamiento de los socialistas que ni siquiera, dijo, "hablan con sus socios de Gobierno, porque confunde el liderazgo necesario en la ciudad con el ordeno y mando".

Ricard Gom¨¤ (ICV) cree que la aplicaci¨®n de la ordenanza cumple lo previsto y que no era necesario haber intervenido de modo tan dr¨¢stico en el caso de la prostituci¨®n.

La concejal socialista Assumta Escarp, en cambio, sostuvo que todo se hace sin estridencias, aunque lament¨® no haber podido hablar con Vallugera: "La he llamado varias veces y no me ha devuelto las llamadas", dijo. Escarp insisti¨® en la falta de represi¨®n. "Lo que hace la Guardia Urbana es informar y tomar nota. Lo previsto".