Crece el poder de los l¨ªderes prosaud¨ªes y promarroqu¨ªes en la comunidad isl¨¢mica
La mitad de la directiva de la segunda federaci¨®n isl¨¢mica est¨¢ a sueldo de Arabia Saud¨ª
Una alianza heterog¨¦nea de espa?oles conversos, dirigentes promarroqu¨ªes y representantes del poder saud¨ª en Espa?a tomaron el poder el pasado 19 de enero en la direcci¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas (FEERI), una de las dos federaciones reconocidas por el Estado. Ese hecho ha creado inquietud en el Gobierno. Supone el ostracismo de hist¨®ricos dirigentes espa?oles como Mansur Escudero. A nadie se le oculta un hecho: la mitad de los cargos de la nueva directiva cobran de la mezquita de la M-30 y, por tanto, de Arabia Saud¨ª.
Algo se mueve en el islam espa?ol y sus consecuencias est¨¢n por determinar. Algunos de los hist¨®ricos dirigentes de la comunidad musulmana en Espa?a han quedado relegados a un segundo plano. Es el caso de Mansur Escudero, Antonio Carrasco, Yusuf Fern¨¢ndez y Jes¨²s Flores, luchadores por el reconocimiento del islam desde la dictadura y representantes de una parte de la comunidad musulmana en el Consejo Isl¨¢mico de Espa?a (CIE), m¨¢ximo organismo de representaci¨®n ante el Gobierno espa?ol.
La tarde del s¨¢bado 19 de enero, en una asamblea de la Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas (FEERI), perdieron el poder. El resultado de esta asamblea no habr¨ªa motivado mayor comentario de no haberse producido un vuelco tan espectacular e inesperado. A pesar de que la FEERI ha tenido una existencia algo convulsa desde el a?o 2000 y de que sus ¨®rganos de representaci¨®n estaban en entredicho porque no han celebrado una asamblea desde aquel a?o, nada hac¨ªa presagiar, al menos desde el Ministerio de Justicia, que se estuviera preparando un cambio de esta naturaleza.
Lo m¨¢s sorprendente, sin embargo, es la composici¨®n de la nueva directiva, donde coexisten elementos progresistas y otros muy conservadores. En este punto resalta el protagonismo de los relacionados con la mezquita de la M-30, de tendencia saud¨ª, que en otras ocasiones se hab¨ªan manifestado siempre por actuar en la m¨¢s absoluta discreci¨®n. "Tres de los seis miembros de la nueva directiva", afirma un miembro de la anterior junta, "tienen sueldo saud¨ª". Se refiere al secretario (Mohamed Harchis), al Mufti (Munir, el im¨¢n de la M-30) y al representante de la mezquita de Fuengirola.
Los nuevos dirigentes afirman que el resultado de la asamblea es un ejercicio de democracia y que la nueva directiva representa las diversas tendencias del islam. "Formamos una candidatura plural", dice el presidente, el espa?ol F¨¦lix Herrero. "Todos tenemos una parte com¨²n: que somos musulmanes. Hemos ganado de forma abrumadora y nuestra intenci¨®n es colaborar con todas las instituciones y practicar una pol¨ªtica de integraci¨®n. No creo que los anteriores dirigentes nos puedan dar clases de democracia: llevaban seis a?os sin convocar una asamblea. Nuestro prop¨®sito es que los musulmanes tengan una voz ¨²nica".
La directiva saliente y algunas otras comunidades hacen una interpretaci¨®n muy diferente, como relata un antiguo dirigente de la FEERI: "El papel de la M-30 ha sido fundamental porque a fin de cuentas todos quieren el dinero saud¨ª. Se han juntado gente como F¨¦lix Herrero, que es un hombre de paja, gente de la mezquita de Fuengirola, gente como Emilio Qu¨ªlez, que vive en Sevilla y dirige una asociaci¨®n en Almer¨ªa que no tiene actividad desde hace 15 a?os, gente de Ceuta que es pro marroqu¨ª, y todos ellos dirigidos por Mohamed Harchis, que es el director religioso de la M-30 y el aut¨¦ntico cerebro de esta operaci¨®n. Lo m¨¢s sorprendente es que elijan al im¨¢n de la M-30 como Mufti (jefe espiritual) de la FEERI".
Mansur Escudero, el anterior presidente, el hombre que negoci¨® y firm¨® junto a Tatary los acuerdos con el Estado en 1992, muestra su desaz¨®n por lo sucedido: "Pens¨¢bamos que ten¨ªamos apoyos, pero nos han enga?ado. No nos han perdonado que promulg¨¢semos una fatwa (edicto isl¨¢mico) contra el terrorismo y, sobre todo, que hayamos sido muy combativos en la defensa de los derechos de la mujer y su igualdad ante la ley".
Mohamed Harchis, dirigente de la M-30, niega su papel protagonista. "Ten¨ªamos un voto y ejercimos nuestro derecho. Se hab¨ªa producido una mala gesti¨®n, hab¨ªa mucho enfado y una necesidad de cambiar la directiva. Somos transparentes", a?ade, "y si ayudamos a otros no significa que tengamos influencia en otras asociaciones". Harchis es partidario de unificar el islam en Espa?a: "Tanto los jud¨ªos como los protestantes tienen una ¨²nica voz ante el Gobierno y nosotros debemos hacer lo mismo".
Se refiere Harchis a la compleja situaci¨®n del islam en Espa?a, donde el poder se reparte entre dos federaciones, la citada FEERI, y la UCIDE (Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a), cuyo m¨¢ximo dirigente desde su fundaci¨®n es Riay Tatary. Tanto es as¨ª que el organismo central reconocido desde 1992 por el Gobierno es la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a y esta tiene desde entonces una direcci¨®n bic¨¦fala, donde Tatary ocupa la presidencia como l¨ªder de la UCIDE y Mansur Escudero la secretar¨ªa general, como responsable de la FEERI. El Estado s¨®lo reconoc¨ªa a estas dos entidades agrupadas en dicha Comisi¨®n. La UCIDE ha sido acusada de una gesti¨®n monol¨ªtica y personalista. Tatary dice que cuenta con 200 asociaciones; "acabo de ser reelecto hace seis meses", asegura. Todos los intentos de unificaci¨®n han estado dirigidos por los saud¨ªes y han encontrado la oposici¨®n de Tatary.
Mezquita sospechosa
Responsables del Ministerio de Justicia reconocen que la composici¨®n de la nueva directiva de la FEERI es poco oportuna en alg¨²n caso. Se refieren, por ejemplo, al nombramiento de F¨¦lix Herrero como presidente. La mezquita que dirige, denominada La Uni¨®n, ha sido el centro de atenci¨®n de una operaci¨®n policial contra una c¨¦lula terrorista en diciembre pasado. Entre los detenidos figuraban personas que actuaron como imanes en dicha mezquita y algunos otros que residieron en el interior de la misma. La intervenci¨®n policial lleva el nombre de "Operaci¨®n La Uni¨®n".
Felix Herrero se defiende de lo sucedido argumentando que ¨¦l siempre hace firmar un documento de defensa de la Constituci¨®n espa?ola a toda persona que ejerza de im¨¢n en su mezquita y que se siente traicionado por lo sucedido. Tambi¨¦n reconoce que, desde aquella fecha, mucha gente ha dejado de acudir a su mezquita.
Herrero rechaza la interpretaci¨®n de que los saud¨ªes est¨¦n detr¨¢s de esta operaci¨®n. "Es falso que la M-30 est¨¦ detr¨¢s del cambio, porque me han votado tambi¨¦n comunidades controladas por espa?oles. Lo ¨²nico que ha hecho la M-30 es darnos un local donde reunirnos, porque la sede social de la FEERI estaba en C¨®rdoba y no parec¨ªa el lugar adecuado".
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